Parrilli aclaró que Stiuso “ya no forma parte”  de la Secretaría de Inteligencia y aseguró que “la presidenta (Cristina Fernández) quiere que se cuente todo” .

La fiscal del caso Nisman, Viviana Fein, citó para hoy a Stiuso tras analizar las últimas comunicaciones telefónicas del fiscal, el cual fue hallado muerto con un tiro en la cabeza en su domicilio el pasado día 18, cuatro días después de denunciar a la presidenta Fernández por el presunto encubrimiento de sospechosos iraníes de un atentado contra intereses judíos.

Stiuso no se presentó hoy ante la fiscal porque no recibió ninguna notificación oficial, según su abogado, Santiago Blanco Bermúdez, quien apuntó que su cliente tiene “voluntad absoluta”  de comparecer si la Justicia lo requiere.

Blanco recalcó que, de ser citado, exigirán medidas de confidencialidad por la condición de espía de su defendido, tales como que la protección de su rostro.

Stiuso, relevado de su cargo por el Gobierno el pasado diciembre, fue señalado por la presidenta como el responsable de una maniobra de desestabilización del Gobierno que incluiría la muerte del fiscal Nisman.

La polémica sobre el papel de Stiuso coincide con una tormenta política por la reforma legislativa exprés impulsada por el Gobierno para disolver la Secretaría de Inteligencia y crear una nueva Agencia Federal, rechazada por la oposición por interpretar que se trata de una cortina de humo para mitigar el escándalo provocado por la muerte de Nisman.

Considerado uno de los hombres más poderosos de los servicios secretos argentinos, Stiuso guarda valiosa información de personajes relacionados con el poder y tiene buenas relaciones con agencias de espionaje internacional, como la CIA y el Mossad.

Antonio Horacio Stiuso, alias “Jaime Stiles” , de 61 años, comenzó a trabajar para la Inteligencia en 1972 y fue acaparando poder durante la dictadura  (1976-1983) y los gobiernos democráticos hasta llegar a la cúpula de los servicios secretos.