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De bosques y otros nombres

Muchos municipios de Guatemala toman sus nombres de características del lugar, pero otros son pura casualidad

La antigua capital estuvo en el Valle de Panchoy. (Foto: Hemeroteca PL)

La antigua capital estuvo en el Valle de Panchoy. (Foto: Hemeroteca PL)

Cuenta la historia que la nación mam se quejó con Pedro de Alvarado de los avances que hacía los k'iche's en sus dominios.

El español, que estaba en lo alto de un cerro, desde donde veía la costa del Pacífico, sacó la espada e hizo un trazo en el espacio. Señaló a la derecha el territorio mam y a la izquierda el k'iche'. El límite quedó en el río Nil, en el actual Retalhuleu.

Al lugar se le dio este nombre, que quiere decir: “señal sobre la tierra”, en k'iche'. Según el Libro de las geonimias de Guatemala (1973), de Jorge Luis Arriola, la palabra está formada de “retal” (señal) y “huleu” (hoyo en la tierra, esta última se compone a su vez de “hul” o “jul”, que significa hoyo y “uleu”, tierra). De esta manera el problema quedó resuelto.

En la antigüedad era común que a los lugares se les denominara por una característica en particular o por algún acontecimiento. La forma de escribir muchos de estos nombres, de origen precolombino, cambió debido a la influencia española.

En el Diccionario Geográfico de Guatemala (1978) se menciona que la palabra Panchoy significa “barriga de laguna” debido a que se creía que la ciudad de Santiago de Goathemala (hoy La Antigua) se asentó en lo que antes había sido una laguna.

De igual manera, Zacapa, significa “pueblo de zacates” o “zacateras”. La palabra, de origen nahuatl, se forma de zacatl (zacate o hierba) y la proposición locativa apan: “en el río”. Otro significado que se le atribuye es el de “sobre el río de zacate”, en referencia al Río Grande de ese departamento.

Otra palabra que procede de similares características es Sacatepéquez: en “el cerro de zacate o de la hierba”, que se deriva de las palabras “sacat” (hierba) y “tepet” (cerro).

De Escuintla se conocen al menos dos etimologías. Una de ellas tiene su origen en el nahuatl, de las voces itzcuintli (perro) y el sufijo tlan (abundancia), las cuales, unidas forman itzcuintlan. La otra, Izquintepeque (cerro de los perros), de origen pipil, a la que hace referencia Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán, en Recordación Florida, proviene de la creencia de que en las montañas cercanas había muchos tepezcuintles, animales cuyo parecido era asociado con los perros.

Coatepeque (en el cerro de las serpientes) procede de las voces nahuas koatl (serpiente o culebra) y de tepetl (cerro). Es probable que el nombre se relacione con el dios Mixcoatl, que era representado por una serpiente.

Probablemente el cielo nublado de Cobán fue la causa por la cual se le dio este nombre a la ciudad. Uno de los significados que se le atribuye es el que procede de la voz maya Cob (nublar o nublado) y an (allá), que significa “Allá en lo nublado” o “Lugar Nublado”. El otro es de origen q’eqchi’: Coo (hija consentida) y el vocablo Baan (bálsamo o remedio que cura”.

Para el nombre de Cuilapa, Arriola da tres posibles orígenes. Uno de ellos es cuajinicuil nombre indígena de la paterna o guabo, una especie de vaina comestible. La palabra deriva del nahutl kuauhxinicuil, que se aproxima más al nombre que antes tenía la cabecera departamental de Santa Rosa, Cuajuniquilapa. Otro de los orígenes es cuilapan: río pintado.

Dedicados a…

Hace ya una par de siglos que el sargento mayor Melchor de Mencos y Varón (que algunos autores citan como Mencos y Medrano) partió de la Ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala. Su propósito era combatir a los piratas ingleses que por ese tiempo ya saqueaban las tierras peteneras y el actual Belice. El 30 de abril de ese mismo año, junto a sus soldados derrotó a los invasores en la batalla de San Felipe y Laguna de Cobá. Antes había luchado en Nicaragua para defender el territorio de la invasión de los piratas. En 1962 el municipio recibió ese nombre en honor al insigne militar.

Este no es el único caso en que un poblado recibe el nombre de un personaje destacado. Livinsgton, Izabal, debe su nombre al legislador estadounidense, Edward Livingston, autor del Código del Estado de Louisiana, el cual sería adoptado también en Guatemala, después de ser traducido por Francisco Barrundia.

Él llegó a Guatemala como resultado de un convenio firmado en 1783 para contrarrestar los saqueos de los piratas, en el cual se declaraba puerto libre a la zona. Durante su desempeño como administrador, el señor Livingston, logró detener la incursión de los bandoleros. El convenio expiró en 1793. El 26 de noviembre de 1831 el gobierno decidió darle el nombre del legislador al poblado que hoy es un importante destino turístico, según lo consigna el Servicio de Información Municipal, Inforpress.

Por casualidad

El municipio de Pueblo Nuevo Viñas fue fundado el 15 de octubre de 1892. Tomó su nombre de la aldea Pueblo Nuevo, que convertida en cabecera se le agregó “Viñas” debido a que en estas tierras crecía una uva silvestre llamada “vido”.

La bahía de Se'ke'nel' (“La molendera”, en q'eqchi') empezó a tener mucha actividad comercial. Allí llegaron, a finales del siglo 19 dos ingleses, Skinner y Lee, que fundaron un almacén al que le llamaron “The Store”. La gente empezó a decir “El Estor” para nombrar al lugar y así le quedó el nombre al municipio creado en 1890.

¿De dónde viene el nombre de Guatemala?

El historiador Arriola da por lo menos 16 explicaciones sobre el origen de la palabra Guatemala, la mayoría de ellas relacionadas con árbol o bosque.

  • La primera es una “aztequización” o la difusión de nombres aztecas en territorio maya para designar lugares antes de la llegada de los españoles. Según esto, Guauhtemallan significa “entre montones de madera”.
  • La segunda se relaciona con el origen nahuatl de Kuautemalli, una posible referencia al árbol de chicozapote o al de hule.
  • En la tercera cita a Fuentes y Guzmán que en Recordación Florida habla de “Coctemalan” o “Palo de Leche”.
  • Otra acepción es Quautemalli (Palo Podrido). Esto se debe a que los indígenas mexicanos que acompañaban a los españoles encontraron un árbol viejo cerca de la corte de los kaqchikeles. Y empezaron a llamar así a este territorio.
  • También el obispo Francisco de Paula García Peláez dio un significado. Según él, Guhate-zmal-ha significa “Cerro de Agua”, en referencia al volcán en cuyas faldas se fundó la ciudad.
  • Sin embargo, para Adrián Recinos, la más acertada podría ser “Lugar de bosques” o “sitio boscoso”.
  • Lo cierto es que las palabras bosque o árbol son elementos “constitutivos de la geonimia más importante de nuestro país”, afirma Arriola. Lo interesante sería volver a convertir a Guatemala en un lugar de bosques, para hacer honor a nuestro nombre.

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