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El Cristo de papel cumple 50 años dentro de la Hemeroteca Nacional C. Marroquín Rojas

La figura  amarillenta acaba de cumplir cinco décadas de estar entre los anaqueles que guardan información periodística. 

Este Cristo Crucificado, situado dentro de la Hemeroteca Nacional Clemente Marroquín Rojas, está hecho con periódicos centroamericanos. Foto Prensa Libre: Paulo Raquec.

Este Cristo Crucificado, situado dentro de la Hemeroteca Nacional Clemente Marroquín Rojas, está hecho con periódicos centroamericanos. Foto Prensa Libre: Paulo Raquec.

Detrás de una cortina de vidrio se ve un muro de metal de unos 180 cm de alto que sostiene decenas de pesados volúmenes de periódicos. Justo al centro, sobre una repisa, se levanta una hermosa obra de arte que ha adquirido tonos amarillentos debido al paso del tiempo. Desde fuera, cualquiera pensaría que es una escultura pesada y fabricada con madera, cuando en realidad solo es una figura de cartoncillo forrado con páginas de diferentes diarios del istmo centroamericano. Le llaman el Cristo de los periodistas y está en el interior de la Hemeroteca Nacional Clemente Marroquín Rojas, en el Centro Histórico de la capital.
Su autor fue el maestro Antonio O. García Cuéllar, quien, en la primera mitad de la década de 1960, empezó a imaginar dicho proyecto tomando como referencia la pintura del Cristo Crucificado, de Diego Velásquez, que se conserva en el Museo del Prado, en Madrid, España.


Luego de trazar varios bosquejos y retoques a su diseño, se puso manos a la obra en 1965 y lo terminó dos años después. Para ello empleó materiales sencillos y, aún así, el resultado fue una hermosa obra modernista de unos 2.50 m de alto por 1.75 m de ancho en el que predominan las figuras geométricas.
“El escultor Antonio O. García y la escritora Malín D’Echevers develaron el Cristo de los periodistas, esculpido con materiales de los periódicos del Istmo”, se lee en el diario El Gráfico en la edición del 30 de noviembre de 1967. El acto se llevó a cabo en la Hemeroteca Nacional con la presencia de Rigoberto Bran Azmitia, director de esa institución en la época, y de Francisco de León, a cargo de la Biblioteca Nacional. 

Siempre vertical

Desde hace 50 años, la cruz del Cristo de los periodistas ha estado sobre una repisa de un enorme cuarto en el que se guardan miles de ediciones de los medios escritos de Guatemala. “Durante el terremoto de 1976, las estanterías cayeron y quedaron inclinadas unas sobre otras”, comenta María Eugenia Gordillo, actual directora de la Hemeroteca. “Pero, por increíble que parezca, lo único que se mantuvo en pie y totalmente vertical fue la obra de García Cuéllar”, agrega. “Eso nos recuerda que el periodismo debe ser recto y objetivo; en otras palabras, este Cristo nos dice que debemos permanecer verticales y valernos siempre de principios éticos”.

Los detalles

En la base se lee: “El Cristo de los periodistas (ERY)”, mientras que en la parte alta de la cruz dice: “He venido al mundo para dar testimonio de la verdad”, una cita bíblica que está en Juan 18.37.
Alrededor del brazo derecho de Jesús giran los logotipos de los medios escritos Prensa Libre, La Prensa Gráfica, El Cronista, Novedades, Excélsior, El Día, La Hora y El Debate.
A la izquierda del travesaño están El Imparcial, El Diario de Hoy, Impacto, Diario Latino, La República, Pro-Cultura y Diario El Gráfico.

Sobre el artista

Antonio O. García Cuéllar nació en la Ciudad de Guatemala el 24 de diciembre de 1911. Se graduó de la Escuela de Artes Plásticas y trabajó como dibujante del Museo de Arqueología y de la desaparecida Dirección General de Sanidad Pública; asimismo, restauró varios cuadros de la Casa Central, colaboró para Prensa Libre y en otros medios escritos. Fue escritor y también se desempeñó como maestro de Artes Plásticas en los institutos Indolatino y Rafael Landívar. Falleció el 30 de julio de 1987.
Con información de Antonio Rafael García, hijo del escultor del Cristo de los periodistas.

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