La Policía Nacional Civil informó que la mañana de este domingo le fue robado un picop a un vecino, pero otros pobladores se percataron en qué vivienda había sido ingresado el vehículo.
Los vecinos avisaron a los agentes, quienes esperaban una orden de juez para allanar el inmueble. En tanto, unos 200 pobladores enfurecidos ingresaron a la propiedad y vieron que el picop estaba desmantelado en un 50 por ciento.
Ante esto, la turba se encolerizó aún más y quemó en el lugar a Chuy Muxín; mientras, Marvin Fidel Santizo, 25, fue llevado unos 20 metros del del lugar, le ataron un lazo en el cuello y lo colgaron de la rama de un árbol.
Eliseo Chonay 35 y Fidel Santizo 25, fallecidos tras incidentes en Patzún, Chimaltenango, @CBMDEPTAL atendió. pic.twitter.com/tLyuHyu1NS
— BDepartamentales (@CBMDEPTAL) March 22, 2015
El menor, quien también fue vapuleado dentro de la vivienda fue trasladado en estado delicado a un hospital de la cabecera.
La turba quemó dos vehículos propiedad de los señalados y causó destrozos en la casa.
De acuerdo con información preliminar, los linchados se dedican a la venta de chatarra para simular el robo de automóviles.
Otros casos
El 10 de febrero de este año, el cadáver de Jenifer Perea, de 10 años, fue encontrado en un pozo en San Vicente Pacaya, Escuintla, lo que causó el repudio de vecinos, quienes lincharon a la madrastra de la menor Lisbeth Paola Rivera Sazo, a quien sindicaron del crimen.
El 5 de este mes, un hombre sindicado de haber dado muerte a un anciano, fue linchado por un turba en la comunidad Pajomel, Santa Cruz La Laguna, Sololá.
Uno de los últimos casos de linchamiento ocurrió el pasado 2 de diciembre en Nueva Santa Rosa, Santa Rosa, donde una turba linchó a una adolescente sindicada de participar en un ataque contra un mototaxista.
Durante el mes de noviembre, varios sectores de la sociedad civil y autoridades comunitarias de Totonicapán expresaron su preocupación por el repunte de linchamientos y otros actos delictivos en ese departamento.
El pasado 23 de septiembre, tres hombres fueron retenidos y quemados por unos mil pobladores de la aldea Palomora, San Andrés Xecul, Totonicapán, quienes los señalaron de extorsionadores y secuestradores.