Explicó que la semana pasada el problema se agravó con la lluvia, puesto que el socavamiento se llevó parte de un carril.

“Esta es una vía muy transitada. El socavamiento ya alcanzó la mitad de un carril y nosotros tenemos miedo de que si continúan las lluvias, esta quede completamente destruida, como ha ocurrido en otros sitios”, indicó Vásquez.

Refirió que el problema que afronta la población es que no hay una ruta alterna para el paso vehicular.

José Luis Gómez, otro poblador, afirmó que la situación es complicada por la cantidad de automotores que usan esta carretera. Detalló que hay mucho riesgo en el tramo, sobre todo durante la noche, pues el área no está señalizada y pobladores podrían caer en el barranco que se formó por el socavamiento.

Tubería se averió

Gómez puntualizó que el hundimiento ocurrió porque el tubo transversal que desfogaba el agua pluvial debajo de la carretera se destruyó por las correntadas.

“Aquí con cada lluvia se desprende material, y el temor es que se termine de ir la capa asfáltica que ya está dañada”, dijo.

Según Gómez, pobladores de la aldea Chinacá, comerciantes de Quiché y de otras regiones se verían afectados, porque el colapso del tramo tendría un impacto económico en la región, pues es la única ruta para llegar a Huehuetenango.

Recordó que ingenieros de la Unidad Ejecutora de Conservación Vial (Covial), delegados de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) y entidades municipales hicieron una visita cuando se originó el problema, a principios de octubre, cuando el hundimiento aún no alcanzaba la capa asfáltica; sin embargo, no hicieron nada, por lo que la lluvia influyó en que continuara el socavamiento, que ahora ya ha puesto en riesgo el tránsito por el sector.

César Vásquez Gómez, presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo de Chinacá, informó que ellos ya han solicitado a las autoridades que pongan atención a este problema, pero no reciben respuesta.

Aseguró que, ante la emergencia, se integraron tres consejos comunitarios de Desarrollo de las aldeas Tojespach, Chinacá y Chalchelac, para exigir trabajos preventivos a fin de evitar que siga el socavamiento.

Ariel Gutiérrez Gómez, de la junta directiva de vecinos, lamentó la situación y afirmó que en lugar de tener soluciones, las autoridades desviaron el tránsito del norte del departamento por esta vía, debido a trabajos que se hacen en la carretera entre Huehuetenango y Chiantla.

“Esta situación ha empeorado las condiciones de la carretera, pues a ello se suma el paso de transporte pesado con rumbo a Quiché y Guatemala, vía Río Negro”, expuso.

Evaluaron daños

Jorge Méndez, delegado de la Conred en Huehuetenango, informó que ellos realizaron, hace un mes, la evaluación de daños y enviaron informes de la situación a la sede central, donde se le notificó al Ministerio de Comunicaciones.

Confirmó que el deslizamiento de material podría continuar en la zona si continúa la lluvia.

El gobernador José Antonio López Rojas afirmó que no cuentan con fondos para hacer trabajos de mitigación en ese sector, pero que ya se hacen gestiones en el Ministerio de Comunicaciones.

Añadió que un comité técnico podría llegar para hace una nueva evaluación, a fin de tomar acciones encaminadas a mejorar el tránsito en el área, que por ahora controla la Policía.

El funcionario detalló que es necesario realizar trabajos desde el cambio del tubo transversal, muros con gaviones, señalizar y de otro tipo, que se definirán con la llegada del equipo técnico.

Otros daños en Huehuetenango

A principios de noviembre, la lluvia dañó  las bases de un puente bailey instalado en el ingreso a Ixtahuacán,  y vecinos temen   que la estructura se desplome y deje incomunicadas a miles de personas de varios municipios.

El  domingo 15 de septiembre,  la lluvia ocasionó que se abriera un agujero  de 11 metros de largo, 15 metros de ancho y nueve metros de profundidad en  el kilómetro 258.5 de  la ruta Interamericana, en Chimusinique, zona 12 de la cabecera.

En el kilómetro 260 de ese mismo tramo se encuentra otro hundimiento que abarcó los dos carriles, el cual ocurrió en julio de este año, debido a la lluvia.

Entre los kilómetros 308 y 315 de esa ruta internacional   varios derrumbes    complican el paso vehicular.

En el kilómetro    214 de la carretera  Interamericana también hay  un deslizamiento de tierra de grandes proporciones.