Desde el mes de mayo de ese mismo año se habían escuchado rumores sobre la creación de un decreto para reconocer a los ex presidentes elegidos democráticamente por medio de una pensión. Varios sectores como sindicatos y maestros se sumaron a la iniciativa de beneficiar al doctor Juan José Arévalo.

La pensio?n extraordinaria mencionada excluye cualquier derecho del beneficiado a obtener jubilacio?n, es de cara?cter estrictamente personal y, por lo mismo, no dara? origen a montepi?o alguno.

En cuanto se presentó el proyecto mencionado por la comsión de hacienda del congreso, presidida por el diputado Francisco Villamar Contreras, el representante Humberto Chinchilla manifestó que era muy justo que se concediera esa pensión al doctor Arévalo, quien fue un buen presidente de Guatemala y, además muy honrado, y tiene mucha familia y, en aras del nacionalismo, pedía que el asunto se declarara de urgencia nacional y que se aprobara en esa misma sesión.

Esa petición provocó una larga discusión entre los parlamentarios, algunos de los cuales manifestaron que no había necesidad de declarar el proyecto de urgencia nacional, sino de que siguiera el trámite reglamentario.

Pero el asunto se obvió cuando se dieron cuetna que no había el número necesario de diputados para que se pudiera aprobar en esa misma plenaria. 

El diputado José Trinidad Uclés, al referirse a la labor social, educativa y a otros aspectos de la obra realizada por el gobierno del doctor Arévalo, dijo que había que situarlo en la realidad actual del momento en que gobernó.

El seguro social, agregó, era una reforma mundial en esa época y tenía que adoptarse en nuestro país. En la actualidad, agregó, era una reforma mundial en esa época y tenía que adoptarse en nuestro país. En la actualidad, quizá el doctor Arévalo no cuente con los recursos económicos para llear una vida digna en su calidad de ex presidente, pero la ley no debe tener un aspecto discriminatorio y un congreso debe legislar para todas las personas; por ello, cuando el proyecto se discuta por artículos, habrá que introducirle algunas enmiendas.

Por otro lado, expresó Uclés, ese tipo de homenajes se debían de rendir en vida, pero se debe ser prudente y si se debe conceder la pensión al doctor Arévalo, se debe dejar abierta la puerta para los otros ex presidentes de Guatemala.

“No se debe colocar en el decreto a todos los ex presidentes, porque hay algunos que han robado mucho”, continuó Uclés. 

El parlamentario se refirió también a la pensión vitalicia de 200 mil quetzales que un Congreso había concedido al ex presidente Jorge Ubico, por haber sido un buen presidente, y que no había robado, per con él dijo que había sucedido lo contrario, que cuando había sido elegido era rico y después le quitaron sus bienes y había muerto pobre.

Otro parlamentario, Edmundo López, dijo manifestarse de acuerdo con el proyecto y que durante el régimen de Arévalo hubo honestidad en Guatemala, así como respeto a los derechos humanos y a la integridad de la vida de los guatemaltecos, así como reformas sociales para los sectores desvalidos.

El diputado Óscar Ramirez expuso que las enseñanzas de Arévalo llevaron luces al continente Americano y a Europa, que se le debe ayudar y sentar un precedente para que todos los ex presidentes buenos puedan ser recompensados. 

Por su parte, Jorge Arístides argumentó estar a favor de la pensión pero no por el hecho de que Arévalo fuera presidente sino por que la merece y la necesita. 

La sesión finalizó sin aprobar, al menos sin ser de urgencia nacional, el proyecto de ley sobre la pensión a Arévalo. En la sesión del día siguiente, el proyecto de la pensión fue aprobado en segunda lectura. Revisando la información periodística no se encontró alguna referencia sobre si se hizo efectiva la pensión al ex mandatario.

En esos días, el ex presidente Arévalo se desempeñaba como embajador de Guatemala en Chile y visitó el país en el mes de septiembre de ese año para celebrar su cumpleaños en compañía de su familia.