Escenario

Virtuoso pianista dio gloria a Guatemala

Se trata de uno de los más grandes pianistas guatemaltecos. Herculano Alvarado nació en Totonicapán, el 7 de noviembre de 1879. Su padre fue Antonio Alvarado, organista de Quetzaltenango, y ese talento heredado fue determinante para su carrera como virtuoso pianista y compositor.

En el último cuarto del siglo XIX se revela la vida musical en vigoroso desarrollo en Guatemala, beneficiada por el efecto de diversos procesos socioculturales. Uno de los factores fue el regreso de Europa de cinco jóvenes talentos guatemaltecos que habían sido becados para estudiar en diferentes conservatorios extranjeros. Los privilegiados fueron Herculano Alvarado, Luis Felipe Arias, Miguel Espinoza, Víctor Manuel Figueroa y Julián González.

El maestro de piano de Alvarado en el Conservatorio Nacional fue el escocés Axel Holm, y los principios de la armonía y la composición fueron impartidos por el salvadoreño Juan Aberle.

Gracias a que era el mejor estudiante, Alvarado fue becado en 1893 por el Gobierno para cursar estudios superiores de piano en Italia con el gran pedagogo Beniamino Cesi, y se graduó con honores.

A su regreso a Guatemala, en 1898, brilló como pianista y compositor. Una de sus obras aclamadas fue el vals de concierto Electra, que fue presentado en Nueva York, EE. UU., nada menos que por el gran pianista polaco Ignaz Paderewsky. Alvarado también tocó esta pieza en innumerables recitales junto a obras de Bach, Beethoven, Chopin, Grieg y Liszt.

Fue contratado como profesor de piano en el Conservatorio Nacional y en 1911 fue nombrado director de ese establecimiento, cargo que desempeñó hasta la clausura temporal de esa institución a consecuencia de los terremotos de 1917 y 1918. Durante su gestión se instituyeron nuevas cátedras para señoritas, como las de solfeo, canto, piano y arpa, lo cual constituyó una innovación sin precedentes.

Uno de sus discípulos, Alberto Mendoza, escribió en aquella época sobre la influencia de Alvarado en las próximas generaciones de pianistas: “Impugnaba con toda la mesura requerida por su educación europea los sistemas antipedagógicos en la enseñanza del arte de tocar el piano y es, sin duda y así lo aclamo, que a él se debe la intelectualidad pianística escolástica hoy en el país”.

OBRAS EXITOSAS

Creaciones de intelectual fueron apreciadas en Italia.

De Herculano Alvarado fueron famosas sus piezas Tardes de abril, editada en Guatemala, así como Cadencia para la rapsodia No. 2, de Franz Liszt.

También cobraron relevancia obras para piano como Pensiero melódico y Tempo di minueto, publicados en Nápoles, Italia.

Su Concierto No. 33 para piano (1899), que fue dedicado de puño y letra del autor al maestro Fabián Rodríguez.

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