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Consagran a la Virgen del Rosario en 1995

Fue noticia un día como hoy 1 de octubre de 1995, la ceremonia de consagración de la imagen de Nuestra Señora del Rosario, Patrona de la República de Guatemala.

Foto que ilustraba la portada de Prensa Libre el 1/10/95. (Foto: Hemeroteca PL)

Foto que ilustraba la portada de Prensa Libre el 1/10/95. (Foto: Hemeroteca PL)

Tras una serie de actividades conmemorativas, en presencia de unas cinco mil personas fue consagrada la antiquísima imagen de la Virgen del Rosario en una misa especial oficiada por el arzobispo metropolitano, monseñor Próspero Penados del Barrio, en el Templo de Santo Domingo.

Desde hace más de cuatro siglos, esta imagen ha sido venerada y es el centro de una serie de tradiciones que, con motivo de los festejos del mes de octubre, son realizadas año con año.

A la ceremonia religiosa asistió el presidente y vicepresidente de la República, Ramiro de León Carpio y Arturo Herbruger, respectivamente, así como miembros de su gabinete y representantes del cuerpo diplomático acreditado en el país. Así mismo, el alcalde metropolitano, Óscar Berger, se hizo presente al lugar, como representante del consejo edilicio que en 1993 otorgara el título de Alcaldesa Perpetua de la Ciudad a la Reina y Patrona de Guatemala.

La Virgen, revestida con un traje rojo imperial bordado en hilos de oro, obsequio del devoto roberto Peláez Estrada y estrenado para la ocasión, hacía combinación con el adorno colocado dentro de la Basílica, en el que destacaban tonalidades rojas y doradas, por lo que la ceremonia se efectuó en un marco de sobriedad, elegancia y misticismo.

La ceremonia

Pese a que la misa de consagración inició a las diez horas, centenares de personas ya habían abarrotado las instalaciones del templo, mientras que en las afueras, tanto el atrio como las calles aledañas no se daban abasto.

Durante la homilía, el arzobispo metropolitano destacó la importancia de este acto para la feligresía católica guatemalteca, y aseveró que la realización de este ritual debía ser ejemplo para las vidas y conciencias de todos los ciudadanos del país, para poder alcanzar el camino de la paz. Posteriormente, y al momento de ser ungida la imagen por el prelado, en las afueras de la basílica fueron quemados cientos de fuegos pirotécnicos. Así mismo todas las campanas de los templos ubicados en la ciudad capital fueron tocadas en honor de la Reina consagrada.

Según estipulan los cánones de la iglesia católica, el ritual de consagración es el que permite la santificación de un objeto, imagen o persona, el cual los transfiere de los usos profanos en orden al servicio y culto divino. Es decir, la consagración convierte a los ungidos en canales directos entre los hombres y el creador.

Histórico culto

Miguel Álvarez Arévalo, cronista de la ciudad de Guatemala y director del Instituto de Antropología e Historia, IDAEH, relató que el culto y veneración hacia la Virgen del Rosario se originó en la ciudad de Santiago de los Caballeros, a finales del siglo XVI. La imagen, explica, es fundida en plata y fue realizada con un molde de una Virgen del Rosario que fue utilizado 20 años antes, y que corresponde al mismo que creó a la Virgen del Rosario ubicada en Chiantla, Huehuetenango.

Fue puesta a veneración de la feligresía en el Templo de Santo Domingo de la Antigua Guatemala, en donde fue declarada por el ayuntamiento de la ciudad como Patrona jurada de Guatemala. Posteriormente, fue trasladada al Valle de la Ermita, debido a los terremotos de 1773. El 6 de enero de 1808, con motivo de la inauguración del nuevo templo dominico en el Valle de la Ermita, las crónicas de la época destacan que se realizó uno de los cuatro eventos más grandes en la historia del país en el siglo XIX, recuerda Álvarez.

En esa fecha fue trasladada la imagen de la Virgen de la casa de uno de los miembros de la real audiencia, ubicada en la 6a.avenida y 8a.calle de la zona 1 –actuales instalaciones de la Empresa Eléctrica, a su nuevo camarín, por lo que se organizó una procesión de traslación que fue acompañada por miles de ciudadanos. En 1889, se instituye el mes de octubre como el oficial para las festividades del Rosario, para que el 28 de enero de 1934 en ceremonia especial se realizara la coronación pontificia de la imagen en el atrio de Catedral Metropolitana.

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