¿Qué tiene preparado para esta ocasión?

Lo que el público quiere de mí, que son las canciones conocidas. Exponerse  a inventar a estas alturas no es lo que el público quiere.
La gente va a esos shows por Lluvia, Qué locura enamorarme de ti, Tú me quemas, etcétera; y eso es lo que uno tiene que hacer. Hay una que otra cosita diferente, pero las sorpresas no se dicen.

¿Cuál es su recuerdo más memorable de Guatemala?

Para la última vez que estuve allí,    hace unos 10 años aproximadamente, la gente reaccionó de una forma maravillosa con mis canciones, con las de Niche y  las de un grupo  de Cuba que también estaba allí.  Fue una velada en la que se sentía un feeling muy lindo en todo el ambiente;  todo fluyó muy bonito. Vi a tu país  muy bonito. Ahora debe estar mucho más bonito.

¿Cómo se siente  que, después del tiempo que ha pasado desde los éxitos Lluvia, Mía y Tú me quemas, estos temas sigan siendo  los favoritos del público?

Pues uno siente orgullo.  Además, uno se siente satisfecho del trabajo que hizo y eso te carga las baterías para continuar tratando de hacerlo bien.

Uno se mete a un estudio de grabación y no sabe las repercusiones que pueden tener las canciones en la vida de las personas; se convierten en los puntos de referencia de sus vidas.

En tantos países que visito siempre me dicen: “Esta canción me recuerda  esto y aquello”, y es algo muy bonito y una responsabilidad muy grande la que uno tiene cuando va a grabar una canción, porque  deja de ser de uno y se convierte en una de todo el mundo.

¿Cuál es el tema que más le gusta interpretar sobre el escenario?

Realmente  cuando subo a la tarima trato de ponerle corazón a todos los temas, pero las reacciones del público, que son variadas en distintos países, son las que hacen la diferencia.

Uno siente, cuando salen los primeros acordes de la música, esa reacción de la gente: la cantan con ese amor.

En los últimos años yo había tenido la costumbre de comenzar la interpretación de Lluvia  a capela,  para cantarla con el público, y después se unía la orquesta. Pero la reacción de Lluvia es impresionante cuando en el estribillo  el público se escucha clarito.

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Uno se emociona y uno piensa: “Caramba, las personas están cantando mi tema y lo están cantando con amor”. Lluvia es la pieza a la que he tenido la oportunidad de darle más seguimiento porque es la más conocida, y la reacción  me emociona.

¿Trabaja en nuevo material?

Estoy escribiendo canciones.  Quiero grabar, pero me dio por escribir todas las canciones solo, entonces estoy en ese proceso. Como no me considero un compositor,  a veces me siento inseguro. Pienso: “Esta parte no me gusta y debo volver a empezar”, pero  ese es mi reto, escribirlas todas.

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