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1889: Nace Charles Chaplin

Este 16 de abril recordamos el nacimiento de una de las grandes luminarias del cine de todos los tiempos como lo fue Charles Spencer Chaplin, nombre de pila del actor que le dio vida al ícono del cine mudo: “Charlot”.

Anuncio de 1956 de la película “Modern Times” en el que aparece el famoso “Charlot”. Foto: Hemeroteca PL

Anuncio de 1956 de la película “Modern Times” en el que aparece el famoso “Charlot”. Foto: Hemeroteca PL

Él vino al mundo en 1889.

El 1 de octubre de 1960, Prensa Libre incluyó en sus páginas la revista “Hablemos” una publicación exclusiva en la que se presentaba a los lectores artículos de actualidad sobre la cultura universal y avances tecnológicos.

En la edición de ese día se publicó un interesante reportaje sobre Chaplin y su vida privada.

Contaba Chaplin: Mis primeros años los pasé en un orfelinato de Londres, porque mi madre no podía darnos de comer. De mi larga estadía en el asilo, todos mis recuerdos son amargos, pero hay uno más trágico que todos. Una Nochebuena, la superiora del instituto nos puso en fila, alrededor de una gran mesa, donde había, en montañas multicolores, pequeños relojes, cajas de dulces, torres de chocolate, libros de cuentos, y otros regalos de trascendental importancia para los niños.

El desfile de huérfanos era largo, y cuando se me acercaba el turno, cuando tuve la indefinible sensación de tocar con mis propias manos, la mesa millonaria, miré detrás de un montón de libros, algo que estremeció todo mi ser de pobre hambriento crónico. Era una manzana, la mayor que jamás habían visto mis ojos.

Desde luego, me dije, la prefiero a los juguetes – pero cuando ya iba mi mano temblorosa a tocarla-, la superiora me tomó del brazo, y me dijo: No, Charles, este año no hay regalo para ti. No dejas dormir a tus compañeros, contándoles cuentos de fantasmas y piratas, y este será el castigo, a ver si te corriges.

Lloré, supliqué, desesperé, pero todo fue en vano… Yo no era más que un pobre huérfano, y ella una gran dama de la aristocracia. Para mí esa manzana siempre ha sido el símbolo de la felicidad… Cada vez que voy a tocarla, una fuerza invisible me separa de ella.

Charles Chaplin, el príncipe de la sátira, el bufón millonario, que tenía palacios como ni siquiera lo soñaron muchos reyes, fue, en el fondo, un alma trágica, y siempre lo fue: la miseria jamás apartó su garra del pecho. Cuando Chaplin reía y era el alma de las fiestas de Malibú Beach y Beverly Hills, a pesar de su gloria y sus millones, era irremediablamente triste.

Se dice que ese triste suceso en la Navidad provocó un odio hacia esta fiesta toda su vida. Paradójicamente, murió el día de Navidad de 1977, a los 88 años.

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