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Transplantes de órganos, aliento de vida

El médico Thomas Starzl, pionero en el trasplante de hígado, falleció el sábado 4 de marzo  a los 90 años. Realizó el primer trasplante en 1963 y el primer trasplante exitoso de hígado en 1967.

Portada del 25/02/1064 informa que el Dr. Ponce Archila donará sus ojos, para que le sean útiles a la ciencia. (Foto: Hemeroteca PL)

Portada del 25/02/1064 informa que el Dr. Ponce Archila donará sus ojos, para que le sean útiles a la ciencia. (Foto: Hemeroteca PL)

 
Con su muerte, recordamos en esta nota los esfuerzos hechos en el país en este campo, que aún es incipiente pero promete grandes resultados.

Además, recordamos al infectólogo guatemalteco Carlos Mejía, quien murió víctimas de una bala perdida el martes 23 de mayo de 2017, y quien, por deseo expreso, donó sus córneas. Se convirtió en el primer donante de este tipo de órgano en el país para el banco guatemalteco de córneas.

Historia de trasplantes

Prensa Libre  dio a conocer el 3 de abril de 1954 sobre los avances en transplantes que practicaban médicos estadounidenses en el país.

A principios de 1954, el doctor  Harry Greene, de la Universidad de Yale, informó que  había transplantado  glándulas, nuevas y jóvenes, como si fueran piezas de repuesto en diez seres humanos.

Las glándulas de “repuesto se habían tomado de fetos  o embriones humanos  los cuales se injertaron  en los organismos  de los pacientes.

Green dijo que  es los avances médicos se habían mantenido en secreto por largo tiempo en el Centro de Estudios de la  Sociedad norteamericana contra el cáncer.

El oftalmólogo estadounidense  John Harry King arribó a Guatemala el 19 de febrero de 1964 con el propósito de realizar transplante de córneas en una niña de 16 recluida  en la sala de oftalmología del Hospital General.

King no pudo realizar la operación el 20 de febrero de 1964 luego de que la ley le impidió  restaurar los ojos de la niña. Esto lo indignó, por lo que dijo: “Esto estorba  a la ciencia”.

King fue entrevistado el 21 de febrero de 1964 en el vestíbulo de un hotel de la zona 10, donde manifestó que las leyes debían ser modificadas, y que no pudo  realizar el transplante  porque no se contaba con los medios  necesarios.

Al ser preguntado sobre  por qué no se llevó a cabo la operación, dijo:  “Sencillo, la noche antes de la operación llegaron  dos ojos frescos, querían utilizados  para la intervención y cuando llegué al hospital  comprobé que no podrían ser utilizados.

¿Por qué causa?
Porque ya no estaban utilizables. Algunos médicos  me informaron  en ese momento  que un paciente había muerto y que tal vez  sería probable  que los ojos  de este podrían servir para la operación. De inmediato  examiné al hombre muerto  y pude comprobar  que las córneas eran utilizables.

¿Y por qué no se realizó la operación?

Los mismos médicos me informaron que las leyes de Guatemala prohibían que se utilizaran  los órganos de un muerto  en esta clase de operaciones. Por esto sugiero que las normas se reformen,  para beneficio de la población guatemalteca en general.

¿No cree que sería conveniente una campaña educativa?

Es necesario educar  a la población  para que se  permita esta clase  de operaciones.

Ventanas de los ojos

King manifestó que era indispensable que Guatemala cuente con un banco de ojos para bien común.

¿Puede devolvérsele la vista  a un ciego, doctor?

La operación puede ser exitosa, si el ciego nació con defectos  en la córnea. De lo contrario, no es posible. Es probable  que con los estudios  del futuro tal vez se pueda lograr.

¿Cómo ve usted al personal  guatemalteco especializado en oftalmología?

Lo considero suficientemente capaz y preparado. Los he visto entusiasmados y puedo afirmar que quienes han estudiado  cuestiones corneares, son preparados  y competentes.
También puedo afirmar  que estoy  impresionado por la forma  como laboran  las dependencias  de salubridad en Guatemala  y la eficiencia  de los médicos.

El doctor King dijo que tenía más de 15 años  de dedicarse  al estudio de los ojos  y que como consecuencia de esta dedicación  ha inventado  el instrumental necesario  para esta clase  de operaciones.

¿Este instrumental ya se encuentra en Guatemala?

Todo está en su país, lo único que hace falta es el banco  de ojos.

