Lilian Alba, directora de división del Instituto Internacional de Los Ángeles, dijo que visitó los consulados en diciembre, cuando comenzó el programa, dejó información para ser distribuida y pidió que la llamaran para abordar el asunto. “En los últimos dos meses les envié afiches y mensajes recordatorios, pero nadie me ha llamado”, sostuvo Alba.

El Programa para Menores Centroamericanos fue creado por el gobierno de Barack Obama en respuesta a la llegada de decenas de miles de menores a la frontera entre México y Estados Unidos, la mayoría centroamericanos que escapaban de la violencia en sus países.

Falta de experiencia

Los cónsules son nuevos en sus puestos. La cónsul de El Salvador, María Mercedes López, asumió en diciembre; el de Honduras, Pablo Mario Ordoñez, en enero, y el de Guatemala, Francisco Cuevas, en febrero.

Al ser entrevistados ninguno estaba plenamente informado sobre el programa. Por ejemplo, no supieron cuántos de sus connacionales habían solicitado el amparo.

Ordoñez, quien confundió varias veces los nombres de las organizaciones involucradas en el programa, y Cuevas dijeron estar haciendo planes para difundirlo. López, en tanto, dijo que informa a la gente a través de charlas comunitarias y entrevistas.

Pero las oficinas diplomáticas no tienen información sobre el programa. El consulado de El Salvador sólo tiene varios afiches con mensajes para desalentar a los menores a viajar por tierra hasta la frontera estadounidense. Y ninguno ha ofrecido un taller específico sobre el plan, como pretenden las organizaciones asesoras.

“Más no podemos hacer. No sé cómo se podría, o sea, estamos haciendo lo que le compete al gobierno. Más allá de lo que le compete, no podemos”, dijo la cónsul salvadoreña.

Hasta el 6 de abril el programa había recibido 309 solicitudes de El Salvador, 82 de Honduras y 12 de Guatemala, de acuerdo con la agencia de admisión de refugiados de Latinoamérica, en la Oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado.

Para los asesores esas cifras son muy bajas y se deben a la poca difusión del programa.

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Madres buscan a hijos migrantes desaparecidos. 

“No estamos viendo las cifras que quisiéramos ver, especialmente en Los Ángeles, donde vive la mayoría de los beneficiarios potenciales”, dijo Martin Zogg, director ejecutivo del Comité Internacional de Rescate. “Mi teléfono debería estar sonando a lo loco pero eso no está ocurriendo”, se quejó.

Las organizaciones sostienen que quisieran promover más el programa pero no tienen fondos ni recursos. Por ahora lo difunden mediante entrevistas con medios noticiosos.

Sin embargo, Zogg y Alba dijeron estar satisfechos con la promoción del Departamento de Estado, que mayormente consiste en información en la página de internet del programa y entrevistas con reporteros.