Guatemala

Deuda se acerca a un extremo riesgoso

Aunque las autoridades del Ministerio de Finanzas Públicas presumen que la deuda del país, comparada con el producto interno bruto (PIB), es una de las más bajas en Latinoamérica, ayer, en el Congreso de la República, reconocieron que al confrontar los compromisos totales acumulados con los ingresos tributarios se está llegando a puntos críticos.

Autoridades del Tesoro y de la SAT explican el Presupuesto a la Comisión de Finanzas del Congreso. (Foto Prensa Libre: Esbin García)

Autoridades del Tesoro y de la SAT explican el Presupuesto a la Comisión de Finanzas del Congreso. (Foto Prensa Libre: Esbin García)

Durante la exposición de los funcionarios de la cartera del Tesoro, en la Comisión de Finanzas del Legislativo, el diputado Juan José Porras inquirió sobre la situación de la deuda a las autoridades ministeriales, pues para el próximo año se proyecta contratar Q14 mil 106.1 millones más en deuda para financiar los gastos programados.

Para Saúl Figueroa, viceministro de Ingresos y Evaluación Fiscal, el 17 por ciento de la captación prevista para el 2016 son bonos del tesoro y créditos con organismos internacionales.

Reconoció que el saldo de la deuda total acumulada, comparada con los ingresos fiscales del país, se proyecta para el 2016 en 226 por ciento, y explicó a los congresistas que “organismos internacionales calculan que el rango crítico es de 230”.

Según el ministro de Finanzas, Edwin Martínez, en este momento el indicador se encuentra en 224 por ciento, y negó que haya un rango crítico.

Ricardo Barrientos, economista del Instituto Centroamericano en Estudios Fiscales (Icefi), explicó: “A las autoridades les gusta comparar la deuda con el PIB porque, en efecto, es una de las mejores a nivel mundial, pero este indicador puede resultar un espejismo, ya que no toda la producción se dedica a pagar la deuda pública”.

Agregó: “El problema es serio, pero más allá del punto crítico, que algunas instituciones calculan en 230 y otras, como el FMI, en 250, lo que preocupa es lo rápido que está creciendo, pues hace 10 años el indicador estaba en 172 por ciento, y la proyección es que este año culmine en 224; el alza es acelerada y preocupa”.

Según datos del Icefi, el saldo de la deuda comparada con los ingresos se disparó del 2008 al 2009, pues pasó de 167 por ciento a 208 por ciento.

En esa época no se aprobó el Presupuesto y había una crisis económica mundial que golpeó fuerte a Estados Unidos, el principal socio comercial de Guatemala, por lo que se reprimió el comercio extranjero, se cayeron los ingresos tributarios y también las remesas familiares, lo que obligó a contratar deuda para mitigar la crisis.

Aunque en el 2011 se logró reducir de 218 por ciento a 216 por ciento, del 2012 a la fecha ha ido en aumento hasta llegar al 226 por ciento en que, según Figueroa, cerraría el otro año.

Juan José Porras, secretario de la Comisión de Finanzas del Congreso, explicó que por ello se hace un análisis del presupuesto de manera técnica, porque preocupa que cada vez más se utilicen recursos para pagar deuda y no para inversión.

“No puede ser que se contrate deuda para pagar más deuda. Es como si yo topara una tarjeta de crédito y solicitara otra para pagar los compromisos que tengo con otro banco”, comentó Porras.

Según el proyecto de presupuesto del 2016, de los Q11 mil 60.2 millones en bonos del tesoro que se espera colocar, se utilizará el 72 por ciento —Q8 mil cinco millones— para pagar deuda contratada en otros años.

El 16 por ciento se pagará al Banco de Guatemala en deficiencias netas, por mantener la estabilidad macroeconómica del país, el 5 por ciento —Q500 millones— para el apoyo al adulto mayor y el 2 por ciento —Q271.2 millones— para el Instituto Nacional de Bosques, entre otros rubros.

Para inversión se contemplan Q2 mil 143.4 millones, que saldrán de los Q3 mil 45.9 millones que se prevén financiar con préstamos externos.

Rechazo

“El problema radica en que el país paga deuda con deuda. Pareciera falso el indicador que dice que tenemos una deuda sana”, manifestó Álvaro González, vicepresidente de la Comisión de Finanzas del Legislativo.

A criterio de González, se deben establecer las necesidades básicas y hacer una depuración de todos los renglones superfluos, como viáticos para el exterior o publicidad para la Presidencia y Vicepresidencia.

El diputado considera que el techo de gasto debe quedar en unos Q70 mil millones, aunque reconoció que parte del incremento se debe al pago de deficiencias netas al Banguat. “Si quitamos los Q1 mil 700 millones, tendríamos un presupuesto similar al de este año”, dijo.

El superintendente interino de Administración Tributaria, Francisco Rivera, explicó que la proyección de recaudación para este año es la más conservadora, y que calculan obtener unos Q500 millones más de los Q34 mil 500 millones que están proyectados.

Costo de la nómina

Durante su exposición a los diputados, las autoridades de la cartera del Tesoro explicaron que de los Q72 mil 430 millones que se proyectan como gasto para el 2016, el 29.7 por ciento —Q21 mil 511.7 millones— servirá para pagar la nómina de los empleados del Estado.

Este año, la nómina representó 27.9 por ciento del total del presupuesto, y un año antes fue de 24.8 por ciento.

El ministerio con mayor número de responsabilidades de nómina es Educación. De los Q21 mil 511.7 millones, el 49 por ciento —Q10 mil 540.4 millones— se destina a ese fin.

Le sigue Gobernación, que representa el 14 por ciento —Q3 mil 11 millones—, y Salud, 12 por ciento —Q2 mil 581 millones—.

Según la gráfica presentada por Finanzas, en años de elecciones hay incremento en el pago de nómina.

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