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Jefe de la AIEA cree que es hora de pasar a cuestiones más difíciles del programa iraní

Tras los recientes progresos en el dossier del programa nuclear iraní, la AIEA quiere pasar "a las cuestiones más difíciles" abordando el delicado tema del eventual capítulo militar de Teherán, declaró su director general, Yukiya Amano, en una entrevista exclusiva.

VIENA.- “Nosotros comenzamos por medidas prácticas y fáciles de aplicar, después pasamos a cosas más difíciles”, destacó el jueves el jefe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA). “Por supuesto, nosotros deseamos incluir las cuestiones (relativas) a la posible dimensión militar en las próximas etapas”, agregó.

Para la AIEA, se trata de determinar si Irán trabajó en la elaboración de la bomba atómica antes de 2003, o después.

En un severo informe difundido en 2011, esta agencia de la ONU había señalado un catálogo de elementos, presentados como creíbles, indicando que esa posibilidad no podía ser excluida. Dicho informe fue rechazado por Irán, que siempre negó haber querido o querer constituir un arsenal militar nuclear.

La AIEA e Irán negociaron en vano durante dos años para intentar alcanzar un acuerdo que permitiera a la agencia verificar las cuestiones evocadas en ese informe, pero la llegada a la presidencia iraní del moderado Hasan Rohani, elegido el pasado junio, desbloqueó el estancamiento de las negociaciones, y ambas partes alcanzaron, el 11 de noviembre, un primer acuerdo de seis puntos, entre los que destaca una vista al reactor de aguas pesadas de Arak o a una mina de uranio.

Sin embargo, el texto no hacía referencia alguna a la posible dimensión militar del programa iraní. “Ya hemos discutido (sobre ello) y seguiremos haciéndolo en nuestra próxima reunión”, que está prevista el 8 de febrero. “Y espero que podamos llegar a un resultado concreto, a un acuerdo”, indicó Amano durante la entrevista, realizada el jueves en su despacho de la sede de la AIEA en Viena.

Papel de verificación

La posible dimensión militar del programa iraní también es una cuestión central del histórico acuerdo firmado el 24 de noviembre en Ginebra entre las grandes potencias (Estados Unidos, China, Rusia, Francia, Reino Unido y Alemania) e Irán, incluso aunque tampoco esté citada explícitamente.

“Cuando hablamos de las cuestiones del pasado y del presente, esto incluye naturalmente la posible dimensión militar”, explicó el diplomático, de 66 años.

Resolver estas cuestiones “puede ser rápido o largo. Depende mucho de Irán. Depende realmente de su cooperación”, insistió. La AIEA reprocha desde hace años a Teherán una falta de cooperación que, según la agencia de la ONU, alimenta las dudas sobre los objetivos del programa nuclear.

El acuerdo de Ginebra, aplicado desde el 20 de enero y que tiene una vigencia de seis meses, prevé que la República Islámica congele una parte de sus actividades nucleares a cambio del levantamiento parcial de las sanciones internacionales, que ahogan a la economía iraní.

Se trata de una primera etapa hacia la negociación de un acuerdo a largo plazo con el objetivo de poner fin a 10 años de un duro pulso entre Teherán y la comunidad internacional.

El jefe de la AIEA no quiso pronunciarse sobre las posibilidades de alcanzar efectivamente un acuerdo. “Especular sobre el futuro es muy difícil”, bromeó. “Hace seis meses no se hubiera podido prever esta situación. ¡Hace un año, parecía totalmente imposible!”, destacó Amano en referencia a los recientes avances.

En el marco del acuerdo, la agencia tiene la dura tarea de verificar que Irán aplique los compromisos que adquirió, sobre todo la suspensión del enriquecimiento de uranio al 20%. Occidente e Israel siempre han sospechado que el país quiere alcanzar el enriquecimiento al 90%, el nivel necesario para la fabricación de una bomba atómica.

Si la AIEA constata el mínimo desvío, entonces “informaremos inmediatamente a los países miembros de la agencia”, aseguró el director general.

Yukiya Amano se mostró confiado en conseguir los 5.5 millones de euros necesarios para poner en marcha su misión en Irán, y destacó que “más de una docena” de países miembros del consejo de gobernadores habían anunciado su intención de contribuir. “Es un gesto bastante alentador”, consideró. “Hace tanto tiempo que hacemos un buen trabajo… Estoy seguro de que los Estados miembros nos apoyarán”.

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