Guatemala

Familias vuelven entre temor e incertidumbre

La temperatura bajó de los 12 grados y la neblina permaneció hasta después de las 10 horas  del viernes último. Con todo y la escasa visibilidad, los uniformes de los policías y soldados  no pasaron inadvertidos en las comunidades cercanas a la zona del conflicto entre Ixchiguán y Tajumulco, San Marcos.

La familia Temá fue desalojada en marzo último de su propiedad. Ahora clama por regresar a su tierra. (Foto Prensa Libre: Estuado Paredes)

La familia Temá fue desalojada en marzo último de su propiedad. Ahora clama por regresar a su tierra. (Foto Prensa Libre: Estuado Paredes)

En la aldea Toninchún, Tajumulco,  se encontraba  la familia Temá, que tiene 16 integrantes. Desde hace tres meses permanecen en una casa de no más de  15 metros cuadrados, en la cual les dieron refugio.  La razón que los llevó a ese lugar  es   que  fueron desalojados de Brisas, Tajumulco, por individuos que participaban en el conflicto.

A pesar de que la familia tiene un techo donde guarecerse, las condiciones no son adecuadas y duerme en el suelo y hacinada. Esa situación  ha causado que los niños se enfermen.

“Nos sacaron de nuestras casas. Ese día nos dijeron: Váyanse,  por favor.  Gracias a Dios nos dieron este local para dormir, pero queremos regresar”, afirmó Francisca Temá mientras enjugaba sus lágrimas.

Su esperanza es regresar en los próximos días a Brisas, aunque saben  que al llegar encontrarán saqueada su vivienda.

“Sabemos que nuestra vivienda fue saqueada, se llevaron nuestra mejor ropa; la viejita la dejaron tirada. Será triste y tenemos miedo de regresar, pero es nuestro deseo. Los niños se nos están enfermando. ¿Por qué la ley no nos toma en cuenta? ¡Estamos sufriendo!”, manifestó.

Así como la familia Temá, 29  más   podrían regresar a sus viviendas poco a poco, en las próximas semanas. Hasta ayer solo 60 habían vuelto a sus residencias, según Jorge Aguilar, vocero de la Policía Nacional Civil (PNC).

Aguilar detalló que el viernes último 10 familias regresaron y el resto lo hizo el fin de semana. “Las 29 que faltan lo harán de manera  paulatina en los próximos días”, agregó.

Una vista al conflicto

  • Hace unos 80 años se presume que inició el conflicto entre Ixchiguán y Tajumulco, San Marcos.
  • El problema, según los alcaldes de las dos comunidades, se debe a que no están definidos los límites territoriales.
  • Además, el Gobierno dijo que el conflicto pasó de una pelea por los límites a la lucha por la siembra de amapola.
  • El 1 de marzo de 2017 iniciaron acciones de la construcción en un terraplén. Villa Real atacó a Tuichán, Villa Nueva desalojó y tomó Las Brisas.
  • El 8 de marzo se empleó la fuerza permanente y la seguridad ciudadana.
  • El 5 de mayo, pobladores retuvieron a 17 policías y un día después los liberaron.

Retorno

“Después de cinco años logramos regresar a nuestra casa. Yo estaba muy pequeña, pero recuerdo  cómo balearon a mi abuelo, mientras que a mi padre lo golpearon.  Me siento muy triste porque regresamos a la casa, pero hay parientes que no volveremos a ver. Ahora lo único que pedimos a la Policía es apoyo. Tenemos miedo”, expresó una joven que vuelve  a  la comunidad  Brisas.

El temor que mantienen las familias es que los grupos en conflicto tomen el control de esas comunidades y las balas los alcancen, como sucedió con  Eliberto Moisés Morales Gómez, de 3 años, quien fue herido por una bala perdida el último 11 de mayo, a pocas horas de que el Gobierno había decretado estado de Sitio.

Eulalia Chilel, madre de cuatro niños y  también refugiada, añora regresar a la comunidad  Brisas,  pero no lo hará hasta estar segura de que las armas de fuego que utilizaron los grupos  estén afuera.

“Mi caso es diferente porque nosotros decidimos salir de la casa. La decisión la tomamos para proteger a nuestros hijos. Recuerdo que una noche salimos  huyendo como a las nueve”, refirió.

Chilel aseguró que un día había  viento y eso hizo mover una lámina y que empezara  a tronar. “Los patojos buscaron refugio luego porque pensaron que eran disparos. Por eso es que queremos regresar hasta que  las autoridades retiren todo el armamento. Hasta ahora no hemos visto que saquen nada”, añadió la madre mientras abrazaba a una de sus hijas.

Eusebio Zacarías Chávez, otro refugiado, comentó que regresará pero que aún teme que les disparen. “Vivimos en una polvareda y hacinados. Sí queremos volver a nuestras casas, pero tenemos miedo solo de escuchar de nuevo los disparos, que  eran frecuentes en la zona del conflicto”, narró.

Ludwin Orozco, director de la escuela de la aldea  Tuichán, Ixchiguán,   manifestó que espera que los problemas se solucionen  y no se repitan, como  ha sucedido en otras ocasiones.

La Procuraduría de los Derechos Humanos informó que supervisará para verificar el estado de las familias y coordinarán atención psicológica, por el impacto que causó ese enfrentamiento.

Las autoridades permanecerán en esos lugares hasta tener el control “completo”, ya que en varias ocasiones se ha  tratado de mantener el diálogo para evitar los enfrentamientos, pero los pactos no  se han cumplido.

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