Comunitario

Menores de edad se vuelven insensibles ante hechos criminales

Frecuentemente se observa a menores de edad siendo espectadores del desenlace de un hecho de violencia. Inclusive en muchos casos estos pequeños se presentan a la escena antes que las autoridades. 

Según señala la psicóloga Luky de Polasek, los niños pierden la capacidad de sorprenderse de hechos delictivos que terminan en muerte y lo viven cómo algo muy natural. 

Los menores de edad encuentran fascinante que un suceso así este pasando en su colonia, porqué lo ven importante para comentar con sus amigos, vecinos o en la escuela.  

El presenciar diversos escenarios de estos motivan el cambio de comportamiento de los pequeños y como consecuencia caen en las garras de las pandillas, pues su capacidad de raciocinio desaparece. 

Sin embargo, la experta señala que no todo esta perdido, un pequeño porcentaje de estos niños tienen resiliencia y en lugar de involucrarse en un ambiente noscivo, se pueden convertir en agentes de la justicia

Según el Informe de la Situación de la Niñez y la Adolescencia en Guatemala, elaborado por la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala, el país es la nación centroamericana que menos invierte en su niñez y adolescencia. Mientras Honduras, Costa Rica y Nicaragua destinan más del 6 por ciento del producto interno bruto (PIB) a la infancia, el Estado de Guatemala invierte únicamente el 3.1 por ciento.

Juan Pablo Romero, fundador de la Asociación Los Patojos, que apoya a jóvenes de escasos recursos, asegura que el sistema educativo aún no responde a las necesidades de quienes cuentan con oportunidades para estudiar, pues en otros casos, la falta de oportunidades y la necesidad de trabajar les tiene vedado este derecho.

Según el Informe Nacional del Desarrollo Humano 2011-2012, Guatemala: ¿Un país de oportunidades para la juventud?, refirió que en aquel momento había 800 mil jóvenes de 13 a 18 años, fuera del sistema educativo: la mayoría mujeres.

Además, la Unicef identificó un vínculo entre el alto número de deserción escolar entre los 12 y 14 años y la inseguridad en los países de Centroamérica.

En el IDH 2013-2014, Seguridad Ciudadana con Rostro Humano, los jóvenes constituyen el grupo más afectado por la criminalidad y la violencia, como hechores o víctimas.

En el 2013, 504 de las víctimas de homicidios con arma de fuego fueron menores, y de acuerdo con datos de la Policía Nacional Civil, en los primeros seis meses del 2014 fueron detenidos un mil 254 menores por delitos, 27 de ellos por lesiones con arma de fuego y 23 por homicidio con arma de fuego.

“Desde el punto de vista estructural, la falta de acceso a la educación, a la salud, a vivienda decente y espacios para la recreación también orilla a que muchos jóvenes sean captados por el crimen organizado e incurran en delitos”, expuso Zoel Franco, del Programa de Adolescentes en Conflicto con la Ley, del Instituto de Estudios Comparados, quien considera que la anunciada Política Nacional para la Prevención del Delito y la Violencia aún no se implementa a cabalidad, lo cual prolonga las causas del problema.

ESCRITO POR: