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2005: maras se enfrentan en penales

Cuatro trifulcas simultáneas  ocurrieron el 15 de agosto del 2005 en cuatro cárceles del país, entre  pandilleros de las maras Salvatrucha y 18.

Portada de Prensa Libre del 16 de agosto 2005. (Foto: Hemeroteca PL)

Portada de Prensa Libre del 16 de agosto 2005. (Foto: Hemeroteca PL)

Ambos grupos rompieron ese día una tregua   de no agresión,   lo que  causó  una masacre en las cárceles Granja de Rehabilitación  Pavón; Granja Penal Canadá y Comisaría 31, El  Hoyón,  en Escuintla, y El  Preventivo de Mazatenango. El saldo fue de 30 pandilleros muertos y  80 heridos por armas de fuego  y blanca.

Las autoridades informaron que los pandilleros  llamaron por teléfono celular  a los otros reclusos. El auxiliar  de la Procuraduría de los Derechos Humanos en Escuintla, Osmín Revolorio, dijo que reos heridos le dijeron que   un guardia  penitenciario ingresó un maletín con armas, las cuales habrían sido utilizadas  en el ataque. En esa ocasión fue utilizada una ametralladora Mini Uzi, la cual se perdió en la Policía Nacional Civil un mes antes, reveló un informante.

Luego de la trifulca en Pavón, 18 de los 31 reos,  todos de la Mara Salvatrucha, salieron de uno de los sectores y pedían ayuda.  Al entrar, la Policía halló ocho  cadáveres de integrantes de la Mara 18. Además, murieron 18 en El Hoyón,  dos  en la Granja Penal  Canadá, y dos  en el Preventivo de Mazatenango. En varias requisas  se decomisaron 13 armas de fuego,  12 navajas y siete tijeras.

“Se rompió el sur”

La riña  fue resultado  de una “rueda” de pandilleros de la Mara Salvatrucha,  que   acordaron  romper la tregua  de no agresión  con  la Mara 18. “En rueda, se rompió el sur”, dijo un pandillero.

El ministro de Gobernación, Carlos Vielmann, y Francisco  de la Peña, director  de Presidios, informaron  que el  Sistema Penitenciario  estaba a punto de colapsar.

Vielmann descartó que los reos  pretendieran amotinarse, y que fue una disputa  entre bandos.  

De la Peña agregó:   “Guardias tuvieron que ver  con la mayoría de muertes”.   

El presidente,  Óscar Berger, quien estaba de viaje en  Taiwán,  lamentó  el incidente y anunció que agilizaría un programa  para separar a los pandilleros, para evitar enfrentamientos.  

Además,  adelantó que impulsaría  un programa  de rescate  de jóvenes pandilleros  en zonas de alto riesgo.
Hasta la fecha, los enfrentamientos entre reclusos, principalmente de pandillas, ha sido constante en las cárceles del país.
Muchos de los casos obedecen a que los reclusos no están debidamente catalogados o tienen organizaciones delictivas dentro de las prisiones.

Aunque un tanto diferente, la situación se extiende a las correccionales, donde, supuestamente, solo hay internos menores de edad.

Sin embargo, los niveles de agresión han sido mortales, tal es el caso de crímenes cometidos por líderes de pandillas contra monitores o maestros.

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