Economía

La electrificación

Suena muy romántico, pero de acuerdo con la cantidad de habitantes que existen en los centros urbanos, esto sería casi imposible, sobre todo por la utilidad de la electricidad, que se volvió muy importante desde que el filósofo griego Tales de Mileto (624-543 a. C.), a quien se le atribuye su descubrimiento, cuando al frotar un trozo de ámbar —resina fosilizada— con un paño notó que este empezaba a atraer pequeñas partículas como hojas secas, plumas e hilos de tejido.

Tales de Mileto creyó que esto se producía debido a un “espíritu” que se encontraba dentro del ámbar, al cual llamó elecktron, y de ello se deriva la palabra electricidad.

Pero probablemente quien más aportó al tema eléctrico fue Nicolás Tesla (1856-1943), cuando introdujo el concepto de corriente alterna, logrando con ello el transporte de energía eléctrica sin límites de distancia.

Nicolás Tesla fue un hombre que se anticipó a la historia, y algunas de sus frases fueron: “En el espacio hay energía y es cuestión de tiempo que el ser humano logre aprovecharla”, “Cualquier persona, en tierra o mar, podrá recibir noticias de cualquier lugar del mundo o mensajes particulares destinados solo a ella con un aparato sencillo y barato que cabe en el bolsillo”.

La electrificación no solo fue un proceso técnico, sino un verdadero cambio social de implicaciones extraordinarias, comenzando por el alumbrado y siguiendo por todo tipo de procesos industriales, tales como el motor eléctrico, metalurgia, refrigeración, etcétera, y de comunicaciones, tal como la telefonía, radio y el internet, fundamentalmente.

Pero fue sobre todo la sociedad de consumo, que nació en los países capitalistas, la que dependió en mayor medida de la utilización doméstica de la electricidad en los electrodomésticos, y fue en estos países donde la retroalimentación entre ciencia, tecnología y sociedad marcaron la diferencia entre países desarrollados y subdesarrollados.

Se considera que la falta de acceso a la energía no contaminante, asequible y fiable obstaculiza el desarrollo social y económico y constituye un obstáculo importante para el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio”, dice la ONU, y por eso se requiere generar más conciencia sobre la importancia de incrementar la energía renovable y la eficiencia energética.

El planeta necesita reducir las emisiones de gases tóxicos, y por ello se trabaja intensamente para desarrollar tecnologías que permitan producir energía más limpia, más barata y que llegue a muchas regiones que hoy aún viven, literalmente, en la oscuridad.

Ahora bien, el proceso de la energía eléctrica se basa en tres grandes temas:

1. Generación, relacionada con hidroeléctricas —saltos de agua que mueven turbinas—, termoeléctricas —generadores de combustión— geotérmicas —generadoras por el calor de la tierra—, energía eólica —generación por viento— y paneles solares —generación por radiación solar—.

2. Transporte, relacionado con subestaciones, torres, cableados y tendidos de alta tensión ubicados en montañas y terrenos abiertos, y finalmente

3. Distribución relacionada con los postes y tendidos domiciliares ubicados en las ciudades para las acometidas de las viviendas, industrias y consumidor final.

Justamente estos tres temas han sido causa de grandes conflictos en nuestros pueblos.

Todos quieren y necesitan de la electricidad, pero algunos se oponen a sus procesos, sobre todo la generación y el transporte. Las hidroeléctricas han sido objeto de rechazo por algunas poblaciones donde se les construye. Las termoeléctricas que requieren búnker o carbón son adversadas por la contaminación al ambiente y las geotérmicas despiertan temores en los residentes locales.

En nuestro país, las hidroeléctricas encuentran ideales condiciones en ciertas fincas cafetaleras, donde la topografía es inclinada, favoreciendo los embalses y caídas de agua.

Estas fincas, que antes contrataban mucha mano de obra para el cultivo y cosecha, con la hidroeléctrica, la generación de empleo local, ahora es casi nula, por lo que los residentes tienen poca o ninguna participación en la explotación del recurso.

El transporte relacionado con las torres y tendidos o cableados son también rechazados por algunos pobladores cercanos donde se ubican o por donde se tiende.

Este conflicto impacta a su vez los valores de la tierra, encareciendo aquella donde se requiere para su ubicación y procesos, beneficiando a sus dueños, y abaratando con su presencia la colindante o vecina, que no se demanda su uso directo ni es requerida a sus afectados propietarios.

En conclusión, la electricidad es fundamental pero lo es más resolver los aspectos sociales y económicos que provoca, por lo que es imperativo la búsqueda de soluciones idóneas para alcanzar el desarrollo que anhelamos.

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