Economía

Lucha anticorrupción posibilita crecimiento

Factores internos y externos causaron que en el primer trimestre del año la economía creciera 2.8%, cuando en el mismo periodo del 2015 creció 5 por ciento

Sergio Recinos y Óscar Monterroso, presidente en funciones y gerente económico del Banguat, respectivamente; Érick Coyoy, analista; junto a los periodistas Ana Maricela Herrera y Urías Gamarro. (Foto prensa Libre: E. García)

Sergio Recinos y Óscar Monterroso, presidente en funciones y gerente económico del Banguat, respectivamente; Érick Coyoy, analista; junto a los periodistas Ana Maricela Herrera y Urías Gamarro. (Foto prensa Libre: E. García)

A pesar de ese comportamiento, y en opinión de expertos, la producción se mantiene en crecimiento, solo que a un ritmo más lento.
Sergio Recinos, presidente en funciones del Banco de Guatemala; Óscar Monterroso, gerente económico de la banca central; y el analista Érick Coyoy explicaron que ese fenómeno es conocido como desaceleración, y tiene un impacto importante para el país y sus ciudadanos.

¿Por qué la economía creció menos en el primer trimestre?

Recinos: Desde el año pasado, proyectamos que la economía, medida respecto del producto interno bruto, crecería menos que en el 2015, y lo calculamos en 3.1% y 3.9%.
En abril pasado, revisamos las cifras, y aunque la previsión se redujo, el comportamiento se mantendrá en rango positivo y esperamos cerrar entre 3.5% y 3.6%.
Es allí donde se refleja la desaceleración —ritmo de crecimiento menor—.

¿Cómo impacta esa cifra en el país?

Coyoy: Hay que saber distinguir, porque los impactos no son iguales, varían en función de las causas. Este año, se trata de un fenómeno a nivel mundial.
El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, así como otros organismos, han planteado revisiones hacia la baja de las expectativas de crecimiento mundial, lo que significa menores flujos de comercio y de inversión.
Afecta a los guatemaltecos, porque hay menores ventas hacia el extranjero.
Impacta en el precio de productos como el azúcar, el café y el cardamomo, pero también hay menos compras —demanda—.
Habrá que ver si los sectores productivos reducirán las extensiones cultivadas al considerar   todas esas situaciones externas.

¿Qué efectos directos tienen para la ciudadanía?

Coyoy: El ciudadano común lo vive a diario. El país cuenta con una economía que no genera suficientes oportunidades de empleo, ni cuando ha crecido el PIB, y menos ahora que va a la baja.
El 70% del empleo es informal, y eso lo confirma. Hay algunos sectores que han provisto de empleo masivo, como la maquila y los call centers, por lo que hay que plantearse nuevos modelos de crecimiento económico, además de estímulos para la actividad productiva, pero no hay un planteamiento que lleve empleo al área rural, que es la que se ve obligada a migrar.

¿Cuáles deberían ser los motores económicos para mantener un desarrollo sostenible?

Monterroso: Para que la economía crezca más, hay que mejorar el recurso humano, no solo cobertura, sino que el mercado pueda ofrecer las distintas carreras universitarias que pueden agregarle valor a los sectores, como comercio, agricultura, banca, industria y electricidad.
La inversión en el país también debe ser mayor, pero en Guatemala por cada quetzal de generación del PIB solo se invierten Q0.14, mientras que otros países, como México y Brasil, erogan el doble.
Hay que invertir en infraestructura, carreteras, puertos y aeropuertos, para ser más productivos.
Se necesitan reformas para que haya un mejor clima de negocios, porque el país cuenta con una mano de obra intensiva.

¿Pero, en el pasado se observaron mejores cifras de crecimiento con el mismo planteamiento?

Monterroso: El entorno internacional era benigno y los precios de las materias primas fueron mejores.
Recinos: El motor de crecimiento antes de la crisis —2008— fue el sector externo (exportaciones) y el comercio mundial crecía a tasas importantes, pero luego de la crisis hubo una baja en la economía global y Guatemala, como es un país pequeño, se vio impactado.
Coyoy: Desde la década de los años 1980 se impulsó el modelo que fomenta las exportaciones, y hemos tenido crecimientos promedio de 4% en el 2007, un año previo a la crisis, y cuando la economía creció a 6.3%, las razones se dieron por situaciones externas y la burbuja estaba por reventar, por lo que no es un dato que permita decir que es un logro. Hay que plantear nuevas maneras de alcanzar el crecimiento con la discusión de otro modelo productivo.

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