Economía

Semana Santa y tu economía personal

La semana mayor es de feriado, de devoción, confirmación de fe y recogimiento interior para unos y de paseo, festejo, jolgorio, y de comidas para otros.

Unos permanecerán comiendo los platillos de la época y descansando en la ciudad, ya que disfrutarán de la extraordinaria paz y tranquilidad que permite una ciudad con menos personas y pocos vehículos. Otros viajarán a sus lugares de origen, paseando y comiendo con sus gentes, en los bellos y extraordinarios paseos y parajes que ofrecen todos los departamentos de nuestro espectacular y estupendo país.

Los demás la pasarán gozando de distintas diversiones y viandas en sus propiedades situadas en distintos destinos paradisíacos que tenemos y en la comodidad y confort que ofrece un sitio privado. Otros disfrutarán de agradables momentos de diversión, solaz y esparcimiento, pero en otro país.

En fin, cada quien la disfrutará en distintos lugares, de diferente manera y de acuerdo a sus posibilidades económicas. Pero todos buscaremos aprovechar estos días para pasarlos dedicados a celebrarlos según nuestras creencias, intereses y posibilidades, y en los lugares que podamos utilizar para renovar fuerzas a fin de seguir en la lucha de alcanzar en los próximos nueve meses las metas y objetivos que nos hemos propuesto obtener para el fin de este año.

No importa dónde pases tú y tu familia estos días de recogimiento y descanso veraniego, tu deberás apegarte a tus posibilidades económicas, pues al regresar el lunes después de la Semana Mayor tus finanzas deberán estar bajo control, sin sobresaltos y sin tener que lamentarte que se te pasó la mano en tus gastos. Especialmente si estos los pagaste con la tarjeta de crédito, pues ese dinero tendrás que venirlo a generar después, con el esfuerzo de tu trabajo diario para podérselo pagar a los bancos o compañías que te la extendieron y ahora a un término de tiempo menor.

Te recomiendo planificar bien tus gastos de acuerdo a lo que cuentas y date tus gustos, pero dentro de lo que estimaste gastarte. Busca no extralimitarte en tus posibilidades para no comprometer tu paz y tu esfuerzo de trabajo de los meses venideros.

Planificar el gasto y ajustarnos o ceñirnos a lo planeado nos ayuda a complacernos dentro del límite determinado por uno mismo, sin dejar de darse gustos y disfrutar de comodidades. El presupuesto es un plan de gastos hecho a la medida de las posibilidades o ingresos de cada uno. Si uno lo observa apropiadamente logrará ahorrar plata en lugar de extralimitarse en los gastos. Queda en uno mantener una actitud de control de gastos que garantice el logro de esa meta.

El rey Salomón nos enseña que el “necio se gasta todo cuanto obtiene (y yo le agregaría a veces más de lo que gana) y viene a la pobreza, y que el sabio también gasta, pero por no gastárselo todo, acumula riqueza y tesoro precioso”. Recuerda que está bien gastar en el feriado, pero no te lo gastes todo. Si puedes regresar un poco de lo que llevabas cuanto y mejor, para que así reinicies tus labores pasado el descanso, sin sentirte mal y con desánimo como lo estarán otros.

Recuerda que quienes hacen plata sí gastan, pero no se lo gastan todo. Siempre procuran evitar gastar todo lo que generan, pues eso que les queda es su ganancia y esta es su capital. El secreto de ellos es que de cada billete generado con su trabajo, una parte es para gastar y otra para guardar, es decir, hacer su capital. Viven y funcionan bajo la sencilla pero muy efectiva fórmula de “billete ganado, medio comido, medio guardado”.

Ah, y el viernes a las tres de la tarde recuerda el sacrificio de Aquel por el cual se creó el descanso de esta semana y agradéceselo, pues de eso se trata todo. Pásala en paz.

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