Guatemala

Dan último adiós a universitaria muerta en el desierto de Arizona

Familiares y amigos de la estudiante universitaria Rody Roxana Matías Vásquez, quien murió por las altas temperaturas en el desierto de Arizona, cuando viajaba de forma ilegal hacia EE. UU., le dieron el último adiós el domingo último, en la cabecera de Huehuetenango.

Familiares y amigos de Rody Roxana Matías Vásquez llevaron arreglos florales al servicio fúnebre, en la cabecera de Huehuetenango. (Foto Prensa Libre: Mike Castillo)

Familiares y amigos de Rody Roxana Matías Vásquez llevaron arreglos florales al servicio fúnebre, en la cabecera de Huehuetenango. (Foto Prensa Libre: Mike Castillo)

Matías Vásquez, de 23 años, emprendió un viaje hacia EE. UU. con el objetivo de encontrar mejores condiciones económicas que le permitieran ayudar a su familia en Huehuetenango, así como construir una casa y hacer realidad sus sueños de una vida mejor.

Sin embargo, el agotamiento por las temperaturas extremas que se registran en el área desértica de Arizona, no permitió que llegara a su destino, y fue abandonada por el grupo de migrantes con el que viajaba.

Baudilio Matías, padre de la fémina, indicó que no vale la pena que los jóvenes hagan ese tipo de viajes, porque hay 50 por ciento de probabilidades de morir en el intento.

Agregó que su hija deseaba muchas cosas, pero que por falta de oportunidades en Guatemala decidió intentar conquistar el denominado sueño americano, sin imaginar lo que le pasaría.

Matías explicó que Rody era su única hija mujer, y recuerda que deseaba ser locutora, periodista y humanista, por lo que se preparó y ganó algunos cursos, pero la situación económica precaria y la necesidad de recursos económicos la motivaron a viajar.

“Ella siempre dijo que nosotros ya le habíamos dado lo que pudimos y que ahora era su turno de devolvernos algo”, manifestó Matías.

“Mi hija era una joven amigable, obediente y acostumbrada a su familia. Le gustaba participar en actividades deportivas y sociales”, recordó el padre de la estudiante.

Sofía Vásquez, madre de Rody, dijo que esperaba el cuerpo a su hija para darle cristiana sepultura, y aunque la situación que viven es difícil, agradeció que hay un lugar físico para visitarla, y explicó que amigos y vecinos han apoyado a la familia para darles fortaleza.

En busca de oportunidades

El cuerpo de Matías, estudiante de Trabajo Social, de la Universidad San Carlos, fue localizado el 2 de junio último en el desierto de Arizona, pues no soportó las altas temperaturas que afectan a ese sector durante esta época del año.

El agotamiento fue el principal enemigo de la joven mujer, quien fue abandonada por el grupo de migrantes con el que viajaba, a excepción de su amiga, María López, quien esperó hasta recibir ayuda, pero cuando eso sucedió ya era tarde par Rody, quien murió por insolación.

Con semblante sereno, pero con profundo dolor por la pérdida de su hija, Baudilio Matías narra cómo fue que Rody decidió viajar a EE. UU.

Indicó que desde hacía un tiempo ella vivía en Tabasco, México, en donde trabajaba en una embotelladora de bebidas, pero que luego decidió emprender el viaje hacia EE. UU., en donde sería recibida por parientes de algunas de sus amigas, sin imaginarse que esa ilusión terminaría en tragedia.

Añadió que 10 días antes que les notificaran sobre la muerte de su hija, ella le habló por teléfono y en esa ocasión les dijo que lo intentaría –llegar a EE. UU.- para ayudarlos, porque ya le habían dado estudios y le tocaba retribuirles.

“Para nosotros es difícil asimilar su muerte, porque cada fin de mes ella nos visitaba, su decisión de irse la tomó cuando estaba en Tabasco, de otra forma no le hubiéramos permitido, porque sabemos de lo peligroso de ese viaje”, indicó.

Recuerda que Rody siempre fue una joven amigable, obediente y acostumbrada a su familia, a la que acompañaba a las misas dominicales en Catedral.

“Gracias a la compañía y apoyo de todos los vecinos hemos intentado asimilar esta realidad, porque sin su presencia física será difícil”, dijo.

Sofía Vásquez, madre de la joven, dijo que el sueño de su hija era construir su casa y ganar dinero para pagar un tratamiento médico de su papá, pues padece de hipertensión, tiene dos hernias en la espalda y sufre de problemas cardiacos.

