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El mítico estadio Doroteo Guamuch Flores

El Estadio Nacional Mateo Flores, el más grande del país, cuenta a partir del 9 de agosto de 2016 con una nueva denominación, siendo ahora Doroteo Guamuch Flores, nombre de pila del gran atleta mixqueño.

Vista aérea del estadio Mateo Flores en la década de los cincuenta. (Foto: Centuria PL)

Vista aérea del estadio Mateo Flores en la década de los cincuenta. (Foto: Centuria PL)

Fue un jueves 23 de febrero de 1950 cuando más de 60 mil personas se dieron cita para presenciar la inauguración del este recinto deportivo, conocido inicialmente como Estadio de la Revolución.

El entonces presidente Juan José Arévalo Bermejo encabezaba el acto inaugural en el palco del coloso de la zona 5. Fue para la época una de las principales obras y albergó los Sextos Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe, en 1950.

Con un costo de Q1 millón 500 mil, la obra fue entregada un día antes de que se encendieran las luces de la Ciudad Olímpica.

Es el estadio más grande de Guatemala y el séptimo de Centroamérica, y fue en su tiempo una de las pocas instalaciones deportivas que contaban con iluminación para efectuar encuentros deportivos por la noche.

Obra intensa

En 1947, el Gobierno recibió la noticia de que Guatemala sería sede de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, por lo que se emprendió la búsqueda de un lugar donde se desarrollaran las competencias. Las instalaciones servirían para atletismo, futbol y natación.

Arévalo Bermejo designó al ingeniero Juan de Dios Aguilar de León para la ejecución de la obra, lo que incluyó la búsqueda del terreno.

Así se dio paso al movimiento y a acondicionar tierras en el sector de La Barranquilla, donde únicamente había 88 viviendas, las cuales fueron reubicadas.
Todos los trabajos se iniciaron de inmediato en 1948, e incluyeron un colector del desagüe que nacía en el sector del Teatro Nacional —24 calle, zona 4— y recorría el área de la piscina y el estadio —10 avenida de la zona 5—.

Aguilar de León partió de la tesis que redactó para graduarse, en 1938, Aprovechamiento de los terrenos del Rastro y La Barranquilla de la zona 5, para desarrollar el proyecto deportivo y la puso en práctica cuando ocupó el cargo de director general de obras públicas.

El ingeniero recibía un sueldo de Q400 mensuales por desarrollar esa magnífica obra que concluyó el 21 de noviembre de 1949.

El estadio abrió sus puertas en forma oficial el 25 de febrero de 1950, en la inauguración de los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Posteriormente fue utilizado como sede en tres ocasiones más, en Juegos Centroamericanos, en 1973, 1986 y 2001.

Años después fue bautizado como Mateo Flores en honor al ganador de la maratón de Boston de 1952.

¿Porqué Mateo y no Doroteo?

En una entrevista que Prensa Libre le hizo al atleta mixqueño en el año 2008 manifestaba que era recurrente que le preguntaran sobre el origen del nombre “Mateo Flores”, el tenía entendido que nació de la imprecisión de un cronista deportivo, a quien, posiblemente, por la emoción del triunfo en Boston en 1952 se le hizo más fácil escribir Mateo Flores en lugar de Doroteo Guamuch Flores, que es más largo en escritura.

Eso sucedió a partir del 19 de abril de 1952 y de hecho el cable noticioso de la agencia UP de ese día mencionaba lo siguiente: “Boston. 19 U.P Mateo Flores de Guatemala ganó la carrera de maratón de aficionados con un tiempo de 2:31:43, el segundo puesto fue para Víctor Dyrgall, de Nueva York, y el tercero para el guatemalteco Luis Velásquez”. 

En el año 2016 surgió una iniciativa para renombrar al Estadio con el nombre de pila de Guamuch la cual finalmente fue aprobada el 9 de agosto por el Congreso de la República, es por ello que desde este día se conocerá al Estadio Nacional con el nombre de “Doroteo Guamuch Flores”. 

Testigo

Desde entonces ha sido mudo testigo de varios encuentros futbolísticos internacionales como las eliminatorias mundialistas, la Copa de la Concacaf, en 1965; Uncaf en 1997 y 2005; y eliminatorias Sub 20, como la que clasificó al Mundial de Colombia del 2011.

El aforo oficial en un inicio fue de 50 mil espectadores y contó con bancas de madera que fueron quemadas, pero hace unos años se colocaron butacas en todos sus sectores. La capacidad se redujo a 27 mil 792.

El recinto deportivo ha albergado diversidad de eventos, desde religiosos, tomas de posesión y conciertos con artistas de talla mundial. También ha tenido fechas oscuras en su historia tales como la tragedia ocurrida el 16 de octubre de 1996 cuando murieron más de 80 personas aplastadas por una avalancha humana previo al partido entre la Selección Nacional de Fútbol y su similar de Costa Rica.

Para evitar que pase una tragedia como la de 1996 durante varios años se han realizado estudios por parte de la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala, CDAG y la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres CONRED para establecer en forma definitiva el aforo del Mateo Flores quedando apto para albergar a 15 mil 467 personas.

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