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De Amberes 1920 a Berlín 1936

Tras el paréntesis de la Primera Guerra Mundial la VII edición fue acogida por Amberes en 1920, una ciudad que simbolizó el sacrificio de la guerra.

Afiches de los Juegos Olímpicos de Amberes 1920 y París 1924. (Foto: Hemeroteca PL)

Afiches de los Juegos Olímpicos de Amberes 1920 y París 1924. (Foto: Hemeroteca PL)

El conflicto impidió la celebración de los VI Juegos Olímpicos en Berlín, en 1916 (el COI da numeración a las ediciones no celebradas durante las dos Grandes Guerras).

Las secuelas de la gran guerra provocaron la ausencia de los atletas alemanes, austriacos, húngaros, turcos, búlgaros, polacos, rumanos y soviéticos, la cual repercutió en la calidad de las pruebas.

Amberes inauguró la bandera olímpica y que los atletas participantes prestaran por primera vez el juramento olímpico. Ocho años después, en los Juegos de 1928, en Amsterdam, se introdujo la ceremonia de prender el pebetero con el fuego olímpico, completando así el simbolismo de la bandera y el juramento.

La gran revelación fue Finlandia, cuyos atletas consiguieron el mismo número de medallas de oro -ocho- en atletismo que los de Estados Unidos. En el medallero general, los estadounidenses no tuvieron rival, alcanzaron 41 medallas de oro, destacando especialmente en atletismo y natación.

La gran figura de los juegos de Amberes fue el atleta finlandés Paavo Nurmi.

París 1924: Los Juegos de “Tarzán”

Las dos grandes figuras en la capital francesa fueron Paavo Nurmi, que ganó cinco medallas de oro en atletismo, y el estadounidense Johnny Weissmuller, años más tarde el “Tarzán” del cine, que asombró al mundo y ganó tres medallas de oro en natación. Estados Unidos mantuvo la supremacía olímpica.

El estadounidense William De Hart Hubbart hizo historia al ser el primer atleta de raza negra en ganar una medalla de oro (salto de longitud).

Uruguay venció en fútbol y anunció al mundo su poderío.

Amsterdam 1928: el Atletismo femenino

Esta edición vio el regreso de Alemania a los Juegos, tras su ausencia desde Estocolmo 1912, debido a la Primera Guerra Mundial, con un potente equipo de 223 deportistas.

Una de las notas destacadas fue la presencia oficial de mujeres en atletismo y gimnasia, a pesar de la oposición de algunos sectores, incluido el Papa Pío XI.

De nuevo Estados Unidos lideró el medallero, con 22 oros, ocho en atletismo masculino y una en el femenino.

Uruguay confirmó su gran categoría futbolística al proclamarse campeón en Amsterdam, como lo había sido en París en 1924.

Los Ángeles 1932: Juegos de Cine

Los poderosos mecenas de la industria del cine hicieron posible que se celebraran los X Juegos Olímpicos en Los Ángeles, a pesar del clima de incertidumbre prebélica que se vivía en todo el mundo.

La participación en estos Juegos fue menos de la mitad que en los anteriores, debido a la crisis económica y el largo viaje hasta Los Ángeles. A pesar de ello, en la edición californiana se consiguieron 16 récord mundiales y más de 30 plusmarcas olímpicas.

Otra novedad fue el uso del cronometraje electrónico y la foto-finish.

Estados Unidos, no podía ser de otra forma, lideró el medallero, con un total de 103 medallas (41 de oro, 32 de plata y 30 de bronce). El gimnasta italiano Romeo Neri y la nadadora estadounidense Helen Madison, fue la deportista más galardonada, con tres oros cada uno.

Berlín 1936: Superioridad negra

Los Juegos Olímpicos de Berlín tuvieron dos protagonistas por encima de todo: Jesse Owens y Adolf Hitler. El primero, indiscutible número uno de la competición de atletismo, al ganar cuatro medallas de oro en 100 y 200 metros, relevos 4 x 100 metros y salto de longitud. En esta última prueba, Owens hizo una marca de 8.06 metros, que se mantuvo hasta los Juegos de Roma en 1960.

Hitler intentó utilizar los Juegos como elemento de propaganda nazi, una competición que antes de su disputa vivió un clima prebélico que provocó que muchas naciones se planteasen el boicot.

Los alemanes se adjudicaron 33 medallas de oro, Estados Unidos acumuló 24 medallas de oro, mientras que Hungría fue el tercer país que más veces subió a lo más alto del podio, con 10 medallas de oro.

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