Internacional

Venezuela vive en la polarización y el conflicto un año después de Chávez

Estudiantes, opositores y periodistas denunciarán este viernes las violaciones de los derechos humanos por parte de fuerzas antidisturbios durante las protestas antichavistas que han dejado 14 muertos, mientras la justicia ordenaba nuevas detenciones de opositores radicales.

CARACAS.- Venezuela cumple un año sin Hugo Chávez inmersa en la polarización que siempre acompañó al gobernante y en un conflicto que muestra que el país transita de la mano de Nicolás Maduro en una dirección que no acerca las posturas entre las dos visiones que hay en el país.

Tras semanas de “guarimbas”  -como llaman en Venezuela a las barricadas-, de manifestaciones y marchas a favor y en contra del Gobierno, y de balances de muertos y heridos en protestas, Venezuela se apresta a recordar el 5 de marzo que hace un año Chávez perdió la batalla contra el cáncer.

La muerte de Hugo Chávez, tras una enfermedad de 20 meses rodeada de secretismo, dejó un país en la incertidumbre que ha vivido en doce meses dos procesos electorales de los que Maduro salió fortalecido, mientras el país caminaba por una crisis económica que no ha hecho más que profundizarse.

Con un 56 % de inflación, la más alta del continente; una ralentización de la economía que se quedó en torno al 1.6 % el año pasado  (5.6 % en el 2012), y el flujo de divisas reducido para un mercado en el que se ha agudizado el desabastecimiento, la economía ha sido y es una pesadísima losa para el Gobierno.

Por ello, tras las traumáticas elecciones presidenciales del 14 de abril del 2013, en las que Maduro ganó por un estrecho margen de 220 mil votos  (menos de un 1.5 % del electorado) que aún no reconoce la oposición, el presidente venezolano hizo del tema económico su objetivo principal.

Pero cuando tuvo que atacar el desabastecimiento, el presidente optó por imponer medidas unilaterales y hasta ordenó que el Ejército tomara una importante cadena de electrodomésticos para liquidar las existencias a “precios justos” , una medida que más allá de su utilidad ha marcado el tono de su Gobierno.

Sin embargo, las medidas recibieron el respaldo popular y dieron al chavismo una importante victoria en las elecciones municipales del 8 de diciembre, que la oposición planteó en términos de plebiscito y en las que el oficialismo conquistó casi un 75 % de los gobiernos locales.

Tras las elecciones municipales, Maduro quiso abrir un nuevo espacio de sosiego llamando a la oposición al diálogo para resolver los grandes problemas del país, empezando por la inseguridad, que el año pasado se cobró la vida de más de 11 mil personas, según cifras oficiales y que ONGs elevan a más de 20 mil.

Lanzó un plan de seguridad que permitió reuniones con líderes opositores, incluido el que fuera su rival en las elecciones presidenciales, Henrique Capriles, pero cuando todo el mundo parecía coincidir en los avances, surgieron demandas estudiantiles exigiendo soluciones a ese problema.

El rechazo a la respuesta que el Gobierno dio a los focos violentos de esas protestas en el oeste del país terminó explotando el 12 de febrero. Ese día una marcha estudiantil y opositora terminó con tres muertos, homicidios por los que hay detenidos ocho agentes del Servicio de Inteligencia  (Sebin), y fue la espoleta para las protestas que hoy vive Venezuela.

Oposición de Venezuela denuncia violaciones de los DDHH

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, tildó de intento de “golpe de Estado” las protestas, en un inicio estudiantiles y a las que se sumaron dirigentes radicales de la oposición que pregonan la necesidad de ocupar las calles para forzar la salida del Gobierno, elegido en abril del 2013.

El Foro Penal Venezolano, que hasta el miércoles había registrado 33 casos de violaciones de los derechos fundamentales, convocó una manifestación bajo el lema “todos al rescate de nuestros derechos humanos” en la que prometió que participarían algunas de las víctimas de los abusos policiales.

Las protestas, iniciadas a princpios de febrero por estudiantes venezolanos en reclamo por la inseguridad en los campus, se extendieron a varias ciudades e incorporaron reclamaciones por la inflación y penurias de abastecimiento de comida en el país con las mayores reservas petroleras mundiales.

