ECONOMÍA

Islandia “incentiva” las granjas de bitcóins

En el corazón de los campos de lava islandeses crece una de las mayores fábricas de bitcóins del mundo donde se produce oro virtual, un sitio ubicado en un lugar secreto para evitar a los ladrones más sofisticados.

Un trabajador de la construcción camina por la minería bitcoin en Bitfarms en Saint Hyacinthe, Quebec. (Foto Prensa Libre: AFP)

Un trabajador de la construcción camina por la minería bitcoin en Bitfarms en Saint Hyacinthe, Quebec. (Foto Prensa Libre: AFP)

Gracias a su subsuelo repleto de agua caliente, que provee electricidad en abundancia y a buen precio, Islandia se ha convertido en un paraíso para los “mineros” de criptomonedas como el bitcoin, emitido por servidores muy potentes.


Al contrario que el dólar o el euro, el bitcoin no lo emiten bancos centrales sino que está “minado” o creado en “granjas” informáticas.

En el desierto volcánico islandés, un hangar de chapa plateada, aparentemente anodino, encierra las máquinas, junto a otros cuatro edificios a los que se añadirán dentro de poco dos almacenes nuevos. Esta “granja” de la compañía Genesis Mining lleva el nombre de la primera máquina de cifrado, Enigma, utilizada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

Dentro del hangar, decenas de miles de “mining rigs” (estaciones de minado) se alinean en 400 m2, creando un zumbido ensordecedor parecido al de un avión 'Jumbo' antes de despegar.

Una “mining rig” es una suerte de unidad central dotada de una tarjeta madre, una memoria RAM, un disco duro, un procesador y seis tarjetas gráficas.

¿Su función? Ejecutar algoritmos complejos para registrar una sucesión de transacciones autentificadas y cifradas. Esta tecnología, llamada “blockchain” suele describirse como el equivalente digital de un libro de contabilidad que sería inviolable e imposible de falsificar.

En total, cada diez minutos se crean 12.5 bitcóins en las granjas de minado.

Viento polar

“Cualquiera puede hacerlo en su casa, sin ningún obstáculo (legal) ni límites técnicos”, explica Philip Salter, representante de Genesis Mining en Islandia, un joven ingeniero alemán de 25 años.

Las máquinas funcionan los siete días de la semana, las 24 horas.

De los cerca de 17 millones de bitcóins en circulación en todo el mundo, la parte “made in Iceland” todavía es modesta, aunque la pequeña isla del Atlántico norte espera incrementar su presencia y recuperar los beneficios de la guerra lanzada por las autoridades chinas contra la moneda virtual.

Islandia ofrece unas condiciones únicas en el mundo para producir criptomoneda, por su energía geotérmica, muy barata y 100% renovable.

El kWh, sin contar las tasas (0,065 euros) es en promedio en Islandia dos veces más barato que en la Unión Europea (0,114), según datos de Eurostat para 2016, lo que hace de Islandia uno de los países más competitivos de Europa por detrás de Serbia, Macedonia y Bosnia.

Además, la temperatura media anual de la isla, de unos 5 ºC, es ideal para evitar el sobrecalentamiento y limitar mecánicamente la necesidad de consumo energético.

El viento polar es aspirado por una batería de ventiladores y filtrado y mezclado con el calor que despiden los ordenadores -hasta 80 ºC-, permitiendo mantener la temperatura de las estaciones de minado entre 5 ºC y 25 ºC.

Granjas de bitcóins

Anteriormente, Genesis Mining, fundada a finales de 2013, se encontraba en Bosnia, mientras que sus competidores importantes estaban en China o en Estados Unidos.
Varias empresas de “granjas” informáticas están deseosas de instalarse en Islandia siguiendo los pasos de Genesis Mining.

“La demanda ha aumentado de forma exponencial, en especial en los últimos tres meses”, precisó Johann Snorri Sigurbergsson, responsable de desarrollo en la compañía de electricidad HS Orka.

Incluso pese a la volatilidad del bitcoin, que evoluciona en la actualidad en torno a los US$10,000, tras haberse acercado a los US$20,000 en diciembre, antes de caer por debajo de los US$6,000 en febrero.

“El precio del bitcoin no es un indicador demasiado bueno del rendimiento de la industria de minado”, apunta Philip Salter, que asegura que teme más bien la competencia de un sector en pleno auge.

Según las estimaciones de HS Orka, las tres mayores compañías propietarias de “data centers” y de “granjas” de criptomonedas deberían consumir en 2018 más electricidad que los 350,000 habitantes de la isla.

La demanda supera a la oferta de energía.

Víctima de su éxito, las “granjas” de bitcóins islandesas son blanco de ladrones bien organizados. Entre diciembre y enero, 600 “estaciones de minado” se volatilizaron, por un botín estimado en 200 millones de coronas (1,6 millones de euros).

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