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Pacientes se resignan ante la falta de insumos y medicinas

Pagar exámenes especializados en clínicas y laboratorios privados, así como comprar medicamentos, guantes, jeringas y otros insumos para recibir atención, todavía son el pan de cada día para los usuarios de hospitales nacionales.

Zoila de Jesús Echeverría, de 93 años, es trasladada por su nuera Julia Juárez, en su visita al San Juan de Dios. (Foto Prensa Libre: Juan Carlos Rivera)

Zoila de Jesús Echeverría, de 93 años, es trasladada por su nuera Julia Juárez, en su visita al San Juan de Dios. (Foto Prensa Libre: Juan Carlos Rivera)

Los afectados saben que la atención debería ser gratuita, pero se resignan a gastar el poco dinero que tienen. El Ministerio de Salud anunció que el 2017 comenzará sin deudas para ocho de los 44 hospitales nacionales.

Prensa Libre efectuó una visita a seis de esos nosocomios y comprobó que el anunciado logro todavía no se traduce en beneficio para los pacientes, pues hay medicamentos e insumos que se deben pagar por parte de los usuarios.

Pacientes de las consultas externas de los hospitales Roosevelt y San Juan de Dios, en la capital, comentan que el servicio que reciben por parte de los médicos es muy bueno y que el trato ha cambiado, por lo que no hay quejas de ese tipo.

La mayoría de los entrevistados afirmó que en esos hospitales se practican exámenes de laboratorio, pero si se requiere algún examen especializado son referidos a una clínica privada donde el costo de esas pruebas puede reducirse hasta en 70% si se acude a la oficina de trabajo social.

Para cirugías y otros procedimientos, los usuarios refieren que sí es necesario comprar algunos insumos, pues de lo contrario deberían esperar meses.

En cuanto a la compra de medicamentos, los pacientes del San Juan de Dios refieren que acuden a la farmacia de ese hospital, pero esta tiene precios similares a los de proveedores privados. En el Roosevelt, los pacientes indicaron que reciben medicamentos, aunque algunos exámenes deben practicárselos fuera.

Las visitas se efectuaron en los hospitales Roosevelt y San Juan de Dios, en la capital; en el de Cuilapa, Santa Rosa; Antigua Guatemala, Sacatepéquez; Escuintla; y Poptún, Petén.

Gasto necesario

Después de 15 días de haber permanecido internada en el San Juan de Dios, una paciente, quien prefirió no dar su nombre, fue dada de alta ayer. Procedente de la zona 21, ingresó por fractura en la tibia y peroné de la pierna derecha, y para su cirugía debió gastar Q6 mil en insumos.

El esposo de la mencionada paciente afirmó que fue difícil conseguir el dinero.

Gloria de Paz comentó que hace un año llegó a ese hospital debido a que en el Centro de Salud de El Porvenir, Villa Canales, donde reside, “nunca hay médicos”.

De Paz aseguró que ha sido bien atendida, pero que sí debió comprar algunos insumos para una cirugía.

“Para los que tenemos, si podemos comprar y ayudar con algo está bien pues no debemos esperar que todo sea gratis, pero hay personas que no tienen ni para comer y por necesidad vienen al hospital. A ellos sí hay que darles todo”, aseguró la mencionada paciente.

De la misma forma, Armenio Escobar, quien viaja desde Nuevo San Carlos, Retalhuleu, para ser atendido en el Hospital Roosevelt, debe reunir, además del pasaje, los Q120 que necesita para pagar exámenes de laboratorio que no puede efectuarse en el hospital por falta de reactivos.

A Escobar le practicarán una endoscopía en dicho nosocomio que, resaltó, en un centro privado cuesta Q1 mil 500.
Mejor lo natural

En el hospital de Cuilapa, Santa Rosa, María Susana Méndez reclamó por la falta de medicamentos, pues efectuó un viaje desde Oratorio, en el mismo departamento, para que atendieran a su hija, quien desde hace varios días tiene diarrea, fiebre y tos.

“Me dieron una receta. Si supieran los médicos que nosotros venimos ajustando el pasaje. Si yo hubiera sabido que así es en el hospital, mejor le hubiera dado aguas de hierbas que estoy segura que sí me la curan, y no hubiera venido a perder tiempo y a gastar”, dijo  con enojo y preocupación.

En el mismo hospital, Isabel Carrillo permanece desde hace tres días en Cirugía de Mujeres, y sus familiares afirmaron que no ha recibido atención porque “no hay medicamentos” y otros insumos para la operación que requiere.

Para los usuarios de los hospitales de la provincia es más difícil modificar su presupuesto para la compra de medicamentos o insumos, por lo que esta es una queja constante y generalizada.

En uno de los cuatro hospitales visitados por Prensa Libre se recibieron quejas por malos tratos por parte del personal médico y de enfermería, y en los otros tres se cuestiona la falta de medicinas, incluso para los pacientes internados en las distintas unidades médicas.

Debido a la distancia, algunas de las personas que buscan ayuda en los hospitales de la provincia deben desajustar su presupuesto de alimentación para pagar transporte, pero al llegar se desaniman porque les piden guantes, jeringas u otros insumos, o simplemente se les da una receta para que compren por su cuenta el medicamento.

Los usuarios confían en que este año haya más medicamentos y se les atienda de forma integral, pues afirman que a veces gastan lo de un día de comida para recuperar la salud.

Usuarios del Hospital Pedro de Betancourt reportaron que la atención es buena, aunque en ocasiones les piden gasas, jeringas y medicina para poder ser atendidos, como en el caso de Cristina Sequén, originaria de Chimaltenango, quien debido a una caída tiene una herida en el pie.

Se quejan

En Escuintla, Celeste Vásquez comentó que, para atender a su hijo, un médico pidió que comprara guantes y jeringas, pues en el hospital no hay. “Es lamentable lo que sucede. Uno acude a los hospitales porque no hay dinero, y resulta que nos mandan a comprar medicamentos. Espero que estas personas no hagan fiesta con nuestra necesidad”, indicó.

María Méndez, cuya madre se encuentra internada por problemas renales, señaló que recibe medicamentos, pero los tratamientos de hemodiálisis se ofrecen afuera del hospital.

“Esta enfermedad es muy grave, y sería útil que los tratamientos los recibieran aquí mismo y no tener que sacar a los pacientes, porque es una tortura para ellos”, dijo.

También hay nosocomios donde las quejas son mínimas, como en Poptún, Petén, donde Ana María Cruz comentó que su nieto recibió un trato digno.

“Esta es la tercera vez que vengo para su consulta y tratamiento. A comparación de como se nos atendía el año pasado, ahora nos han regalado los medicamentos y esto es bueno porque habemos muchos que no contamos con los suficientes recursos para comprarlos”, aseguró.