La práctica, en la que participaron 270 personas entre civiles y cuerpos policiales, fue un simulacro de una acción violenta en el metro de Rio de Janeiro, incluyendo un incidente radiológico, informó la asesoría de prensa del gobierno local.
Efectivos del cuerpo de bomberos usaron ropas especiales para evitar contaminación radioactiva y fue instalada una tienda de “descontaminación” para atender a los usuarios del metro.