En esta oportunidad le compartimos la biografía de tres escritores, que en diferentes épocas plasmaron en sus obras su particular forma de ver a la sociedad guatemalteca.

José Milla y Vidaurre

Uno de los fundadores de la novela en la literatura guatemalteca. Fue un cronista influyente con quien se puede revivir al guatemalteco del siglo XIX, con una lectura amena y rica en detalles.

También conocido como Pepe Milla, nació en la ciudad de Guatemala el 4 agosto de 1822, sus padres fueron el general José Justo Milla Pineda, jefe de estado de Honduras en 1827, y la señora Mercedes Vidaurre Molina.

Milla firmó algunos de sus libros con el anagrama Salomé Jil. Maneja el cuadro y la novela constumbrista de forma magistral, pues retrata el ingenio a veces ingenuo por contradictorio que esto parezca, de sus contemporáneos, a la vez que salva para la posteridad los localismos de se época.

Con José Milla uno se puede transportar a aquellos lejanos tiempos, ve los elegantes carruajes que pasaban a toda prisa por la Calle Real -hoy Sexta Avenida-, los cuales, tras de sí dejaban una espesa estela de polvo que exasperaba a más de algún caminante. “Partiendo de San Francisco va en línea recta a desembocar en la plaza mayor, formada por dos hileras de espaciosas y cómodas construcciones”. Tambien al leer sus obras se pueden imaginar las grandes casas de la Guatemala de antaño de las familias pudientes o los almacenes de ropa y perfumes. Incluso entre los escritos de Milla se puede espiar a una par de muchachos parados en una esquina, atentos a que una muchacha bajara o subiera de su carruaje para, así poder verle “dos pulgadas de pantorrilla”.

En general la obra de Milla refleja la nacionalidad, en especial en sus Cuadros de Costumbres y El Canasto del Sastre. En cambio, Historia de un Pepe, Los Nazarenos y La Hija del Adelantado se encaminan más hacia la novela histórica.

Pepe Milla falleció el 30 de septiembre de 1882, durante su funeral fueron reconocidos sus numerosos méritos literarios: “y hombre tan importante, que vivió en medio de una honradísima pobreza, porque Milla fue siempre probo; y literato tan esclarecido que, a costa de penosísimas vigilias, escribía la grande obra de la Historia de la América Central; y maestro desinteresado, benévolo y cariñoso, ha muerto, ha desaparecido para siempre, dejando un gran vacío en los puestos desocupados de las letras centroamericanas, vacío sólo comparable, en su grandeza, a la grandeza de la indecible pena de todos los que sabíamos estimar a José Milla, por su talento, por sus obras, por ser, en fin, el Ilustre Decano de la Literatura Centroamericana”.

Miguel Ángel Asturias

“Lo felicito por el Premio Nobel” llegó a decirle a la embajada a Miguel Ángel Asturias, el embajador de Suecia, el 19 de octubre de 1967. “La notificación oficial ya fue entregada”, agregó. Así fue como, según el diario El Gráfico del 20 de octubre de ese año, se enteró Asturias sobre el galardón que le sería otorgado.

Asturias nació el 19 de octubre, en la 13 avenida y 15 calle de la zona 1, conocida como Avenida de la Caballería, en el hogar del licenciado Ernesto Asturias y María Rosales.

Debido a problemas de su padre con el dictador Manuel Estrada Cabrera, toda la familia se trasladó a Salamá, Baja Verapaz. Allí realizó sus primeros estudios, hasta 1908, cuando regresa a la capital. Su bachillerato lo cursó en el Instituto Central para Varones y luego en 1918 cambia la Facultad de Medicina por la de Ciencias Jurídicas y Sociales de donde egresa con su polémica tesis El problema social del indio.

Fue un novelista y poeta del realismo mágico, influido en sus inicios por el realismo, aunque su campo predilecto fue la mitología aborigen, la propia tierra, en el sentido de compromiso con los sinsabores que sufrían los campesinos sometidos al yugo colonialista.

Muchos consideran su obra “Hombres de Maíz” como su trabajo más importante, ya que retrata el rostro de la injusticia en términos de la cruda explotación colonial. El autor logra acoplar el lenguaje y el ritmo de su prosa a los personajes que presenta, a sus fantásticas creencias, maneras y costumbres.

Sin duda una de las novelas más aclamadas de Asturias fue “El señor presidente”, la cual concluyó en el año 1933, pero permaneció inédita hasta 1946. Con esta obra mostró su talento e influencia como novelista, fue descrita como “una denuncia apasionada contra el dictador guatemalteco Manuel Estrada Cabrera”, la escribió durante su exilió en París, Francia. Es una de muchas novelas que exploran la vida bajo un dictador de América Latina, de hecho ha sido proclamada como la primera novela real, a explorar el tema de la dictadura.