¿Cuáles son los estudios que ha hecho?

Sobre el hecho preservar las córneas. Hace muchos años  las córneas tenían  que usarse frescas, o sea antes de 24 horas. Ahora sin ningún método de preservación pueden estar guardadas  a la temperatura  de un cuarto  por muchos años.

¿Cuándo fue perfeccionado  este método?

Hace cerca de 8 años. Ahora es conocido en todas partes. La gente al principio no creyó en su efectividad. Puedo afirmarle que el 50% de las operaciones de transplante de córneas pueden hacerse con ojo preservados y el otro 50% no puede ser operado más que con ojos frescos.

¿Quién envió a Guatemala los primeros ojos frescos?

Fue el banco internacional de ojos, con sede en Washington, D. C. Más adelante el doctor King habla entusiasmado acerca de su actividad profesional y de su arribo al país. “?Mi llegada a Guatemala fue posible gracias al banco internacional de ojos y a Médico Care”.

¿Qué es Médico Care?

Es una institución que fundó Tom Dodley hace algún tiempo y quien donó sus propios ojos, para que se hicieran los primeros transplantes.

¿Desde cuándo se venían ensayando este método?

El primer injerto se realizó hace una centuria, cuando menos. Se principió ensayando con ojos de animales. Durante los últimos 20 años se ha venido demostrando el éxito del procedimiento y en los últimos 10 años  ha sido aceptado casi en forma definitiva.

Harry King es autor de dos libros de oftalmología. Uno de ellos se titula Atlas de la cirugía del ojo y el otro Manual de cirugía del ojo.

Es además autor de cien artículos científicos sobre oftalmología.

En este viaje lo acompañó su esposa Helen T. King y su hijo John H. King, que es el tercero de la familia y es el experto que lo acompaña en las distintas operaciones oftalmológicas.

El doctor King es egresado de la universidad  de Georgetown, Washington, y obtuvo su título de médico en 1934. Actualmente es profesor de ojos en las universidades de Georgetown y Jorge Washington.
King  también viajo a Atitlán, Sololá, donde permaneció cuatro días.

¿Le gustaría volver a Guatemala?

Sí. Me gustaría mucho. Es más, casi lo voy a hacer.
Estoy agradecido con el pueblo de Guatemala y con todas aquellas personas que conmigo colaboraron.

Pionero de transplantes

Por su parte, el doctor Wellington Amaya, oftalmólogo guatemalteco, al ser entrevistado, dijo que el doctor King es una figura de recia personalidad en el mundo de la oftalmología.

Dijo además que el transplante ahora no es una novedad, pero que la técnica y las modificaciones son originales del doctor King, así como que ha ideado su propio instrumental.

Uno de los instrumentos que se usan fundamentalmente en los transplantes corneales, dijo el doctor Amaya, es el trépano, ideado por el doctor King.

Es necesario, concluyó el doctor Amaya, que se sepa que el doctor King sólo ha intervenido en centros de beneficencia, sin cobrar por estos servicios.

Donará sus ojos

El doctor Alfonso Ponce Archila, quien fungía como ministro de Salud Pública, luego de  conocer que la niña de 16 años no pudo recibir el transplante de córneas debido a obstáculos legales en Guatemala, ofreció donar sus ojos. 

Al ser entrevistado el 25 de febrero 1964 dijo: “El banco de ojos recibirá los míos  cuando yo muera. Ahora lo importante es  promover  una campaña  para la fundación de un banco de ojos en Guatemala  que hace mucha falta”.

Niños donan sus ojos

Los hermanitos Milton Giovani y Walter Antonio Reyes Alvarez  de 8 y 10 años de edad, quienes estudiaban en el colegio Juana de Arco, donaron sus ojos  al banco  el 28 de febrero 1964, y manifestaron que  los donaban para que  pudieran servir a la humanidad.

Walter Antonio, quien era el niño  mayor, dijo: “Leí en Prensa Libre que se iba a formar un banco y que la operación de una niña  no pudo hacerse por la falta de ojos”.

El reportero Rafael  Matta Retana al preguntarle a los niños que  si  estaban dispuestos a quedarse sin ojos, Walter Antonio respondió: “Se entiende  que los ojos  los donamos pero hasta que muramos,  por lo cual no tenemos miedo”.

Los estudiantes de Medicina estudian en cadáveres que no han sido reclamados. Muchos en vida ceden sus cuerpos en beneficio de la ciencia y los estudiantes  los abren y hacen las disecciones que creen convenientes.

