El mayor grupo, dijo David Arrivillaga, presidente de la Comisión de Prevención del Sobreendeudamiento de la entidad, constituye el 23.20% del total de sobreendeudados y no posee excedentes para poder cubrir esa deuda, lo que significa que no tienen posibilidades de pagar el 100% de su crédito.

Otro segmento, que lo forma el 13.39%, su situación es menos crítica, pero aun así sus gastos sobrepasan a sus ingresos.

Un tercer grupo de usuarios, que representa el 7.90%, redujo su capacidad de pago entre 70% y 100%.

En este segmento, el estudio reveló que el problema radica en que existe sobreoferta de crédito en el mercado por parte de las instituciones existentes, así como de las que están surgiendo.

A las anteriores se suman los bancos del sistema nacional y de organizaciones internacionales que otorgan financiamientos, así como los almacenes de electrodomésticos y prestamistas.

Arrivillaga dijo que el sobreendeudamiento extremo se da cuando los clientes no poseen capacidad de cubrir sus gastos con sus excedentes y aún bajo esta situación tienen deudas mayores a sus supuestos excedentes.

El estudio llama la atención respecto de que en este grupo hay clientes con niveles de sobreendeudamiento de entre nueve y 12 veces su capacidad de pago.

Clasificación

De acuerdo con la muestra estudiada, mil 621 casos, 68.88% de los clientes, tiene solo una deuda; mientras que el 26.49 tiene dos deudas, 7.18% poseen tres deudas, y 3.19% tienen entre cuatro y siete deudas.

Según Arrivillaga, la mayoría de clientes sobreendeudados posee nula o poca escolaridad y procede de poblaciones indígenas.

Otro de los problemas es que algunas de las instituciones de microfinanzas no dan un adecuado seguimiento a sus clientes.

En opinión del ejecutivo, un obstáculo más es que a la fecha no existe un buró de crédito profesional que brinde información sobre los potenciales usuarios.

El sector tiene aproximadamente 400 mil usuarios, y maneja una cartera de préstamos de Q9 mil 500 millones, distribuidos en unas 750 mil microempresas.

Aunque existe un anteproyecto de ley de microfinanzas que regularía la actividad de esas instituciones, esta se encuentra engavetada en el Congreso desde hace varios años.