Es indispensable que esta conciencia ecológica se fortalezca y se expanda en su adolescencia, para que en su adultez puedan heredar el amor a la naturaleza a las próximas generaciones.
Los dibujos de los niños —fueron enviados a esta sección por una convocatoria— que se presentan en este espacio evidencian que ellos saben que la Tierra sufre a causa de los descuidos del ser humano. Además, proponen desde su inocencia formas para revertir estos daños, porque aún es tiempo de salvarla.