Guatemala

Soñador se aferra a sus metas

No son buenos tiempos para los jóvenes indocumentados en Estados Unidos. La retórica antinmigrantes del presidente Donald Trump y sus vertiginosos decretos mantienen en vilo a miles, entre ellos Eli Chávez, un guatemalteco que fue llevado por sus padres a ese país cuando tenía 8 meses de vida.

Eli Chávez —centro—, el dreamer de origen guatemalteco, junto a sus padres, José Chávez y Paola Chávez, cuando se graduó de preparatoria, en el 2014. (Foto Prensa Libre: Cortesía José Chávez)

Eli Chávez —centro—, el dreamer de origen guatemalteco, junto a sus padres, José Chávez y Paola Chávez, cuando se graduó de preparatoria, en el 2014. (Foto Prensa Libre: Cortesía José Chávez)

Chávez es uno de los 750 mil jóvenes conocidos como dreamers —soñadores—, beneficiados con la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (Daca, en inglés), que ampara provisionalmente de la deportación a quienes fueron llevados a EE. UU. de niños.

Aunque Trump no ha tocado el Daca en las órdenes ejecutivas que ha promulgado, muchos temen que la medida emitida por Barack Obama sea derogada.

Ilusión intacta

“Mi meta es graduarme y tener una carrera respetable para aportar a mi país, EE. UU.”, afirma Chávez, vía correo electrónico, desde Georgia, Atlanta, donde reside su familia.

El joven, quien ahora tiene 20 años, llegó a ese país en 1997, en los brazos de su madre, cuando apenas era un bebé. Ahora estudia Medicina en la Universidad de Kentucky, que le otorgó una beca, gracias a su buen desempeño en el futbol.

Aunque le gustaría practicar ese deporte de manera profesional, comenta que su sueño y meta a mediano plazo es graduarse de anestesiólogo para trabajar con niños, ya que ellos “son el futuro”.

Eli Chávez llegó a EE. UU. con su madre cuando tenía 8 meses, en 1997. Un año antes había migrado su padre.

Su familia es originaria de Nueva Concepción, Escuintla.

Migraron por la inseguridad, pues la familia del padre tenía un negocio y constantemente eran extorsionados y amenazados.


Es optimista también en cuanto a la eventual intención de Trump de deportar a los dreamers, y considera que eso no podrá darse, ya que costaría “mucho tiempo y dinero”.

“El Gobierno no deportaría a tanta gente que aporta a la economía y vida social estadounidense”, señala confiado el joven, quien asegura que una deportación tampoco cortaría sus sueños.

“Si por alguna razón pasara —ser deportado—, eso no me detendría, seguiría mis estudios en Guatemala o en cualquier otro país del mundo donde se me dé la oportunidad”, expone el joven, quien a pesar de que toda su vida ha vivido en EE. UU., asegura sentirse “orgulloso” de haber nacido en Guatemala.

“Guatemala es un país muy lindo, me encantaría volver en el futuro y algún día llevar a mis hijos para que conozcan sus raíces. También pienso construir una casa donde poder disfrutar mis vacaciones”, afirma.

“Sería injusto”

José y Paola Chávez, padres del soñador, ruegan todos los días a Dios para que Trump no propicie la deportación de miles de jóvenes, pues en el caso de su hijo, regresaría a un país que no conoce y donde se habla un idioma que no domina del todo.

“Me parecería inhumano sacar a muchachos que no han cometido ningún delito, que lo único que quieren es estudiar y que no pidieron venir a este país”, dice José, quien con orgullo cuenta que en una reciente evaluación su hijo fue calificado entre los mejores 80 estudiantes de Medicina a escala nacional.

En tanto, Paola reclama que “no sería justo robarle el sueño a los jóvenes que están luchando y que quieren superarse”.

La madre dice que si su hijo fuera obligado a salir tendrían que mudarse a Guatemala, aunque reconoce que sería difícil traer al país a sus otros dos hijos, de 16 y 13 años, quienes son ciudadanos estadounidenses. “No hemos pensado en eso”, reflexiona.

¿Qué es el Daca?

Decreto

La Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (Daca, en inglés) es un decreto firmado por Barack Obama en junio del 2012 y ampliado en el 2014, el cual frena la deportación de los jóvenes indocumentados que ingresaron antes del 1 de enero del 2010 a EE. UU. y antes de cumplir los 16 años de edad.

Los beneficiarios del programa también tienen derecho a obtener un permiso de trabajo y a salir del territorio estadounidense, toda vez gestionen un permiso.

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