Eso significa que los interesados en desempeñarse como maestros de primaria deberán estudiar cinco años en total. Primero cursarán el Bachillerato en Ciencias y Letras con orientación en Educación, y luego la carrera de magisterio a nivel superior que es impartida por la Universidad de San Carlos, durante tres años.
López aseguró que se han corregido los vicios que señaló la Corte de Constitucionalidad cuando amparó a la Escuela Normal Bilingüe Intercultural del cantón Xolacul, Nebaj, Quiché, y también los resaltados por la Corte Suprema de Justicia (CSJ) al haber amparado de manera provisional a diputados de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE). En ambos casos se abría la posibilidad de autorizar la carrera de Magisterio, que dejó de existir en el 2012.
Respecto de la exigencia de que el currículo del Bachillerato en Educación incluyera la cosmovisión maya, el mencionado acuerdo, en el artículo 3, ordena un rediseño en razón de “la evidente diversidad lingüística, étnica y cultural del país”.
Sobre el segundo amparo, que dejó en suspenso provisionalmente 116 acuerdos que daban vida al Bachillerato en Educación, el ministro dijo que el 246-2017 ofrece “el fundamento legal” para que existan.
“Esperemos que las cortes resuelvan satisfactoriamente sobre la existencia del Bachillerato —en Educación—, luego de que tomen en consideración este acuerdo y otros que estamos realizando y publicaremos en los próximos días”, agregó López.
Eliminación blanda
Rafael Arriaga, presidente de la Cámara de Educación, aseguró que da la impresión de que las autoridades de Educación pretenden eliminar de manera indirecta la carrera de Magisterio. Criticó, además, que la redacción del acuerdo “no es clara”.
“No estamos en contra de que los profesores continúen de manera obligatoria su formación docente en la universidad, pero sí estamos en contra de la eliminación del Magisterio, porque dejaría un hueco en la formación pedagógica”, afirmó Arriaga.
A su parecer, el Bachillerato en Educación “no sirve para nada”, pues solo se agregan algunas clases al currículo del Bachillerato en Ciencias y Letras que al final resultan insuficientes.
“Tememos que en enero, cuando los institutos y escuelas normales queramos inscribir alumnos a Magisterio, el Mineduc no nos permita hacerlo. Esto a pesar de que el ministro ha dicho en dos ocasiones que la carrera está vigente en el país”, sentenció Arriaga.
Cambio positivo
Ada Fabián, consultora de la Gran Campaña por la Educación, comentó que el acuerdo gubernativo es positivo, porque el mejoramiento en la preparación docente siempre se traduce en el incremento de la calidad educativa a nivel general y el acuerdo aprobado garantiza que la formación docente se eleve al nivel universitario.
“De esta forma, al igual que con los maestros de secundaria, los profesores de primaria también tendrán formación profesional”, aseguró.