Guatemala

El ambiguo apoyo de Jimmy Morales a la labor de Cicig

El presidente Jimmy Morales no asistió a la reunión del comisionado con la ONU y cooperantes el 27 de junio último año, aunque en 2016 sí asistió, pero entonces no estaban señalados su hijo y hermano en un caso de corrupción.

El presidente Jimmy Morales y el comisionado Iván Velásquez durante la presentación del informe anual de labores de la Cicig, en noviembre de 2016. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL).

El presidente Jimmy Morales y el comisionado Iván Velásquez durante la presentación del informe anual de labores de la Cicig, en noviembre de 2016. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL).

Cuando se le ha cuestionado al presidente Jimmy Morales sobre la gestión o la permanencia del jefe de la Cicig Iván Velásquez, quien ha encabezado una batalla contra la corrupción desde su llegada al país en 2013, el mandatario responde con ambigüedades, juegos de palabras y hasta con sentencias moralistas.

Al ser recurrentes este tipo de respuestas, dejan entrever su resistencia a acuerpar la labor de la Comisión que ha destapado diversos casos de corrupción durante el gobierno del Partido Patriota, en los cuales han resultado involucrados incluso José Manuel Morales y Samuel Morales, hijo y hermano del presidente, respectivamente, por un caso de fraude en compras del Registro de la Propiedad, por el cual se encuentran procesados y que sería una de las causas de la reticencia de Morales.

En marzo, el senador estadounidense Patrick Leahy externó sus temores sobre las intenciones de Morales de pedir que no se renovara el mandato de Velásquez, y elogió el trabajo de este y el de la fiscal Thelma Aldana en contra de la corrupción. Velásquez fue confirmado en el caso hasta 2019.

El 23 de marzo el presidente, al ser consultado al respecto de sus intenciones en ese momento, dijo: “Hay algo de cierto” y con su peculiar estilo dijo que él como presidente podía hacerlo (pedir el cambio de Velásquez) y afirmó que “en Guatemala nadie tiene su puesto garantizado”.

Morales dijo también: “Es más, se vencería en septiembre (el mandato de Velásquez) pero nosotros desde el año pasado lo renovamos para que esté dos años más. Vuelvo a decir lo mismo que he dicho, el presidente tiene la potestad para hacerlo. Qué es lo que necesitamos que todos hagan en el país, cumplir su trabajo, el que lo deje de cumplir simple y sencillamente tiene que ser retirado”.

Notoria ausencia

El 27 de junio, el comisionado Iván Velásquez  presentó su informe ante la ONU y los países cooperantes, con la ausencia del presidente Jimmy Morales, quien se encontraba en EE.UU., por la reunión cumbre del Triángulo Norte,  pero no asistió a la ONU bajo el argumento que no era una reunión de jefes de Estado.  Asistieron el canciller y otros funcionarios. Velásquez fue oficialmente confirmado hasta 2019 por la ONU el 29 de junio.

Sin embargo, a la cumbre con el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, tampoco invitó a la fiscal Thelma Aldana, pese a que había reuniones bilaterales sobre el tema de justicia en las que ella pudo haber participado.

Por otra parte, a la misma reunión de informe, en 2016, Morales sí asistió pero aún no habían sido señalados sus familiares.

Falta de apoyo

Pero aquella no era la primera vez que Morales ninguneaba el apoyo decidido a la Cicig.

El 1 de marzo, durante una conferencia de prensa se le preguntó al presidente Morales  por qué no ofreció una postura respecto de  los ataques contra la labor de la Comisión Internacional contra la Impunidad (Cicig), por parte de ciertos grupos, lo cual incluía incluso cabildeos extraoficiales en Estados Unidos. El mandatario se limitó a responder: “Porque como persona institucional que soy, si ni a mi hijo defendí, ¿por qué tengo que estar defendiendo a otras personas?”.  

Sin denunciar a exembajador y financista

Otro factor que se suma a la ambigüedad de Jimmy Morales en cuanto al trabajo de la Cicig fue el cabildeo que efectuó en EE.UU.  el comisionado de Migrantes, Marvin Mérida, amigo personal del mandatario, en contra del embajador Todd Robinson, fuerte aliado de la Cicig.

Aunque Mérida fue destituido, el 13 de abril a la fecha no se sabe de acciones judiciales en su contra por extralimitarse en sus funciones pues suscribió acuerdos  de carácter oficial sin contar con el aval de la Cancillería ni de la Presidencia.

La Procuraduría General de la Nación recomendó denunciarlo, pero ello no ha ocurrido y al ser cuestionado la última vez sobre el tema, Morales se molestó y dijo a la prensa que dejaran de estar insistiendo en el mismo tema.

Reformas boicoteadas

Las Reformas al Sector Justicia llevan varadas varios meses en el Congreso debido a enmiendas y a la resistencia de varias bancadas, bajo diversos argumentos legales.

Sin embargo, pese a que  públicamente la bancada de FCN-Nación, el partido que llevó al poder a Morales, dijo que apoyaban los cambios, en la práctica los han boicoteado rompiendo el quorum. Dicha bancada ha recibido a tránsfugas de partidos cuestionados como los extintos Patriota y Líder, algo que en campaña Morales dijo que nunca aceptaría, pero que ya como presidente dejó pasar.

Finalmente el 19 de agosto, en la red social Facebook, Morales publicó el siguiente mensaje, cuyo motivo o finalidad no se aclara, pero hace alusión a la Constitución, cuyos cambios buscan independencia del poder judicial y que ya no esté sometido a presiones políticas.

El mensaje dice:

“¿Hay alguna ley superior a la Constitución? No. Ninguna ley nacional o internacional es superior a la Constitución de un país. Háganle esa pregunta a un país como México, EEUU o Argentina, dirán categóricamente que su Constitución no es solo una ley es un Pacto Social.

¿Por qué entonces en Guatemala hay grupos que quieren sobreponer a nuestra Constitución acuerdos internacionales, teorías humanistas o leyes ordinarias?

Piénsalo”.

En efecto este es el momento de pensar todo lo que ha dicho o no el presidente Morales.

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