Nosotros en Guatemala empezaremos por algo. Ya existen en los hospitales unas tarjetas donde figura una pregunta que dice: “En caso de fallecimiento a ¿quién avisamos?” Esta pregunta la responde el paciente al entrar, de acuerdo con su estado de salud.

A esa tarjeta, prosiguió el ministro, se le agregará una nueva pregunta que diga: “En caso de fallecimiento ¿dona sus ojos al banco, para beneficio de la humanidad”? Con esto creo que se empezará a resolver el problema.

Juez González Caravantes

El juez de Sanidad  Hugo González Caravantes manifestó que el obstáculo  legal que encontró  el eminente  oculista  norteamericano  King  para realizar la operación de la niña de 16 años fue que en Guatemala  nunca se había hecho  la aplicación  de la ley  en estos casos.

 “Si  el deseo del paciente queda expresado,  entonces el caso cambia  de aspecto. Uno puede disponer  libremente  de sus bienes y no digamos de su cuerpo el cual podrán estudiar los cursantes de medicina  para que practiquen la profesión que  algún día serán quienes ayuden a los guatemaltecos sin tener que ir al extranjero para su curación”, afirmó.

Primer  transplante

Victoria  Paz de Herrera, de 56 años, se  convirtió el 10 de febrero de 1972  en la primera paciente beneficiada con transplante  de córneas  en el Hospital  General del IGSS.

Para la historia de la medicina en Guatemala fue de  muchísima importancia el hecho, por cuanto puso de relieve el adelanto científico y la apertura de caminos de esperanza para aquellos pacientes con dolencias graves en la vista.

La operación se consideró un éxito por su trascendencia humana, y fue efectuada por los médicos  Alfonso Wer, Julio Roberto Herrera, Pablo Fuchs, Edgar Lehnhoff y Carlos Boty Gross,

Banco de ojos

De interés nacional se declara la creación del banco de ojos  con el decreto  52-72 del Congreso de la República  el 3 de agosto de 1972, para  transplantes de  córneas.

El banco funcionaría en  los hospitales  del Estado  y el IGSS. El Ministerio de Salud Pública gestionó  ante el Ministerio de

Finanzas Públicas  la asignación de los fondos necesarios  para la creación de estos bancos y el IGSS estaba obligado  a financiar  la instalación  de los bancos que sean posibles.

Los bancos de ojos podrán obtener las piezas oculares ya sea por donación en vida de las personas, por programas de entidades de servicio al respecto, por autorización posmórtem de familiares o apoderados de la persona fallecida, por globos aculares obtenidos por cirugía selectiva y que tengan tejidos aprovechables y por evaluación posmórtem de un especialista que procederá a la obtención de los órganos visuales por considerarlos de utilidad social y científica.

Avanzan transplantes

30 de mayo de 1983  

El doctor Edgardo Laparra, jefe de la sección de oftalmología del Hospital Militar, informó  sobre los transplantes de córnea que  se practican en dicho centro hospitalario.

Las donaciones se hacen al banco de ojos que debe existir para que conserven las córneas. En Guatemala existe el banco de ojos del Hospital General San Juan de Dios.

8 de abril de 1987

La paciente  Ana Leticia  Hernández recibió un transplante de un riñón que le donó su madre. El médico  Óscar Cordón dijo entonces que la deficiencia renal había dejado  de ser una pesadilla para las personas que enfrentaban problemas de nefritis.

8 de mayo de 1986

Marco Tulio Jolón Monterroso, de 27 años, se convirtió en la  primera persona a quien se le transplanta un riñón en Guatemala, en el Hospital General del IGSS.

Esta operación fue la primera en su género en el país. La operación fue realizada por los galenos mexicanos de apellidos Castellanos Cantiño y Filkeinstein, contando con asistencia de homólogos guatemaltecos, quienes por disposición de las máximas autoridades de ese centro suspendieron toda actividad para estar presentes en este único y primer acontecimiento en Guatemala.

30 de enero de 2004

El  paciente Marco Tulio Cabrera, de 50 años, despertó con  la visión recuperada  de su ojo derecho, gracias al transplante de córnea al que fue sometido en el Hospital Rodolfo Robles. Como él, otras personas podrán ver luego de que esa entidad recibiera una donación de membranas, las cuales están a disposición de quienes las necesiten.