Maduro, heredero político del líder de la llamada ‘Revolución Bolivariana’, Hugo Chávez, ha negado que existan violaciones de los derechos humanos, pero un informe de la fiscalía esta semana admitió que se habían abierto 12 investigaciones.

Más de una docena de policías están detenidos, entre ellos cinco agentes de inteligencia acusados por el asesinato, el 12 de febrero, de un estudiante y de un simpatizante del Gobierno, causando las dos primeras muertes de las protestas, que a partir de ese día aumentaron rápidamente.

Los abogados del Foro Penal adelantan, entre otros casos, los de un joven que denuncia haber sido víctima de abusos sexuales durante su detención y los de una mujer que fue golpeada con saña por agentes antidisturbios frente a cámaras de periodistas.

En la concentración participará el Sindicato Nacional de Trabajadores de Prensa, que denuncia cerca de 70 casos de hostigamiento, amenazas, prisión injustificada, o robos contra periodistas de medios venezolanos y extranjeros.

Informe de EE. UU.

El informe anual sobre Derechos Humanos 2013 del Departamento de Estado, divulgado el jueves recién pasado, informó de que el Gobierno venezolano “continuó tomando acciones para impedir la libertad de expresión y restringir la libertad de prensa”.

Al presentar el informe, el secretario de Estado, John Kerry, se refirió a los sucesos de las últimas semanas e insistió que Venezuela “ha confrontado manifestantes pacíficos desplegando civiles armados (en referencia a los “colectivos” chavistas), encarcelando estudiantes y severamente limitando las libertades de expresión y reunión”.

También el jueves, el partido Voluntad Popular anunció que la justicia había ordenado la detención de Carlos Vecchio, al frente de la agrupación tras del arresto, a mediados de mes, de su líder Leopoldo López, quien permanece en una cárcel militar.

La orden de captura es por los delitos de “incendio intencional, instigación pública, daños y asociación”, los mismos cargos que le fueron imputados a López.

-Carnaval frena las protestas

El jueves fue el comienzo de un largo receso de seis días por la fiesta de carnaval, que pareció restar impulso a las protestas, aunque las marchas, cortes de calles y cacerolazos, siguieron siendo parte del paisaje cotidiano en Caracas, Valencia, Maracay, San Cristóbal y algunas otras ciudades.

En el este de Caracas, unas 200 personas bloquearon con barricadas y escombros diversas calles del acomodado barrio Las Mercedes, y tiraron piedras al cuerpo antidisturbios, que les dispersaron con gases lacrimógenos, después de que entre dos mil y tres mil personas se manifestaran pacíficamente.

El alcalde de Baruta, Gerardo Blyde, denunció un uso “desmedido” de la fuerza por parte de la Guardia Nacional, que pese a que ya había dispersado a manifestantes, realizó dos bombardeos adicionales con gases lacrimógenos.

“Me pareció innecesario el segundo y tercer bombardeo de bombas lacrimógenas por parte de la Guardia Nacional Bolivariana”, dijo el alcalde.

El líder estudiantil de la Universidad Central de Venezuela, Juan Requesens, condenó la represión. “Hablan de paz (desde el Gobierno) y después que los estudiantes nos concentramos pacíficamente gritando ni un muerto más, nos lanzan bombas lacrimógenas”, escribió en su cuenta en Twitter.

-El origen de la protesta

Las manifestaciones comenzaron el 4 de febrero en la occidental San Cristóbal con una protesta estudiantil por la inseguridad, tras un intento de violación a una joven en un campus universitario.

Desde entonces, las protestas fueron extendiéndose por algunos estados del país, que tiene unos 2.6 millones de estudiantes universitarios, movilizando en su punto más caliente a varios miles de manifestantes por día, a los que se sumaron dirigentes opositores radicales.

A partir del 12 de febrero comenzaron a registrarse al término de las protestas incidentes entre grupos enmascarados de las marchas opositoras, unidades antidisturbios acusados de represión desproporcionada y grupos armados no identificados que atacaban a los manifestantes.

En el momento más fuerte de las protestas, el Gobierno dijo que las manifestaciones afectaron a 18 de los 335 municipios venezolanos.

 

 

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