Jorge Wong, politólogo de la Universidad de San Carlos, señaló que la de Finanzas y Moneda es de las más apetecidas, por el manejo de los fondos públicos, aunque también ha sido manchada por la manera como los diputados han permitido la distribución del dinero.

En el caso de la de Energía y Minas, refirió que es requerida porque ahí se han manejado las licencias mineras, pese a que en consultas la población ha mostrado su oposición.

Salud y Gobernación también cobran un interés particular, según Wong. La primera, porque se relaciona con grandes cantidades de dinero que gasta el Gobierno en insumos y medicamentos, y la segunda, por la compra de armas y municiones, que son negocios a menudo cuestionados.

Wong refirió que la Comisión de Comunicaciones es prioritaria porque allí se ve la contratación de obra gris en la provincia. “Aquí es donde también viene el clientelismo de cada uno de los diputados de llevar agua a su molino, porque es uno de los puntos más fuertes a la hora de realizar campaña. Demuestra quiénes son los diputados que más poder tienen, los que mejor cabildean, y justo con eso también van las municipalidades”, comentó.

Según José Carlos Sanabria, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), la importancia de las comisiones se concentra en la función de los temas que tratan.

“Es de interés para los partidos que quieren tener el control, mayor incidencia. Entre más quiera incidir el partido, va a buscar presidir la comisión, y aunque no la presida, puede ser parte de esta, pero lo importante de ejercer la presidencia es que tiene el control de la agenda, de lo que se discute”, explicó.

Otros negocios

Wong refirió que en las comisiones los legisladores ven negocios grandes que hace el Gobierno, y ellos toman las decisiones. Así también son quienes aprueban iniciativas para que pasen al pleno, o no.

“Todo esto permite negociaciones bajo la mesa, y es allí donde justamente está el cheque de bono para algunos diputados; no para todos, pero cuando ya se saltan las barreras, empieza a descubrirse ese tipo de cuestiones y negociaciones sucias. Verdaderamente las comisiones son un botín en el Congreso, y lo facilitan las negociaciones y el alto perfil de los negocios que allí se realizan”, aseveró.

La politóloga Geidy de Mata indicó que a los diputados que presiden las comisiones se les da poder de influir a través de los bloques y obstaculizar el debate, aunque en realidad deberían favorecerlo.

“Pero lo que prevalece son intereses de particulares, grupos organizados y estructuras que se resisten a fortalecer la institucionalidad del Estado. Aquí el reto es el fortalecimiento de la administración pública, y para eso es necesario crear condiciones como organismo de Estado, ir generando esas transformaciones dentro del Estado que permitan garantizar el respeto a la Ley”, aseveró.

Luis Hernández, presidente de la Comisión de Salud, reconoció que en efecto hay salas que tienen mayor importancia política, por los temas que manejan, como el caso de la de Finanzas o la suya propia.

Jairo Flores, presidente de la sala de Finanzas y Moneda, declaró que bajo su dirección han cesado las antiguas prácticas y que las discusiones sobre presupuesto y otros temas han sido a puerta abierta, legado que deja para el próximo año.

En todo caso, la definición de la directiva siguiente marcará si continuará el dominio de ciertos partidos en las comisiones o si estas pasarán a otras manos, pues en este momento son moneda de cambio.