Si desde enero empezamos a apartar un diez por ciento de lo que nos ingresa, en solo diez meses, es decir, en octubre, tendremos ahorrado un salario completo, o el equivalente a nuestro ingreso mensual promedio, si es que trabajamos por cuenta propia. Si tienes un empleo podrás de esa manera llegar a tener tres salarios ahorrados, si también logras evitar gastarte el bono 14 y el aguinaldo que recibirás el año venidero.

Lo que piensas sobre gastar o invertir el dinero es lo que ha determinado tus condiciones actuales y definirán las futuras. Nuestra forma de pensar en cuanto al destino del dinero define lo que podemos esperar al final del año, pues tal como pensamos, así hablamos y de esa misma forma actuamos.

¿Qué quieres tú este año, pasarla bien, hacer plata o las dos cosas? Si lo que piensas es que con los ingresos que generas te puedes comprar cuanto desees, entonces te asegurarás vivir rodeado de comodidades y con deseos satisfechos, pero sin resguardo económico futuro. Si piensas que habrás de destinar una parte de lo que generas a invertirlo en algo que te genere más entradas, entonces estarás construyendo un futuro seguro y rodeado de comodidades. De esa forma harás un capital que bien invertido te producirá ingresos para disfrutar de bienestar financiero permanente, pues lo ahorrado podrás invertirlo en todo aquello que te genere más entradas que te permitan disfrutar de libertad financiera, seguridad y bienestar personal en el futuro.

Llegar a alcanzar nuestras metas financieras para este año es algo que nos impulsará y alentará a esforzarnos cada día en hacer lo que debemos de hacer para lograrlo para fin de año. Pero también necesitaremos de un método basado en buenos principios financieros para poder obtener lo que queremos. Recuerda que, independientemente de la cantidad que alguien genere, será la forma en que la administre lo que al final le hará saborear el éxito o el fracaso financieros.

La crisis económica por la que pasan algunas personas es la insaciable necesidad de ser felices con bienes materiales. Pero esa felicidad nunca será satisfecha, porque se espera que venga de lo comprado y esto jamás será así. Las cosas que compremos no nos traerán felicidad, aunque sí mucha alegría y emoción. Lo que verdaderamente nos hará felices será que nos llevemos bien con quienes vivimos, trabajamos o estudiamos, que estemos en paz consigo mismos y con Dios. Uno es feliz cuando tiene salud y trabajo o cuando alcanzamos lo que nos proponemos y a los que amamos les va bien.

Ese afán por comprar de todo para ser felices, causa crisis económica, pues el sistema financiero nos facilita el dinero para comprar con tarjeta de crédito aunque no tengamos “con qué”, lo cual mantiene la macroeconomía funcionando, pero nuestra microeconomía personal y familiar se deteriora y sufre. Mi recomendación es que en el 2017 te muevas con efectivo o tarjeta de débito en todo tiempo. Este nuevo año deberás ser especialmente hábil a la hora de tener que decidir si gastarás o invertirás el dinero para asegurar tu futuro y el de tu familia. Mi deseo es que lo logres.

En mi libro, “Cómo Hacerla en la Vida” encontrarás interesantes temas como este y en nuestra página www.EduardoPalacios.com podrás descargar, gratis, útiles recursos para tu economía personal.