Internacional

Obama reitera apoyo a prohibición de venta de armas de asalto

El presidente de EE.UU., Barack Obama, reiteró este domingo su apoyo a la prohibición de armas de asalto, y expresó su deseo de lograr la aprobación de una ley el próximo año para contener la violencia generada por las armas en este país.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama. (Foto Prensa Libre: AP)

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama. (Foto Prensa Libre: AP)

WASHINGTON.- Durante una entrevista con el programa “Meet the Press”  de la cadena televisiva NBC, Obama también expresó escepticismo sobre la propuesta de la Asociación Nacional del Rifle  (NRA, por su sigla en inglés) de desplegar agentes armados en todos los colegios de EE.UU., a raíz de la masacre de 20 niños en Connecticut el pasado 14 de diciembre.

“He sido muy claro en que, a través de la historia he apoyado y seguiré apoyando una prohibición a los rifles de asalto, a los cargadores de alta capacidad, y una revisión de antecedentes (de los compradores” , afirmó Obama.

Preguntado sobre, si ante el clima político en Washington, eso es algo que podrá lograr en su segundo mandato, Obama expresó confianza en los resultados del diálogo nacional sobre las armas.

“Me gustaría lograrlo en el primer año (de su segundo mandato). Presentaré una propuesta específica en base a las recomendaciones que está elaborando el grupo de trabajo”  liderado por el vicepresidente Joe Biden, dijo Obama, cuya entrevista fue grabada el sábado en la Casa Blanca y difundida hoy.

El grupo encabezado con Biden se ha estado reuniendo con representantes de todos los sectores de la sociedad civil y tiene plazo hasta enero próximo para presentar propuestas para el control de armas.

Sobre las críticas de la NRA a medidas para el control de armas, el mandatario replicó que “no basta con decir esto es muy difícil, así es que no lo vamos a intentar” , y reiteró su compromiso con juntar a todas las partes interesadas para lograr “algo que funcione” .

“Creo que hay una vasta mayoría de propietarios de armas responsables allá afuera que reconocen que no podemos tener una situación en la que alguien con severos problemas psicológicos puede conseguir el tipo de armas de gran capacidad que este individuo en Newtown obtuvo y matar a nuestros niños” , dijo Obama.

El mandatario reconoció que habrá “resistencia”  a medidas para el control de armas y que no se trata simplemente de que él invierta “capital político”  porque, a su juicio, en última instancia dependerá del apoyo del pueblo estadounidense.

Durante la entrevista, Obama se refirió a los retos que enfrentó el presidente Abraham Lincoln para lograr la ratificación de las 13 enmienda a la Constitución, que abolió la esclavitud en EE.UU., como ejemplo de la dificultad de las negociaciones políticas.

Aunque aseguró que él no se compara con Lincoln y que los asuntos que afrontaba el país durante la Guerra Civil y la esclavitud eran de otra índole, Obama insistió en que “la democracia siempre ha sido liosa” .

“Somos un país grande y diverso que constantemente pelea sobre todo tipo de cosas. Pero en última instancia hacemos lo correcto” , aseguró.

Según Obama, la masacre en Newtown  (Connecticut) el pasado 14 de diciembre ha sido “el peor día”  de su presidencia, y “no es algo que quiero que se repita” .

El mandatario se refería a Adam Lanza quien mató a su madre en el apartamento que compartían, y posteriormente masacró a 20 niños y seis adultos en la escuela primaria Sandy Hook, antes de quitarse la vida.

La masacre en Newtown ha atizado el debate nacional sobre la urgencia de adoptar medidas para restringir el acceso a las armas de fuego.

Pero la NRA, una organización con más de cuatro millones de miembros y con gran peso político, se opone al control de armas y aboga por el despliegue de agentes armados en los cerca de 135.000 colegios en todo el país.

Los detractores de la NRA señalan que ya había agentes armados en la secundaria de Columbine en Colorado y que la universidad Virginia Tech contaba con todo un departamento de policía. Ambos centros educativos fueron escenario de masacres en 1998 y 2007, respectivamente.