Internacional

Chile rechaza proyecto de 5 represas por razones ambientales

El gobierno presidido por Michelle Bachelet rechazó el polémico megaproyecto hidroeléctrico Hidroaysén, de la española Endesa y la chilena Colbún, para la construcción de cinco represas en la Patagonia chilena por su impacto ambiental, informaron fuentes oficiales.

Activistas chilenos manifiestan en Santiago contra la construcción de represas en la Patagonia?. (Foto Prensa Libre: AFP).

Activistas chilenos manifiestan en Santiago contra la construcción de represas en la Patagonia?. (Foto Prensa Libre: AFP).

SANTIAGO.- “Se declara rechazado el proyecto hidroeléctrico de Hidroaysén”, dijo el ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier.

“El comité de ministros ha decidido acoger los recursos de reclamación presentados por la comunidad y dejar sin efecto la Resolución de Calificación Ambiental del proyecto Hidroaysén”, agregó el ministro.

El proyecto, que lleva siete años en tramitación, tiene la fuerte oposición de grupos ecologistas, que denuncian el daño que haría a un paisaje virgen con la inundación de cinco mil 900 hectáreas mediante cinco represas sobre los ríos Pascua y Baker.

Los ministros de Energía, Minería, Salud, Agricultura, Medio Ambiente y Economía votaron de forma unánime contra el proyecto, que a su juicio no cuantifica de forma adecuada su potencial impacto ambiental. Hidroaysén “adolece de faltas importantes en su ejecución al no tratar con el debido cuidado y con la debida atención aspectos relacionados con las personas que ahí viven”, dijo el ministro de Energía, Máximo Pacheco.

La decisión fue celebrada en las calles por cientos de manifestantes en Santiago y en la región sureña de Aysén (mil 300 kilómetros al sur de la capital).

La empresa tiene ahora 30 días para apelar la decisión del Gobierno ante el Tribunal Ambiental de Valdivia (sur de Chile), y en última instancia, ante la Corte Suprema.

Hidroaysén es un emprendimiento de la chilena Colbún (49% de la propiedad), y Endesa (51%) -generadora española controlada por la italiana Enel-, que pretende inyectar unos dos mil 750 megavatios (MW) a la capacidad instalada de Chile (17 mil 500 MW), un país netamente importador de energía.

La iniciativa incluye también la construcción de una línea de transmisión de unos 2.000 kilómetros de extensión para transportar energía al centro y el norte del país, donde se concentra la mayor población y las principales mineras, las más necesitadas de energía.

La matriz energética de Chile es principalmente térmica (62%), frente a un 35% de generación por hidroelectricidad.

La falta de inversión de las generadoras eléctricas en los últimos años y la baja competencia en el sector han reducido el suministro y duplicado los precios de la energía en Chile.

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