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Francisco: progresista en lo social y conservador en la fe

Jorge Mario Bergoglio era un muchacho que creció en el barrio bonaerense de Flores, donde jugó fútbol y tuvo una novia a quien tuvo que dejar para ser sacerdote y  el Vicario de Cristo en la Tierra.

Jorge Mario Bergoglio, seminarista en 1966. (Foto: AP)

Jorge Mario Bergoglio, seminarista en 1966. (Foto: AP)

Bergoglio nació en Buenos Aires, Argentina, el 17 de diciembre de 1936 en el seno de una familia modesta del barrio popular de Flores, hijo de emigrantes piamonteses italianos: su padre, Mario, era contador, empleado en ferrocarril, mientras que su madre, Regina Sivori, se ocupaba de la casa y de la educación de los cinco hijos.


El futuro papa Francisco es recordado como un niño travieso que correteaba por las escaleras del Colegio de la Misericordia, en Buenos Aires, donde comenzó a ir a la escuela, según la religiosa Martha Rabino, a cargo de la institución. “Era un diablo, un diablillo, muy travieso”, dijo la religiosa.

Se graduó de técnico químico en un instituto estatal. “En los confesionarios de la Iglesia de San José de Flores, a los 17 años, Bergoglio tuvo una revelación divina para ingresar en el sacerdocio”, indicó el párroco Gabriel, quien tiene una relación personal con Jorge Mario, luego eligió seguir el camino del sacerdocio; de esa cuenta ingresó al seminario de Villa Devoto.

“Si no me caso con vos, me hago cura”, le anticipó Bergoglio a su novia Amalia Damonte, quien compartió esa faceta poco conocida del futuro pontífice cuando se enteró de su designación como líder de los católicos.

El 11 de marzo de 1958 entró al noviciado de la Compañía de Jesús. Hizo estudios humanísticos en Chile, y en 1963, regresó a Buenos aires, ya graduado en Filosofía en la Facultad de Filosofía del Colegio San José de San Miguel. En los años de 1964 y 1965 impartió cátedras de Literatura y Psicología en el Colegio de la Inmaculada de Santa Fe, y en 1966 fue profesor de la misma materia en el colegio de El Salvador de Buenos Aires.

De 1967 a 1970 cursó Teología en la Facultad de Teología del Colegio San José, en San Miguel, donde se graduó como licenciado. El 13 de diciembre de 1969 fue ordenado sacerdote.

A sus tempranos 36 años, en 1973 fue designado responsable nacional de los jesuitas argentinos, cargo que desmepeñó durante seis años. En los años difíciles de la dictadura argentina (1976-83), Bergoglio debió mantener a toda costa la unidad del movimiento jesuita, penetrado por la Teología de la Liberación, bajo la consigna de “mantener la no politización de la Compañía de Jesús”, según su portavoz Guillermo Marcó.

El 20 de mayo de 1992, Juan Pablo II lo nombró obispo Auxiliar de Auca y auxiliar de Buenos Aires. El 28 de febrero de 1998, fue nombrado arzobispo primado de Buenos Aires. El 21 de febrero de 2001 fue nombrado como cardenal presbítero de San Roberto Belarmino.

Como arzobispo y cardenal, Bergoglio fue conocido por su humildad, conservadurismo doctrinal y su compromiso con la justicia social. Optó por promover el diálogo y acercarse a los diferentes colectivos sociales, fuesen o no católicos; así como por reforzar la tarea pastoral en las parroquias, aumentando la presencia de sacerdotes en las villas (barrios marginales). Esto hizo que fuese conocido como “el Obispo de los pobres”.

A pesar de su postura al diálogo no evitó la confrontación política con el gobierno argentino. “Vivimos situaciones de pobreza escandalosa, de enfermedades, y todo nos lleva a una falta de justicia”, dijo en una homilía durante el gobierno del fallecido presidente Néstor Kirchner (2003-2007), esposo de la actual mandataria de Argentina, Cristina Fernández, en el poder desde 2011.

