Chimaltenango

Escuela de futbol necesita apoyo 

Por iniciativa de un grupo de padres de familia de El Tejar, Chimaltenango, recientemente se formó una escuela de futbol para niños y jóvenes, con el objetivo de fomentar ese deporte en el municipio; sin embargo, necesitan apoyo para adquirir implementos deportivos, pues las clases son gratuitas.

César Patzán da instrucciones a un grupo de estudiantes de la escuela de futbol de El Tejar. (Foto Prensa Libre: Víctor Chamalé)

César Patzán da instrucciones a un grupo de estudiantes de la escuela de futbol de El Tejar. (Foto Prensa Libre: Víctor Chamalé)

Desde que comenzaron las prácticas, en el estadio municipal, asisten unos 80 niños y jóvenes, señaló el entrenador César Patzán Muñoz, quien, junto a dos señoritas, aporta su tiempo, sin salario, para atender a los tres grupos de alumnos.

Patzán indicó que se siente satisfecho por la cantidad de niños y jóvenes que llegan para entrenar y aprender técnicas futbolísticas. Añadió que lo más importante es que, a través del deporte, los menores se mantengan ocupados durante su tiempo libre.

“Todo inicio cuesta, pero con el apoyo de los padres de familia tocaremos puertas de organizaciones para que nos apoyen a formar una buena escuela para el municipio”, refirió.

“Contar con balones, conos y uniformes es importante, ya que así se motiva a los alumnos. Nuestro sueño es grande, porque ¿qué joven no quiere formar parte de un equipo de la primera división, liga nacional o de un club extranjero? Estos procesos son los que hay que apoyar, ya que desde niño se tiene que formar al futbolista que trae talento”, afirmó Patzán.

Optimismo

Esdras Sarazúa, presidente del comité de padres de familia, expresó que formó parte de un proceso de formación que dirigió Patzán y que gracias a eso aprendió muchas técnicas de futbol.

“Como está el tiempo es bueno apoyar este tipo de proyectos que son de beneficio para el pueblo. Haremos las gestiones necesarias para el bien de los alumnos”, señaló Sarazúa.

Laura Guevara, madre de familia, comentó: “A mi hijo lo apoyo desde que tenía 7 años, ya que siempre le ha gustado jugar de portero. Ha participado en varios torneos y lo traigo a la escuela de futbol para que aprenda nuevas técnicas”.

“Traigo a mis siete sobrinos para que estén ocupados en algo productivo, pues el deporte los aleja de las redes sociales, juegos electrónicos y malas amistades. Haremos lo posible por que esta escuela no desaparezca y sirva para muchos jóvenes y niños que tienen talento para jugar futbol”, afirmó Reina García Batz, vecina del lugar.

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