Alejandro y su esposa María Patrocinia Chacón, de 19 años, llegaron ayer en la mañana buscando el Hospital San Juan de Dios, porque ella estaba enferma.

El viaje lo habían hecho de la finca La Concha, Villa Canales, esperanzados de que la curaran de la calentura y sarampión que, a decir de su compañer,o venía padeciendo.

Nos dijeron que regresámos el día lunes.

Mala atención

“El doctor que atendió «muy rápido» a la Patrocinia me dijo que llegáramos mejor el lunes para poderla curar, sin saber que para esa fecha ya estaría muerta”,  dijo el viudo lamentándose.

-Mire dice- la Patrocinia tenía calentura y sarampión y tenla cuatro días de estar enferma. Mi patrón nos mandó para la capital para que la curaran en el hospital, pero sólo le pidieron una de datos y por último el? doctor le dijo «te venís el lunes».

“Creíba que se había desmayado”.

Salimos muy tristes del hospital porque no la habían atendido —siguió relatando Alejandro — pero de repente la Patrocinia se «cayó al suelo» y yo «creíba» que se había desmayado, pero unos señores que la atendieron me dijeron que estaba muerta.

—”No lo creía, señor, que estuviera muerta y me acerqué a ella y sentí algo muy feo. Algo que me decía que era verdad lo que me estaban diciendo. Mi mujer estaba bien muerta”, tan sólo porque no la quiso atender el hospital.?

El cadáver de la humilde señora había quedado tendido en la 1a avenida, cerca de la 16 calle zona 1, a escasas cuadras del Hospital General, donde momentos antes le habían dado cita para el lunes.

Llegaron los Bomberos Voluntarios y la radiopatrulla No. 102 y se regresó al hospital: pero a la morgue.