El primer contrato tiene un plazo de dos años, y el segundo, de 50.

“Me reuní el martes con los representantes del IPM, y concretamente les recomendé que abortaran el proceso de arrendamiento. Les manifesté que tenía características de concesión o de usufructo”, explicó Mencos.

“No puedo adelantar otra opinión hasta que no veamos los documentos de lo que el expresidente Otto Pérez Molina trasladó al IPM y analizar el uso de esta figura de arrendamiento. De forma directa, les dije que suspendieran el contrato”, agregó.

El 26 de julio del 2012, el Ministerio de Finanzas, por medio de la Dirección de Bienes del Estado, entregó tres fincas, sin pago, al IPM. Una de estas es el terreno al lado del Campo de Marte y el Estadio del Ejército, valorado en Q34.2 millones.

El primero de los contratos, suscrito el 22 de enero de este año, además de dar los terrenos en arrendamiento, le otorga a Futeca un mandato especial de representación para firmar memoriales, formularios, firmar estudios, planos y toda la documentación requerida para hacer la construcción.

El primer año, según el contrato, se convino una renta mensual de US$10 mil más IVA, y el segundo, de US$22 mil, más IVA.

Se establece que, al término de dos años, el IPM deberá vender bienes como estructuras y graderías metálicas, y Futeca demolerá el cemento.

El gerente del IPM, Javier Robles Arrivillaga, explicó que el Gobierno incumplió durante los últimos 15 años el pago de Q500 millones para garantizar las prestaciones de sus afiliados. El IPM genera fondos propios a través de los arrendamientos y las reservas que tiene en los bancos, agregó.

“No hemos cedido nada. No hemos vendido el estadio. Tenemos un contrato de arrendamiento como los tenemos en varios casos que tiene el IPM”, comentó Robles.

Estadio moderno

Javier Arzú, en representación del grupo constructor, indicó que fueron “invitados”, junto a dos empresas, para presentar un proyecto. “Éramos el único grupo que cumplía con las tres áreas: el área comercial, deportiva y la de eventos”, detalló.

A la vuelta de 50 años, el estadio y el centro comercial serán propiedad del IPM, afirmó. “Se convino un arrendamiento con renta fija; ellos siguen lucrando con el estadio, yo no recibo ningún beneficio —por ahora—. Cuando comience la construcción subirá el arrendamiento, el valor por vara, y cuando finalice aumentará más y ellos —IPM— tendrían un 10 por ciento sobre las ventas brutas”, precisó.

La procuradora general de la Nación, Anabella Morfín, explicó que la nación es la dueña de todas las tierras que forman el patrimonio del Estado.

“La Nación adscribe a nombre de determinadas instituciones ciertos inmuebles para el cumplimiento de sus fines. No se puede disponer del patrimonio de una manera arbitraria ni en afectación de los intereses del Estado”, advirtió.

Contratos de arrendamiento

• Estas son algunas particularidades, según los documentos.
• El primero,  acordado  por dos años, autoriza planificar y obtener permisos, licencias para un complejo deportivo y comercial.
• El IPM sigue siendo propietario de las fincas, aunque el segundo contrato se dio en alquiler por 50 años.
• Los fondos servirían para garantizar jubilaciones de militares.

Otros terrenos

• En julio del 2012, el Estado cedió al IPM un terreno en Las Jacarandas de Cayalá, zona 16, valuado en Q23.7 millones, que se destinaría para un instituto militar.
• También se le otorgó una fracción de la finca Santa Rosa, en Escuintla, con valor de Q58.6 millones.