También son comunes para decorar las tarjetas o murales que celebran diferentes ocasiones. Aunque parezcan inofensivos, sin la supervisión debida pueden causar una tragedia.

Un intensivista y un neumólogo compartieron con Prensa Libre las emergencias que han atendido relacionadas con estos casos.

Los preescolares suelen utilizar granos de arroz, frijol, maicillo, pasta, pedazos de pajilla ó cascaras de huevo. Guillermo Muñoz es neumólogo y en muchas ocasiones ha tenido que extraer este tipo de materiales. En algunos casos los padres o maestros no se percatan del momento del ahogo o lo hacen solamente hasta que una tos persistente, incluso que puede durar algunos días, y es atípica en niños sanos. A la tos sucede la dificultad  respiratoria. “Nunca incluya manías ni habas en refacciones de menores de 5 años”, advierte.

Las aparentemente inofensivas “estrellitas” que las maestras utilizan para premiar los logros de los nenes contienen una gomina que con la saliva provocan que se queden pegadas en las paredes de la garganta. Pero, no es solo el uso de los materiales escolares el que debe ser supervisado. Muñoz comparte que también ha extraido del tracto de los niños pajillas en trocitos o de las cajas de jugo, restos de collares y pulseritas que vienen incluidos en las sorpresas de cumpleaños.

“En una ocasión me tocó atender a un niño que se había tragado un pitito de una piñata“, dice el intensivista pediátrico Juan Pablo Zaldaña.  También se ha hecho cargo de emergencias de niños que se han tragado puntas de lapicero y papel de china en bolitas o entorchado.

Algunos materiales comunes como la diamantina o brillantina, que contiene plomo, aspirada en regulares cantidades puede provocar neumonitis química, es decir una inflamación de las vias aéreas como las fosas nasales y los bronquios produciendo tos y una abundante producción de moco. Un niño en Argentina murió por aspirar este material.

Muñoz recomienda, en casos de obstrucción grave, la maniobra de Heimlich. En niños menores de 2 años el niño debe tenderse boca arriba, encima de una superficie rígida. Apoyando las manos una encima de la otra, entre el ombligo y el esternón, debe empujarse varias veces en dirección al tórax. En niños mayores debe procederse como en los adultos colocándose detrás y haciendo compresiones abdominales . Las palmadas en la espalda repetidas pueden convertir una obstrucción leve en grave. Siempre consulte a su pediatra.

Precaución con la brillantina

El 18 de octubre pasado, Mauro López Banegas, estaba en su casa de Santiago del Estero, Argentina  haciendo tareas escolares cuando por diversión puso brillantina en un silbato que tenía y sopló.El polvo plateado se esparció por el aire y el niño lo aspiró, más tarde se sintió mal pero fue asistido y estabilizado, pero al día siguiente se descompuso e inició un proceso de deterioro por el que estuvo en cuidados intensivos hasta su deceso.

Las aspiraciones de brillantina en grandes cantidades son muy atípicas dice Zaldaña, pero deben guardarse las precauciones.