En las empresas se pierde papel higiénico, jabón, azúcar, café, tazas, servilletas, cubiertos, baterías, marcadores, lapiceros, papel bond y folders, entre otros insumos, afirman empresarios.

Realidad

A nivel mundial, la pérdida desconocida alcanza los US$98 mil 680 millones, lo que representa el 1.23% de las ventas minoritas, según el Barómetro Mundial de Hurto en la Distribución 2014-2015.

La pérdida desconocida ha disminuido en todas las regiones del mundo, excepto en Latinoamérica, que reporta un 1.05% de alza.

México, Holanda y Finlandia son los países con más pérdidas, mientras que Noruega, Suiza y     Francia tienen una menor incidencia.

En México, los días que más casos de robos registran son viernes y sábados, y diciembre es el mes con el nivel más alto de hurtos, seguido de enero, julio y agosto, según eleconomista.com.mx.

Del total de los robos, el 62% es cometido por hombres. Los productos más vulnerables son los de salud y belleza, con un 21%, seguido de vestuario, 20%, y vinos y licores, con un 10%, según el sitio.

La técnica que más se utiliza es la d esconder los productos en carteras o mochilas. El horario favorito para actuar es entre las 17 y las 20 horas.

En Colombia, el 67% del robo en las empresas lo hacen los propios empleados. En el 2014, las pérdidas ascendieron a US$3 mil 600 millones. Los sectores más afectados son telecomunicaciones y combustibles, destaca elespectador.com.

Caso local

Guatemala no es la excepción y aunque no se cuenta con un dato exacto sobre los pequeños hurtos, los empresarios reconocen que las pérdidas son enormes.

“El robo hormiga es uno de los grandes flagelos que tiene el empresario local. La fuga de información y los ilícitos dentro de las instalaciones, aunado al desperdicio y el mal uso de los recursos, limita las ganancias”, afirma Jaime Matus, presidente de la Cámara Empresarial de Comercio y Servicios (Cecoms).

Vivian Gálvez, gerente de Centroamérica de Kantar Worldpanel, compañía que estudia las percepciones de los consumidores, destaca    que los artículos pequeños son los más propensos al robo, según análisis. Esos productos “son costosos y por eso son tan atractivos”, señala Gálvez.

La ejecutiva considera que los pequeños hurtos generan entre un 2% y un 3% de pérdidas a los negocios guatemaltecos.

La catedrática universitaria Olga Camey de Noack destaca que los robos hormiga se dan en empresas públicas y privadas, y son peores en los negocios donde no hay controles de los inventarios que se trabajan.

Control

Por tanto robo se ha convertido en una costumbre instalar circuitos cerrados de televisión dentro de la empresa. “Los delincuentes se transforman y evolucionan, por lo que los empresarios deben estar atentos y velar por proteger su patrimonio”, apunta Matus.

La mejor estrategia para detener el robo hormiga es mantener controles y procesos bien definidos que permitan identificar si existen faltantes de productos o insumos, afirma Marco Penado, gerente de país de ManpowerGroup Guatemala.

Es recomendable una investigación previa de los candidatos que busquen ingresar a la organización, una medida preventiva que identificaría tendencias que una persona pueda manifestar a cometer este tipo de actos delictivos, sugiere Penado.

Si alguien comete robo individual o presiona para que en conjunto se realice, los empleadores deben denunciarlo a las autoridades para evitar este tipo de comportamientos, considera el gerente de ManpowerGroup.

Los robos hormiga han sido en parte controlados por los sistemas de seguridad en las tiendas.

Gálvez considera que que por el robo interno hay controles que pueden parecer excesivos, pero algo lo ocasionó y por eso se han tomado esas medidas. “La empresa debería tener como prioridad la prevención”, explica.

De Noack detalla que el hurto es motivo de despido en varias corporaciones. Pero hay que hacer énfasis en el problema, porque muchas veces es una muestra de la insatisfacción laboral.

Presupuesto

Los comercios han implementado etiquetas electrónicas, empaques especiales, cables de acero y alarmas para asegurar la mercancía, lo que ha hecho que los establecimientos destinen un mayor presupuesto a combatir el flagelo.

Gálvez afirma que todos los costos de seguridad están incluidos dentro del presupuesto del negocio, y se trasladan en el precio final a los consumidores.

Los ladrones de guante blanco incrementan sus actos durante el fin de año, ya que por la afluencia de gente en los comercios es más fácil delinquir.