12 de abril de 2004

El Congreso de la República crea con el Acuerdo Gubernativo 135-2004 la unidad de banco de ojos, la cual  será la encargada de brindar a la población  guatemalteca  servicios de alta calidad y con  moderna tecnología médico-quirúrgica. Para su funcionamiento  contará con recursos  asignados por el Estado, donaciones  y contribuciones.

7 de diciembre de 2006

Pedro Francisco Rivera López, de 19 años, y Mario Alfredo Valdez Corona, de 40, fueron beneficiados  con el transplante de riñones de un donador fallecido. La operación se efectuó con éxito en el hospital de enfermedad común del Instituto de Seguridad Social de la zona 9, por el doctor José Alfredo Mollinedo, jefe de la unidad de transplante del IGSS.

31 de diciembre de 2013

Santiago Haider Palencia, de 6 meses y medio de edad, fue operado en el hospital Chang Gung, de Taiwán, porque requería con urgencia transplante de hígado para sobrevivir.

28 de diciembre de 2016

Fabián Alessandro Santiago Lobo, de un año y tres meses de edad,  fallece debido a problemas en el hígado.
El niño padecía atresia biliar, una obstrucción de las vías biliares que causa que la bilis se acumule en el hígado, lo que ocasiona ictericia.

Prensa Libre publicó en octubre del 2016 el caso del menor, cuando la familia buscaba ayuda para un transplante de hígado.
Ernesto Morales, presidente de Fundahepa, afirmó que a la enfermedad hepática no se le da importancia y que muchos incluso desconocen que el hígado puede enfermar por razones ajenas a la ingesta de licor.

El transplante de hígado, que no se practica en Guatemala, tiene un alto costo y solo lo realizan en Taiwán o España, donde el costo de la operación es más barato.

No pudieron viajar

La familia Santiago Lobo había recaudado el 15 por ciento del dinero requerido para hacerle el transplante al bebé y solicitó una visa a la Embajada de Estados Unidos, con la intención de viajar a ese país y operarlo.

?Según la madre, Yesenia Lobo, aplicaron a una visa de turista, pues la humanitaria tiene un costo más elevado y se requieren más trámites; sin embargo, el permiso les fue negado.

La idea entonces fue viajar a Colombia, donde una familia en una situación similar logró operar a su hijo y salvarle la vida, pero necesitaban el dinero y los permisos para viajar.

La terrible noticia llegó en diciembre, a través de la página de Facebook Unidos por Fabián, donde la madre informó sobre la muerte del niño: “Mi bebé ya está jugando con Dios, dio todo de su parte y Dios decidió ya no más dolor, la cura a su problema llegó hoy, hay fiesta y gozo en el cielo porque llegó Fabián, el bebé de los ojos de mami, ahora esos ojitos verán e iluminarán a Dios para cuidar más niños”.

Promesas olvidadas

El entonces ministro de Salud de Otto Pérez Molina  Jorge Villavicencio dio una conferencia de prensa en enero de 2013, en la cual prometió la apertura de la primera unidad  de transplante de hígado  en Guatemala que  beneficiaría  a “cuatro mil enfermos”. Esta sería construida en el Hospital San Juan de Dios, a un costo de Q3.8 millones.
 
La idea para la instalación de  primera unidad de transplante  hepático empieza en el 2010  con la visita  al país  del médico  taiwanés Chen  Chao-long.

Chen Chao-long capacitó a  13 cirujanos guatemaltecos para el transplante de órganos.
En septiembre de 2015  el entonces vicepresidente  Alfonso Fuentes Soria dijo que la unidad de transplante sería instalada en el Hospital Militar.

Salud indicó  que durante  la transición  de gobierno  no se mencionó la Unidad  y se desconocía  su estado actual.

9 de febrero de 2017

El doctor Juan Antonio Villeda,  director del Hospital San Juan de Dios,  manifestó  su deseo  de  rescatar el proyecto, por lo que propuso  rehabilitar los quirófanos que se habían destinado para los transplantes y que se reuniría con los 13 médicos  que se especializaron en la República de Taiwán.

Los médicos especializados también impulsan una iniciativa  de ley  que regule  las donaciones de órganos,  por lo que crearon  la oficina de coordinación  hospitalaria de transplantes.

Mientras, el gobierno taiwanés seguiría apoyando  el programa, con medicamentos, insumos y programas de apoyo para mejorar la salud de los guatemaltecos, indicó la Embajada  de Taiwán en Guatemala.

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