Guatemala

Congreso envía a la CC reformas a la Ley Electoral

Con el aval de 124 diputados, el Congreso aprobó el acuerdo con el que se enviará a la Corte de Constitucionalidad (CC), el proyecto con el que se busca reformar la Ley Electoral y de Partidos Políticos.

Congresistas envían mediante acuerdo las reformas electorales a la CC. (Foto Prensa Libre: Esbin García)

Congresistas envían mediante acuerdo las reformas electorales a la CC. (Foto Prensa Libre: Esbin García)

Esta es la segunda oportunidad en la que el Congreso envía a la CC el expediente que busca reformas electorales, el primer intento fue el 20 de agosto, pero con la advertencia de posibles vicios en el proceso de aprobación.

El nuevo acuerdo está calzado con el número 11-2015, ahora corresponde a la Corte realizar un análisis y emitir una opinión sobre las posibles inconstitucionalidades que tendrían las propuestas presentadas por los legisladores.

Aunque las reformas electorales han sido solicitadas por varios sectores, las que están siendo sometidas a una opinión consultiva a la CC, no son bien recibidas, ya que la intención era que éstas entraran en vigencia antes de las elecciones generales, ya que se pretendía que se hicieran cambios que cobraran vigencia de inmediato, tal es el caso de la prohibición del transfuguismo parlamentario.

Además, algunas entidades advirtieron sobre la duplicidad, confusión o doble intención de algunos artículos; por ejemplo, se permite a los Comités Cívicos proponer diputados, pero se les recorta la cantidad de recursos de financiamiento.

Proceso

Luego de que se envía el expediente a la CC, los magistrados deberán ofrecer una opinión sobre la legalidad o no de todos los artículos presentados.

Posterior a ello, el expediente regresa al Congreso donde debe de ser aprobado en tercera lectura, por artículo y redacción final por los diputados.

No es la primera vez que la CC emite opinión sobre una propuesta para reformar la Ley Electoral, en 2013 los magistrados devolvieron un expediente, pero éste nunca fue retomado por los congresistas, argumentando que era rechazado por la población.

En algún momento, diputados consideraron que la intención de algunas bancadas era retardar la aprobación para que la población dejara de exigir los cambios, y para que no pudieran hacerse las reformas antes de las elecciones generales.