Esos datos corresponden a una evaluación efectuada en el 2014 entre estudiantes de diversificado de centros educativos nacionales, privados, municipales y dirigidos por organizaciones no gubernamentales a escala nacional.

El 15.6 por ciento presentó peores resultados porque no leyó ni un solo libro por iniciativa propia.

Solo el 4.3 por ciento de estudiantes evaluados alcanzó a leer más de seis textos en un año.

En el 2014, el Ministerio de Educación (Mineduc) distribuyó un cuestionario a 171 mil 993 graduandos, de tres mil 636 planteles, para conocer los factores que influyen en el comportamiento del estudiante.

Entre las preguntas estaba la siguiente: ¿Cuántos libros completos ha leído por placer o interés personal en el último año? y ¿Cuánto tiempo dedica a la lectura?

poco interés

Los resultados de la primera interrogante revelaron que del total de evaluados, el 54 por ciento alcanzó a leer no más de dos libros al año, lo que representó 93 mil 585 estudiantes a nivel nacional.

Sin embargo, no se especificó qué tipo de lectura es la que practican con frecuencia.

Los departamentos que reportan el mayor número de estudiantes con este nivel de lectura son Guatemala, Quetzaltenango, San Marcos, Huehuetenango y Escuintla.

Los que registraron menos estudiantes dentro de este margen fueron El Progreso, Totonicapán, Zacapa, Baja Verapaz e Izabal.

Sololá reportó un buen porcentaje de educandos que dijo haber leído más de seis libros.

Eira Idalmy Cotton Girón, coordinadora de la Unidad de Divulgación de la Dirección General de Evaluación e Investigación Educativa (Digeduca), manifestó que estos datos son utilizados para analizar los factores externos que podrían afectar el rendimiento estudiantil, para trabajar estrategias que ayuden a mejorar.

“Entre los aspectos aparte de la lectura, se pregunta la etnia a la que pertenece (…), si trabaja o estudia, entre otros”, resaltó Cotton Girón.

El documento permite conocer que un 15 por ciento de educandos solo lee textos de los cursos, es decir nada, por interés propio.

En la capital, cinco mil 861 no se interesaron por leer “nada”, mientras que en el resto del departamento de Guatemala, tres mil 614 respondieron de esa manera.

hábito

El documento titulado Evaluador, del Mineduc, establece que al momento de leer por interés propio el niño desarrolla un hábito de lectura, lo que le ayuda a perfeccionar el lenguaje y a mejorar las relaciones humanas.

Además, facilita la exposición de su propio pensamiento, agiliza la inteligencia, potencia la capacidad de observación, fomenta el esfuerzo y la dedicación.

Asimismo, señala que uno de los efectos negativos es la falta de comprensión lectora, indispensable para “todos” los cursos que reciben.

Esta situación se evidenció en los resultados de las evaluaciones de graduandos.

El 73.98 por ciento del logro nacional en lectura no fue satisfactorio; es decir, hubo un dominio inferior y deficiente de los conocimientos en el desarrollo de habilidades esperadas al concluir la carrera.

La funcionaria refirió que aunque influyen otros factores para conseguir resultados óptimos entre los estudiantes, la lectura sí se convierte en un factor de alta importancia para su futuro profesional.

Por qué no leen

La pedagoga Silvia Lara manifestó que entre los obstáculos que impiden a los estudiantes leer, está que no existe una política para fomentar el hábito de la lectura, principalmente en el área de educación primaria.

“Algo que ayudaría a fomentar el hábito de la lectura sería el impulso de la escritura creativa para despertar el interés por los libros”, subrayó Lara.

Indicó que otro factor negativo es la alta exposición a la televisión y las redes sociales, en lo cual coincidió Sergio Lobos, monitor del programa Biblioteca de Calle.

“Es claro que el internet es una herramienta imprescindible; sin embargo, el uso que le dan los jóvenes y niños no es correcto”, expresó.

Lobos agregó: “Cuando se les deja una investigación, los alumnos solo buscan para cumplir la tarea, pero no se toman el tiempo de analizar la información. En una ocasión un estudiante entregó el trabajo en otro idioma”.

El segundo informe de la Juventud, Seguridad y Justicia 2013, de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado, señala que de acuerdo con el sitio web Socialbakers, el país con mayor cantidad de usuarios en redes sociales en Centroamérica es Guatemala, aunque no especifica el rango de edades.

Lobos refirió que otro obstáculo para fomentar la lectura es que en los hogares los jóvenes no tienen libros, lo cual se repite en las escuelas y comunidades.

“En el proyecto de la Biblioteca de Calle hemos comprobado que cuando se les ofrecen libros con temas atractivos y acordes a su edad, ellos se fascinan y leen. Observamos que leen más de dos libros los fines de semana que vamos a sus comunidades”, afirmó.

programa

El Mineduc puso en práctica el programa Leamos Juntos, dirigido a estudiantes de todos los niveles y modalidades.

La cartera entregó en el 2013 unos 4.5 millones de textos para preprimaria y primaria para que creen sus bibliotecas.

Ente los libros se incluyeron 61 títulos en idiomas k’iche’, kaqchikel, mam y poqoman.

El año pasado la entrega fue de 1.3 millones de textos para estudiantes de tres mil 75 centros educativos de secundaria.

Entre los autores se encuentran Virgilio Rodríguez Macal, Carolina escobar Sarti y Mario Monteforte Toledo.

Este año, los libros entregados fueron 2.5 millones para preprimaria y primaria.