El malestar por sus duras homilías en el solemne tedeum en las celebraciones del Día de la Independencia hizo que los Kirchner llevaran la ceremonia a templos provinciales para no compartir el escenario con él. La relación mejoró con Cristina Fernández, quien ha bloqueado tenazmente todo proyecto de implantar el aborto en Argentina, actitud que le valió un reconocimiento silencioso de la curia.

Desde su labor pastoral en la Arquidiócesis de Buenos Aires, Bergoglio dió muestras de su posición progresista en temas sociales, pero alineado sin fisuras con la doctrina del Vaticano, como lo reveló su férrea oposición a las leyes de matrimonio homosexual y de identidad de género. “No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios”, dijo Bergoglio.

Favorito al pontificado

Al fallecer el papa Juan Pablo II en abril de 2005, la sede de San Pedro quedó vacante, por lo que se convocó al cónclave para elegir a su sucesor. Entre los “preferiti” (cardenales con más posibilidades de ser pontífice) se encontraban varios purpurados latinoamericanos entre ellos el cardenal de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio.

En dicho cónclave resultó electo el cardenal alemán Joseph Ratzinger quien tomó el nombre de Benedicto XVI. Informaciones que publicaron algunos medios italianos afirmaban de que el cardenal Bergoglio fue el segundo más votado en el cónclave, pero éste se encontraba renuente a ser elegido como Papa, hasta el punto de pedir de que no votaran por él. De acuerdo a las constituciones apostólicas toda la información relacionada con el cónclave es secreta por lo que ninguno de los cardenales podía hablar del asunto so pena de la excomunión, por lo que éste dato es meramente anecdótico.

Durante el pontificado de Benedicto XVI, el cardenal Bergoglio se desempeñó como miembro de las Congregaciones para el culto divino y la disciplina de los sacramentos, para el clero, para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica; del Consejo pontificio para la familia y de la Comisión Pontificia para América Latina.

Primer papa latinoamericano

El 11 de febrero de 2013 el papa Benedicto XVI anunció sorpresivamente al mundo su dimisión por “falta de fuerzas”. Oficialmente quedó la sede vacante el 28 de febrero de 2013 a las 20 horas. Días después el 12 de marzo del mismo año dió comienzo el cónclave para elegir al nuevo Papa.

En la quinta ronda de votaciones del segundo día del cónclave el colegio cardenalicio eligió a Jorge Mario Bergoglio, cardenal arzobispo de Buenos Aires como el Pontífice número 266 de la Iglesia Católica, contra todo pronóstico. Bergoglio tomó como nombre pontificio el de Francisco, inspirado en Francisco de Asís, fundador de la orden religiosa de los frailes menores franciscanos y ejemplo de austeridad y pobreza.

Desde su primera aparición en el balcón de la Basílica de San Pedro se vislumbraba como sería su pontificado. Su carisma y buen humor conquistó el corazón de los miles de peregrinos que se congregaron en la Plaza Vaticana. Vestido con una sotana blanca lisa y una cruz de madera en el pecho, Francisco, de 76 años, rindió tributo a su predecesor, Benedicto XVI, pidiendo oraciones por ambos. El pontífice renunció a la tradicional estola roja bordada en oro en su primera aparición. Estos gestos fueron sorprendentes y revolucionarios en la historia de la Iglesia. Posteriormente las acciones reformistas dentro de la organización administrativa del Vaticano y su espontaneidad dieron nuevos aires a la imagen de la Iglesia Católica fuertemente golpeada por las controversias en el manejo de las finanzas y las acusaciones de pederastia de varios miembros.

Poco separa al sencillo obispo Bergoglio de Francisco, más que el título ya que a traves de sus mensajes y acciones demuestra que tal y como el santo que inspiró su nombre, se le encomendó la tarea de reparar su iglesia.

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