“Policías locales están desmontando las tiendas del campamento” en la provincia de Anbar (oeste), explicó la televisión estatal Iraqiya, que precisó que la operación tuvo lugar tras un acuerdo entre las fuerzas de seguridad, los jefes religiosos y los líderes tribales.
Las protestas estallaron en la zonas de mayoría árabe sunita el año pasado después del arresto de los guardias del entonces ministro de Finanzas, Rafa al Esawi, un político sunita influyente, acusados de terrorismo.
Las protestas contra esta detención, vista por parte de los sunitas como otra acción del gobierno chiita contra uno de sus líderes, también han servido para denunciar su marginación por parte del gobierno de Maliki, chiita, y las tácticas de mano dura por parte de la fuerzas de seguridad.