Leyendas de Guatemala de 1930, fue su primer libro publicado, una colección de nueve historias que exploran los mitos de la época precolonial, así como temas que se refieren al desarrollo de una identidad nacional guatemalteca. Tuvo una gran influencia del Popol Vuh, así como de su creencia en mitos y leyendas populares. Es interesante ya que atrae al lector con una furia de belleza y misterio sin ser capaz de comprender el sentido del espacio y tiempo.

Miguel Ángel Asturias se instaló en París en 1966, donde es nombrado embajador. Ese año gana el premio Lenin de la Paz y posteriormente en 1967 recibe el Nobel de Literatura.

En 1974 cae enfermo y fallece el 9 de junio en el Hospital de la Concepción de Madrid, España. Sus restos descansan en el cementerio Pere Lachaise, en Francia.

Héctor Gaitán

Sus libros “La calle donde tú vives” son el best-seller de Guatemala y el programa radial con el mismo nombre que estuvo al aire por más de 30 años, donde cada día los guatemaltecos escuchaban leyendas e historias sobre espantos y aparecidos.

Héctor Gaitán, nació en 1939, en la ciudad de Guatemala en una casa de la 22 calle de la zona 1, atrás de donde hoy se encuentra el marcador electrónico del Estadio Nacional Mateo Flores. Sus Padres fueron José Luis Gaitán y Gabina Alfaro de Gaitán. Cursó la primaria en la Casa Central, y continuó sus estudios en la Escuela República de Perú y luego en Escuela República de Uruguay. Estudió la secundaria en el Instituto Central para Varones. Después tuvo que salir del país exiliado a México, donde estudió locución y periodismo en la Ademia Novp, en Monterrey, Nuevo León.

Al regresar a Guatemala inició su carrera radial en Voz de la Eterna Primavera y el noticiero Ventana al Pueblo. Sin embargo sería en la radio La Voz de las Américas, cuando invitó a los oyentes a que enviaran cartas con historias de espantos y aparecidos, con lo que su programa rápidamente se convirtió en un éxito.

De allí surgió su programa “La calle donde tú vives”, el cual incluso fue llevado a la televisión y los periódicos. En la década de 1970, Gaitán escribió libros sobre sus historias. De 1974 a 1979 publicó el semanario con el mismo nombre, además editó revistas Hablemos de Guatemala, Leyendas y tradiciones de Guatemala y Leyendas de la Tradición Indígena, publicada por la Casa de la Cultura de Guatemala en Nueva York, y por supuesto los ocho tomos de “La calle donde tú vives”.

Falleció el 23 de enero de 2012 a los 73 años de edad a consecuencia de una complicación de una cirugía.

Héctor Gaitán en una oportunidad relató a Prensa Libre dos sucesos ocurridos uno en el Palacio Nacional y otro en Catedral Metropolitana:

“Del Palacio Nacional hay muchas historias. Una, bastante curiosa ocurrio? el 14 de febrero de 1946: Habi?a dos oficiales de guardia en el Salo?n de Banquetes del Palacio y estaba un conserje barriendo; ellos estaban fuma?ndose un cigarrillo, cuando un pedazo de mamposteri?a del adorno del techo se desprendio? y se estrello? en el piso.

“¡Puchis!”, expresaron,“¿sera? que esta? temblando?; pregunten al Observatorio Nacional”. Entonces no habi?a Insivumeh. En fin, anotaron el hecho en su reporte diario. Cabal, a la media hora vino un cable noticioso de Nueva Orlea?ns: “Fallecio? el expresidente de Guatemala, el general Jorge Ubico”, el que habi?a mandado a construir el Palacio Nacional.”

El segundo relato:

“Un polici?a en la de?cada de 1970 que haci?a su ronda, a eso de las 11 o 12 de la noche, por la 8a. calle, a un costado de la Catedral, donde hay una reja. En eso vio que veni?a un alto oficial del Eje?rcito con sus escoltas. El polici?a se cuadro? y el oficial le dijo: “¿Cumpliendo con su deber?” Si? sen?or, le respondio?. “Muy bien, lo felicito. Continu?e”, le dijo. El oficial y los dos soldados se metieron por esa puerta. ¡Que? raro!, dijo el polici?a. ¿Habra? misa o algo en la Catedral? Ni gente habi?a en la calle. El caso es que lo anoto? en su parte.

Cuando su jefe leyo? aquel reporte le pregunto?: “¿Y dice que era un alto oficial con dos escoltas? ¿Quie?n seri?a?”
Tiempo despue?s, por alguna razo?n el agente acompan?o? a su jefe al Palacio Arzobispal, a una diligencia. En una pared estaba un retrato del general Rafael Carrera, presidente de Guatemala que murio? en 1865. ¡Mire!, dijo el agente. ¡E?se es el oficial que entro? a la Catedral aquella vez!

Como me lo contaron se lo cuento, porque todo cabe en lo posible“.

https://www.youtube.com/watch?v=0cdkrG5D4B0

Con motivo del mes patrio le compartimos el tema “Mi Bella Guatemala”, interpretado por la marimba Chapinlandia. (Video: Tomado de You Tube).

“Tu País”, tema de Jose Luis Perales. (Video: Tomado de You Tube).