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Guatemaltecos oran por el próximo gobierno y la paz

Las jornadas de oración en la Plaza de la Constitución comenzaron el año pasado, junto a las manifestaciones pacíficas en contra de la corrupción.

Las jornadas de oración por el país comenzaron este sábado en la Plaza de la Constitución. (Foto Prensa Libre: Edwin Bercián)

Las jornadas de oración por el país comenzaron este sábado en la Plaza de la Constitución. (Foto Prensa Libre: Edwin Bercián)

Con la consigna “Seamos uno. Dios transformará a la Nación”,  un grupo de ciudadanos se reunió a las 6 horas de este sábado frente al Palacio Nacional de la Cultura para pedir por la paz en el país.

Los guatemaltecos también rogaron para que Dios de sabiduría para las próximas autoridades, encabezadas por el presidente electo, Jimmy Morales, y el vicepresidente electo Jafeth Cabrera, quienes tomarán posesión el 14 de enero.

El grupo intercesor está integrado por representantes de varias iglesias evangélicas de Guatemala, que planean continuar con estas jornadas de oración, además de efectuar un ayuno después del cambio de mando para que Dios guíe al nuevo gobierno.

La Bandera Nacional y alabanzas acompañaron al grupo durante su actividad.

La primera jornada de oración se efectuó el 16 de mayo del año pasado, un mes después de que el Ministerio Público y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala revelaran la existencia de la estructura de defraudación aduanera La Línea liderada por autoridades de gobierno.

La primera convocatoria, lanzada a través de las redes sociales, logró reunir a unas 500 personas, quienes se dividieron en los cuatro puntos cardinales de la Plaza de la Constitución para pedir el cese de la violencia y la corrupción en todo el país.

Desde entonces, los ciudadanos se reunieron cada 15 días para orar y pedir protección para quienes participarían en las manifestaciones pacíficas que por 20 sábados consecutivos pidieron justicia ante los actos de corrupción de las autoridades.

Este sábado comenzó de nuevo el clamor a Dios de parte de los ciudadanos, quienes confían en que el país tendrá un cambio beneficioso si se cuenta con el respaldo divino.