Según Vásquez, su hija siempre pesó que en EE. UU. hay oportunidades y se gana dinero con más facilidad que en Huehuetenango, razón por la cual decidió viajar.

Aumentan decesos

Con el aumento de la temperatura en el desierto, autoridades y organizaciones humanitarias registran un incremento en el número de llamadas sobre inmigrantes perdidos o desaparecidos en el desierto en su intento de cruzar a EE. UU.

“En el mes de mayo tuvimos más de cien casos (reportes) que recibimos a través de llamadas y correos electrónicos, y en junio estamos viendo un incremento mayor, porque las temperaturas están aumentando”, dijo Cristine Vernon, directora del programa de migrantes desaparecidos de la Coalición de Derechos Humanos en Tucson, Arizona.

Vernon explicó que cuando reciben un reporte se comunican con la Patrulla Fronteriza, con el consentimiento de la familia, y también movilizan un grupo de rescate con la organización No más Muertes.

“Desafortunadamente, en nuestra base de datos tenemos a varias personas que no se han encontrado, tengo un caso de California de una familia que lleva siete meses buscando a su familiar y no se encuentra en ninguna parte”, relató la activista, quien agregó que este es uno de los muchos casos en que creen que los restos pueden estar en el desierto.

En las últimas dos semanas han sido encontrados cuatro cuerpos en el desierto de Arizona, uno de ellos fue identificado como una inmigrante guatemalteca que cruzó con una amiga. La mujer no sobrevivió a las altas temperaturas.

El consulado de Guatemala realiza los trámites con el equipo médico forense del condado de Pima para la repatriación del cuerpo a su país, mientras su amiga permanece detenida y enfrenta un proceso de deportación.

La temperatura esta semana sobrepasa los 37.8 grados centígrados y la organización Fronteras Compasivas envía a diario voluntarios al desierto para llenar las 50 estaciones de agua que tienen distribuidas en las áreas donde, según las estadísticas, se han encontrado más restos humanos.

“Esto es algo cíclico. Vemos que cada verano mucha gente se viene, pero muchos de ellos no llegan a su destino y lo que queremos es salvar la vida de la mayor cantidad de inmigrantes que podamos”, indicó Juanita Molina, directora de Fronteras Compasivas.

Según Molina, su organización ha recibido en las últimas semanas varias llamadas de familias buscando a su ser querido, aunque lo peor está por llegar porque “julio es el mes más mortal de todo el año”.

La activista dijo que trabajan como puente entre las familias y las autoridades migratorias, y recaban información vital para iniciar un rastreo coordinado con el equipo de Búsqueda, Trauma y Rescate (Borstar) de la Patrulla Fronteriza.

“También proporcionamos un espacio neutral para que las personas no tengan que ir a la Patrulla para hacer estas denuncias, lo pueden hacer desde nuestras oficinas”, indicó Molina.

La organización Fronteras Compasivas trabaja en un proyecto con los responsables del monumento nacional Organ Pipe Cactus. “Queremos colocar más estaciones de agua porque muchas personas han muerto en ese parque, solamente allí encuentran una persona fallecida cada mes”, sostuvo Molina.

Y es que la relación entre el aumento de las temperaturas y las llamadas de emergencia queda patente cada año.

“Hemos rescatado a 293 personas y los agentes han encontrado 25 muertos en lo que va del año fiscal 2015 (que empezó el 1 de octubre de 2014)”, dijo Peter Bidegain, vocero de la Patrulla Fronteriza.

“Los migrantes que están cruzando ahora tienen la opción de marcar al 911. Muchos de los rescates que estamos haciendo en el desierto se inician de esta manera”, explicó.

Agregó que en otros casos, algún miembro del grupo en el que venía el desaparecido reporta que uno de ellos se quedó atrás en malas condiciones y entonces inician un operativo de rescate.

Las autoridades explicaron que cuando los inmigrantes cruzan con un número telefónico de Estados Unidos tienen más posibilidades de encontrarlos, debido a que pueden hacer un posicionamiento de la llamada, aunque el sistema de emergencia también recibe comunicación de celulares de otros países.

Los inmigrantes también cuentan con las torres de rescate que tienen una luz azul, donde pueden pedir ayuda para ser rescatados.

Pero hay ocasiones en las que ninguna de estas opciones es suficiente para salvar la vida de los indocumentados que inician el cruce en busca de una vida mejor.

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