“Qué triste es saber esto, no hay palabra para describirlo. Cómo es posible que una menor quede embarazada y no se investigue. En las comunidades es donde se más se registran estos problemas”, manifestó Marisol Orellana, vecina de San Benito.

Víctima de abuso

Anaité Castillo, vecina de Santa Elena, Flores, manifestó que lo hijos es lo más sagrado en este mundo y que no da crédito que una niña ya fuera madre, producto de los muchos casos de violación que existe en el país.

La historia de la víctima, oriunda y residente de la comunidad La Montería, ubicada a 45 kilómetros de la zona urbana de Sayaxché, Petén, se remonta cuando ella apenas tenía 11 años y ocho meses, cuando un sujeto no identificado la ultrajó en repetidas ocasiones, ya que aprovechó la soledad de la niña, debido a que sus familiares se dedican a labores agrícolas.

Triste final

Del acto de violación, Juanita (nombre ficticio) quedó embarazada y dio a luz a una bebé que actualmente tienen siete meses y quedó en la orfandad, ya que su joven madre dejó de existir luego de varios días de padecer insuficiencia respiratoria. 

Según se indicó, se desconoce si los padres de la Juanita, denunciaron el abuso del que fue víctima su hija. Se informó que le bebé quedó bajo los cuidados de sus abuelos maternos.

Estuardo Puga Castellanos, delegado Procuraduría de los Derechos Humanos, en Santa Elena, Flores, manifestó que abrirán un expediente de oficio. Añadió que estos casos se registran con mayor número en el área rural.
Agregó que la mayoría de violaciones sexuales ocurren por parte de familiares cercanos, como tíos, primos, abuelos y los propios padres.

Ambiente inseguro

Explicó que cuando se efectúa un rescate, las víctimas son trasladadas a refugios infantiles en un ambiente inseguro, el cual, en vez de mejorar su situación, su autoestima se deteriora.

Personal del Fondo de Población de las Naciones Unidas, revelaron el año pasado que la Petén ocupaba el primer lugar en embarazos o matrimonios en adolescentes menores de 14 años, seguido de Izabal y Zacapa, lo cual, según la ley, se considera un acto de violación.