El domingo recién pasado los socialistas tuvieron un 23 por ciento de apoyo electoral, casi 16 puntos menos que en los comicios del 2009 y continuaron sin remontar al gobernante Partido Popular  (PP) , que les sacó del Ejecutivo tras ganar las elecciones legislativas de noviembre del 2011.

Pérez Rubalcaba asumió la responsabilidad de los “malos”  resultados, según admitió, y anunció la convocatoria para mediados de julio de un congreso extraordinario en el que se elegirá una nueva dirección.

El anuncio de Rubalcaba, ya cuestionado previamente por su gestión del partido, generó un fuerte debate, porque la convocatoria del congreso para el 19 y 20 de julio pone en duda la celebración de elecciones primarias para elegir al candidato socialista a presidente del Gobierno, que en principio deben celebrarse en noviembre.

Por esa razón levantaron la voz algunos destacados dirigentes interesados en el proceso de primarias, como la exministra de Defensa Carme Chacón y los diputados Eduardo Madina y Pedro Sánchez.

El debate se ha ampliado y, pese a las reticencias expresadas hace un par de días por Rubalcaba, fuentes de la dirección del partido han confirmado hoy que el todavía líder propondrá el lunes la consulta a los 200.000 militantes para elegir al secretario general.

La fórmula será que probablemente una semana antes del congreso extraordinario la militancia pueda elegir al nuevo líder y que en la cita del 19 y 20 de julio se ratifique el resultado de la consulta y se elija al resto de la Ejecutiva Federal.

Los jóvenes diputados Eduardo Madina  (38 años) y Pedro Sánchez  (42) han mostrado ya su satisfacción por la fórmula de elección del nuevo líder, la primera por elección directa en los 135 años de historia del PSOE.

Ahora la incógnita es qué hará la presidenta de la región de Andalucía  (sur) , Susana Díaz, quien en los días previos había contado con el apoyo expreso de numerosos dirigentes territoriales y que, según sus colaboradores, tiene previsto anunciar a principios de la semana próxima su deseo de ser la nueva secretaria general del PSOE.

Díaz, de 39 años, es la socialista con más poder en España, ya que gobierna Andalucía, que tiene 8,5 millones de habitantes, y ella misma lidera la agrupación regional del PSOE, que es la más numerosa en militancia.

Para poder presentarse a la elección los candidatos deberán ser avalados por la firma de al menos el cinco por ciento del total de los militantes y, si hay más de dos, podrán mantener debates entre ellos.

De este modo los socialistas españoles pretenden superar uno de sus peores momentos, ya que ahora están en la oposición tras los períodos de gobierno de Felipe González  (1982-96) y José Luis Rodríguez Zapatero  (2004-11) .

En la actualidad, sólo tienen el poder en dos regiones  (Andalucía y Asturias) y apenas gobiernan algunos ayuntamientos relevantes y en las elecciones del domingo han perdido votos no sólo frente a la coalición Izquierda Unida, de inspiración comunista, sino que han sufrido la irrupción de un nuevo partido, “Podemos” , que ha tenido 1,2 millones de votos, con el ocho por ciento del electorado.

“Podemos”  plantea un rechazo a las formas tradicionales de hacer política y su éxito ha tenido eco en las propuestas de algunos aspirantes al poder en el PSOE, que abogaron por la elección directa del secretario general para instaurar un modelo más participativo y abierto.