Guatemala

Estructuras no son nuevas en el Estado

En un análisis acerca de los acontecimientos ocurridos en el 2015, incluidas las manifestaciones ciudadanas que contribuyeron a las renuncias de la ex vicepresidenta Roxana Baldetti y del exmandatario Otto Pérez Molina, el analista Erasmo Velásquez afirmó que la población estaba cansada.

La politóloga Geidy de Mata y el analista Erasmo Velásquez conversan con el periodista Geovanni Contreras durante el programa Diálogo Libre. (Foto Prensa Libre: Edwin Bercián)

La politóloga Geidy de Mata y el analista Erasmo Velásquez conversan con el periodista Geovanni Contreras durante el programa Diálogo Libre. (Foto Prensa Libre: Edwin Bercián)

Por su parte, Geidy de Mata, catedrática de Ciencia Política de la Universidad de San Carlos (Usac), señaló que estructuras de defraudación como La Línea han existido históricamente en el Estado.

Los expertos acudieron ayer al programa Diálogo Libre, que se transmite por Prensa Libre TV, y se refirieron a los hechos más relevantes que marcaron el año que está por concluir.

¿Cómo define este año desde la perspectiva política?

De Mata: Como una crisis institucional profunda. El Estado de Guatemala ha sido copado por estructuras criminales. Prevalece fundamentalmente la corrupción y estamos en proceso de investigación. Ojalá que cese la impunidad. Ha sido una crisis institucional respaldada por una participación cívica que demanda calidad en la administración pública.

¿La paralización del Gobierno afectó económicamente al país?

Velásquez: El año electoral fue atípico, pero no tuvo mayor influencia. Los agentes económicos siguieron con sus planes de trabajo. Como resultado de ello, recientemente, tomando en cuenta los indicadores del Banco de Guatemala, la economía cierra con un crecimiento del 4 por ciento. Ello demuestra que lo sucedido este año no tuvo ninguna influencia negativa.

¿Cómo repercutió el caso La Línea?

De Mata: Es lamentable la poca credibilidad y el desprestigio de los gobernantes, pues tenían una estructura criminal a un alto nivel. Estas estructuras no son nuevas. Han existido en el Estado históricamente. Lo significativo es que hoy las identificamos. Este nivel de corrupción llegó a esferas de alto nivel político. Eso indigna a la ciudadanía. La Línea rompe estructuras, genera niveles de indignación a escala nacional e internacional.

¿Qué aprendizaje dejó el caso IGSS-Pisa?

Velásquez: Es un caso paradigmático. Demuestra cómo agentes del sector privado logran podrir una estructura administrativa de servicio social, que es lo delicado. Con tal de hacer un buen negocio, no les importa la vida de los pacientes, quienes han aportado al IGSS como trabajadores. Se evidencia que se premia la astucia y la corruptela, en contra de la vida de los guatemaltecos. Hay necesidad de hacer una reingeniería para atender y mejorar el servicio en el IGSS.

¿Qué debe hacerse para elegir personas idóneas en cargos cercanos a la Presidencia?

De Mata: Lo importante es construir el perfil para ocupar ese cargo. Debe ser gente honrada, transparente, que tenga experiencia y conocimiento de lo que va a administrar. Cuando uno analiza la estructura del Gobierno, uno visualiza que todo fue planificado para tejer esas estructuras criminales. Gracias a la Cicig y a la Embajada de Estados Unidos, que ejerció presión dado el abuso que se venía dando, se nos brindó la oportunidad de fortalecer las instituciones.

¿Cómo ve el papel de la Contraloría General de Cuentas?

Velásquez: La Contraloría no venía cumpliendo con el mandato constitucional. El artículo 236 de la Constitución de la República es claro respecto de la función de la misma, pues establece que debe verificar todos los ingresos, y esta tenía descuidado todo el proceso de recaudación tributaria. Es difícil exigir cuando el Contralor es producto de un sistema podrido. Él es electo por el Congreso, y es un verdadero arreglo político. Como consecuencia, los contralores llegan atados. Con el apoyo de la Cicig y del Ministerio Público, logró liberarse un poco y empezó a cumplir con lo que la Ley establece.

¿Cómo evalúa el gobierno del presidente Alejandro Maldonado?

De Mata: En cuatro meses es complejo. Creo que las decisiones han tenido poco alcance. No ha tenido voluntad para reestructurar la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), los puertos y las aduanas. Es importante resolver esta situación, porque de ahí se nutre el Estado. Lamentablemente, este gobierno no prestó atención a aspectos álgidos, como es salud. Vemos la dificultad del Estado en pago de salarios. El actual presidente hubiera hecho propuestas de reformas a la Ley de Servicio Civil como un legado para el Estado. El sistema actual es obsoleto.

¿Cómo debe ser el papel de la ciudadanía en el 2016?

Velásquez: La actitud de la sociedad civil este año fue producto de que ya se había llegado al tope del cinismo. La población estaba cansada. Sin embargo, luego de la encarcelación de Pérez Molina y de Baldetti ya no se le dio seguimiento al tema de fondo, es decir, la reforma a las leyes, como la Ley Electoral. Creo que va a ser difícil convocar o participar en procesos que vayan a modificar la estructura de algunas leyes. Ojalá esté equivocado y que realmente participemos.

¿Jimmy Morales tiene claro el panorama?

De Mata: Imagino que las estructuras históricas han tratado de tener un acercamiento con el Ejecutivo. Esta es la gran oportunidad para que él impulse procesos de cambio y fortalecer el poder político. Morales debe realizar acciones y procedimientos que garanticen una administración más efectiva durante su gestión. Esperamos equipos de trabajo que no sean señalados de corruptos.

Velásquez: En un actor es difícil saber cuándo está diciendo la verdad y cuándo está actuando. Él conoce la crisis del Estado, por eso no ofreció nada. Durante la campaña se enfocó en salud y educación. Su equipo de trabajo será su carta de presentación.

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